jueves, 10 de mayo de 2012

SAN ANTONINO o ANTOLÍN, Obispo y Confesor


10 de Mayo
SAN ANTONINO o ANTOLÍN,
(*)
Obispo y Confesor


A
  No queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra,
donde la herrumbre y la polilla los consumen,
y donde los ladrones los desentierran y roban.
(Mateo, 6, 19).
   Antonino, que entró en la orden de Santo Domingo a la edad de doce años, fue un modelo de humildad, de recogimiento y de mortificación. Jamás comió carne, y, enfermo o sano, dormía sobre una tabla. Fue menester que el Papa Eugenio IV lo amenazase con excomunión para hacerle aceptar el arzobispado de Florencia y se supo ganar el cariño de sus gentes por su bondad y caridad, pues daba a los pobres todo lo que caía en sus manos. Pero también sabía exigir, y combatió los juegos de azar, la usura y la brujería que se practicaba en esta ciudad. No quiso mas riquezas que la virtud; todo lo que poseía dábalo a los pobres, llegando al extremo de vender, para socorrerlos, parte de los muebles y de la ropa. Fundó el famoso convento de San Marcos en Florencia y encargó a Fray Angélico, su compañero de noviciado y afamado pintor, la pintura de todos los ahora célebres cuadros en este convento. A pesar de su mala salud, fue nombrado Arzobispo de Florencia Murió en mayo de 1459, a los 70 años de edad.
MEDITACIÓN SOBRE
 LOS BIENES DEL MUNDO
   I. Los bienes de la tierra, las riquezas, los placeres, los honores, no merecen tus afanes, pues no podrían hacerte mejor de lo que eres; por lo contrario, son los instrumentos de todos los crímenes. Más humilde serías, más sobrio y más casto, si fueses menos rico. La aflicción, la enfermedad y las humillaciones te hacen practicar muchas virtudes en las que ni siquiera pensarías faltándote aquéllas.
    II. Por otra parte, esos bienes no te pueden hacer dichoso, porque están inficionados del temor de perder1os, y porque son imperfectos y no pueden, en consecuencia, satisfacer plenamente tus deseos. Estuviste acaso alguna vez contento, verdaderamente, aun en el momento de mayor prosperidad? ¿Tus placeres más dulces no tuvieron amargura, tus más hermosas rosas sus espinas? Salomón poseyó inmensas riquezas, gustó todos los placeres, y exclama: Vanidad de vanidades, y todo vanidad. (Eclesiastés).
   III. Busca, pues, los tesoros del paraíso: son perfectos, no tienen mezcla de amargura alguna, no hay temor de perderlos y satisfacen plenamente nuestros deseos en toda su amplitud. Los Ángeles se ríen de nosotros cuando nos ven afanarnos tanto por edificar casas de barro que deberemos abandonar al día siguiente. Se sobrecogen de tristeza cuando ven que nos entregamos a placeres que nos rebajan al nivel de los animales. ¡Oh cristiano, espera y busca bienes más grandes! Coheredero de Jesucristo, ¿cómo regocijarte asociándote a los placeres del irracional? Eleva tus esperanzas hacia el soberano bien. (San Agustín).
El desprecio del mundo
Orad por las congregaciones religiosas.
ORACIÓN
   Señor, haced que seamos ayudados por los méritos de San Antonino, vuestro confesor pontífice, a fin de que os encontremos misericordioso con nosotros, así como os reconocemos admirable en vuestro proceder con él. Por J. C. N. S. Amén.
   
  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. 1

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JUEVES QUINTA SEMANA PASCUA


PRIMERA LECTURA

A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 7-21
En aquellos días, después de una fuerte discusión se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
– «Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia, del Señor Jesús.»
Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago resumió la discusión, diciendo:
«Escuchadme, hermanos: Simón ha contado la primera intervención de Dios para escogerse un pueblo entre los gentiles. y Esto responde a lo que dijeron los profetas:
"Después volveré para levantar la choza caída de David;
levantaré sus ruinas y la pondré en pie,
para que los demás hombres busquen al Señor,
y todos los gentiles que llevarán mi nombre:
lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo."
Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados. Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 10 (R.: cf. 2b)
R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

O bien:
Aleluya.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.» R.

Aleluya  Jn 10, 27
Mis ovejas escuchan mi voz
–dice el Señor–,
y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO
Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud
Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»

Palabra del Señor.