18 de Mayo
SAN FÉLIX DE CANTALICIO,
Confesor
SAN FÉLIX DE CANTALICIO,
Confesor
No juzguéis, a fin de no ser juzgados; con el
mismo
juicio que juzgareis seréis juzgado.
(Mateo, 7, 1.2).
juicio que juzgareis seréis juzgado.
(Mateo, 7, 1.2).
Unió este santo a una profunda humildad
un fondo inalterable de alegría y dulzura. Hablaba poco, huía de la compañía de
los murmuradores, tenía horror por todo lo que fuese capaz de herir la caridad.
Las afrentas dejaban a su alma tranquila y serena. Al que lo insultaba,
respondíale: Quiera Dios hacerlo santo. Entró en la Orden de los
capuchinos, desempeñó el cargo de cuestor durante más de cuarenta años. Es el
empleo que prefería, porque se exponía a mas desaires y desprecios. Murió el 18
de mayo de 1587.
I. A nadie juzgues. ¿Quién te ha
constituido censor y juez de los demás? Usurpas la autoridad de Dios, y te
expones a juzgar temerariamente. Los hombres, dice la Sagrada Escritura,
no ven más que las apariencias, Dios sólo ve el fondo del corazón. Piensa
que los demás valen más que tú; nunca podrás juzgar en demasía favorablemente
sus acciones. Este hombre que miras como a pecador, acaso sea un gran santo.
El mundo está lleno de juicios temerarios: el hombre del que ya habíamos
desesperado se convirtió y llegó a ser santo. (Santo Agustín).
II. Si ves alguna acción exteriormente
mala, no por eso condenes a tu prójimo; acaso su ignorancia o su buena
intención lo justifican ante Dios. Si su falta es evidente, tampoco lo juzgues,
a Dios le corresponde hacerla. Acuérdate de aquel santo religioso que decía al
morir: Nunca juzgué a los demás; espero que Dios no me juzgue, porque lo ha
prometido en su Evangelio.
III. Cuando se cometa alguna falta en tu presencia, o
se hable de las faltas de los demás, mira si no eres culpable de los mismos
pecados. Considera su fealdad para concebir un saludable horror de ellos.
Humíllate, agradece a Dios de que te haya concedido la gracia de no caer en el
mismo desorden. Ten compasión de tu hermano, ruega a Dios por él. ¿Quién
eres tú, tú que juzgas tan injustamente, tan audazmente, tan abiertamente al
servidor ajeno? Entra en ti mismo, examínate, júzgate. (San Lorenzo
Justiniano).
La caridad
Orad por vuestros conciudadanos.
Orad por vuestros conciudadanos.
ORACIÓN
Oh Dios, que cada año nos proporcionáis
un nuevo motivo de alegría en la fiesta del bienaventurado Félix, vuestro
confesor, haced, por vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido
en el cielo, imitemos también la que ha vivido en la tierra. Por J. C. N. S.
Amén.