16 de febrero
SANTA JULIANA, *
Virgen y Mártir
Virgen y Mártir
El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras
no pasarán.
(Lucas, 21, 33).
pero mis palabras
no pasarán.
(Lucas, 21, 33).
Santa Juliana, considerando el orden admirable del universo, reconoció que era la obra de un Dios único y soberanamente poderoso, y abrazó la religión cristiana. Evilacio, prefecto de Nicomedia, pidió su mano, pero Juliana le respondió que no quería por esposo a un adorador de los falsos dioses. Evilacio, pasando entonces del amor al odio, la hizo azotar, cargar de cadenas y encerrar en una prisión. Mientras estaba en oración en su calabozo, el espíritu de las tinieblas se le apareció transformado en ángel de luz para persuadirla a renegar de su fe. Juliana deshizo el artificio haciendo la señal de la cruz, y para burlarse del demonio, lo cargó con sus propias cadenas.
La condenaron a ser quemada viva, pero
como las llamas no obraban con suficiente actividad, le cortaron la cabeza.