12 de noviembre
SAN JOSAFAT , Mártir
(1580-1623)
La
unión sellada en el Concilio de Florencia (1439) entre las Iglesias de Roma y
Constantinopla careció de continuidad. Con todo, se mantuvieron en la región de
Kiev algunos fermentos de unión. De ahí que, en 1595, varios obispos proclamasen
en el Concilio provincial de Brest-Litovsk el restablecimiento de la unidad la
Iglesia ukraniana. Unida había de asegurar, a partir de entonces, la presencia
del mundo eslavo dentro de la unidad católica. Lo ha hecho al precio de no pocos
sufrimientos. La primera sangre vertida fue la de San Josafat Kuncewycz, Juan
Kuncewycz, nacido dentro de la ortodoxia hacia el año 1580 en Wolodymyr (Ukrania),
se adhirió a la Unión desde su juventud. En 1604 se hizo monje basiliano en
Vilna, siendo más tarde ordenado como sacerdote. Este hombre de carácter, una
vez llegado archimandrita con el nombre de Josafat, se impuso por su elevada
virtud, por su ciencia teológica, por el vigor de su oratoria v por su adhesión
a la Sede de Roma. En 1617, pasó a ser arzobispo de Polotz, y su personalidad
pudo mostrar la magnitud de su talla. No contento con reunir sínodos cada año,
visitaba a cada uno de sus sacerdotes, atendiendo a que se celebrase la liturgia
con el esplendor requerido y a que se instruyese al pueblo en la fe. Ante el
éxito de su acción apostólica, se desencadenó contra él una campaña de calumnias
y de incitaciones a la violencia. Josafat aguardaba con serenidad el martirio.
Fue ejecutado en Vitebsk durante una de sus visitas pastorales (1623).