lunes, 9 de julio de 2018

LUNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo
Lectura del Profeta Oseas 2, 14. 15-16. 19-20
Esto dice el Señor: Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón.
Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto.
Aquel día oráculo del Señor me llamará «Esposo mío» , no me llamará «Ídolo mío».
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo; me casaré contigo en derecho y justicia.
en misericordia y compasión; me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
V/. El Señor es clemente y misericordioso.
R/. El Señor es clemente y misericordioso.

V/. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R/.

V/. Una generación pondera tus obras a la otra; y le cuenta tus hazañas; alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R/.

V/. Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias. R/.

V/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


EVANGELIO
Mi hija acaba de morir.  Pero ven tú, y vivirá

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: Mi hija acaba de morir.
Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.
Jesús lo siguió con sus discípulos.
Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió, y al verla le dijo: ¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: ¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida. Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra del Señor.