lunes, 9 de septiembre de 2024

SAN GORGONIO, Mártir

9 de septiembre
SAN GORGONIO, 
Mártir
.

El que combate en la palestra no es coronado
sino cuando lidiare según las leyes.
(2 a Timoteo, 2, 5).


   Gorgonio, chambelán de Diocleciano, viendo un día a su señor torturar a un cristiano, exclamó: "¿De dónde procede, emperador, que de dos hombres culpables del mismo crimen, no has castigado sino a uno solo? La fe de este hombre es la mía; participo de su resolución". Irritado Diocleciano, lo hizo azotar con tal violencia que su carne volaba en jirones; ordenó después que se le echase sal y vinagre en las llagas. Por fin, después de haberlo hecho asar a fuego lento en una parrilla, lo condenó a ser ahorcado.

 
MEDITACIÓN
SOBRE LA ETERNIDAD 
 
   I. Hay una eternidad de dicha o de desgracia para ti; es una verdad que ningún cristiano puede poner en duda. ¿Comprendes esta palabra: Eternidad? ¿Piensas en ella? ¿Trabajas porque sea feliz para ti? ¡Oh eternidad, cuántas soledades pobló tu pensamiento! ¡cuántos santos ha hecho! Día y noche piensa en estas dos palabras: Seré eternamente feliz. o eternamente desgraciado. ¡Eternidad!... ¡Eternamente feliz... o eternamente desgraciado!...
   II. El fin de la vida es el comienzo de la eternidad; ya no habrá más tiempo, ya nada podrás hacer ni para ganar el cielo, ni para evitar el infierno. ¡Oh momento de la muerte, momento tremendo, del cual depende una eternidad de dicha o de infelicidad! ¿Cuándo llegará ese momento? Acaso hoy mismo; y, necio de mí, ¡no pienso en él! ¿Por qué no emplear el tiempo que Dios me da en procurarme una eternidad bienaventurada? Medita este lema de un gran prelado: La eternidad depende de un momento.
   III. La eternidad es una corona de gloria para los bienaventurados, y una corona de sufrimientos para los condenados. Siempre comenzará y nunca terminará. Los condenados sabrán y creerán que sus suplicios durarán por toda la eternidad, sin descanso, sin interrupción, sin esperanza de consuelo. ¡Eternidad, eternidad! ¡cuán tremendo es tu recuerdo, pero cuán saludable! Pensemos en ella. Nunca adoptaríamos bastantes precauciones cuando es la eternidad la que está en peligro. (San Bernardo).
 
El pensamiento de la eternidad -Orad
por la conversión de los pecadores.
 
ORACIÓN
   Señor, que vuestro mártir Gorgonio nos favorezca con su intercesión, y nos haga celebrar con gozo su piadosa solemnidad. Por J. C. N. S. Amén.

SAN PEDRO CLAVER, Confesor



9 de septiembre
SAN PEDRO CLAVER, (*)
Confesor

                       

   Escenario de horror. - No hace aún doscientos años los periódicos de La Habana publicaron estos avisos en sitio destacado:
   "Un mulato como de treinta años, buen cocinero, sano y con todas tachas, menos ladrón, se cambia por negro, mulas, caballos o volanta. En el almacén que era de don Juan Rincón darán razón." (Papel periódico 18 enero de 1785).
   "Buena ocasión." "Se vende una mulata de dieciocho años de edad, recién venida del campo, sin vicios malos, muy dócil, 500 pesos. Otra mulata de veintiséis años, casada en la villa de Santiago, con su cría de cinco meses, en 300 pesos, alcabala y escritura y sin incluir la cría".
   Adelante, señores; 200 piastras vale esta linda negra, buena lavadora, 200 piastras, señores. Vedla: es joven aún".
   "¿250 piastras dijo? Es suya... ",  y el dueño la empujó y siguió con ella; había comprado también un reloj de la sucesión de M. Reynoil y dos sillas. La escena sucede en Martinica, comienzos del XVIII.
   Mercados parecidos tenían lugar en Portobello, Jamaica, Lima, Veracruz, Cartagena. Es la esclavitud de la raza de color. La trata negrera. El negocio era bueno. Un esclavo, "una pieza de Indias", se compraba en África en 1683 por ocho francos y se vendía en Cartagena en 100 pesos. Se podían permitir los negreros el lujo "de que murieran en el camino las dos terceras partes del cargamento humano".
   El sordo rumor de los encadenados, el ambiente fétido "de las calas de los veleros, el dolor de un presente y el temor de un futuro sin esperanzas", pensaban que les destinaban a morir y de su sangre teñir los navíos, dan una estampa de colores crudos. Aragó fue un viajero que vio esta escena:

LUNES DE LA VIGÉSIMA TERCERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Barred la levadura vieja, porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 1-8
Hermanos: Se sabe de buena tinta que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave, que ni los gentiles la toleran; me refiero a ése que vive con la mujer de su padre.
¿Y todavía tenéis humos? Estaría mejor ponerse de luto y pidiendo que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo.
Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor.
Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser.
¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Barred la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos.
Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo.
Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 5, 5-6. 7. 12
V/. Señor, guíame con tu justicia.
R/. Señor, guíame con tu justicia.

V/. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.

V/. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. R/.

V/. Que se alegren los que se acogen a ti, con júbilo eterno; protégelos, para que se llenen de gozo los que aman tu nombre. R/.


EVANGELIO
Estaban al acecho para ver si curaba en sábado
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.
Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: Levántate y ponte ahí en medio.
El se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo: Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado ? , ¿hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir? Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: Extiende el brazo.
El lo hizo y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Palabra del Señor.