viernes, 17 de agosto de 2012

SANTA CLARA DE MONTEFALCO Virgen


17 de agosto 
SANTA CLARA DE MONTEFALCO
 
Virgen


 La vida de un alma es el amor a Dios
(Santa Clara de Montefalco)  
   Santa Clara de Montefalco nació en Montefalco,en el año 1268. El nombre de sus padres eran, Damiano e Iacopa Vengente, que tuvieron 4 hijos en total. Su hermana mayor, Giovanna de 20 años y su amiga Andreola, establecieron una Ermita, en donde se dedicaron a una vida de oración y de sacrificio. 
   En el año 1274 se le concedió aprobación de las autoridades eclesiástica y fue entonces que, Giovanna pudo recibir más hermanas a la Orden. La primera candidata fue su hermana Clara, de 6 años de edad.
   El ejemplo de sus padres, quienes tenían una gran devoción al Señor y a su Madre, y el de su Hermana y su compañera, contribuyeron a que se desarrollara en Clara el deseo de amar y servir al Señor a través de una vida de oración. Ella era una niña muy viva a la que todos encontraban que sobrepasaba a las niñas de su edad. Era además, extremadamente amorosa.

SAN JACINTO de CRACOVIA Confesor


17 de agosto 
SAN JACINTO de CRACOVIA 
Confesor


   Dios no nos ha dado un espíritu de temor,
sino de fortaleza y amor y sobriedad.
(2 Timoteo, 1,7).

   San Jacinto renunció a todas las ventajas que procura un noble nacimiento, la fortuna y el talento, para entrar en la orden que Santo Domingo acababa de fundar. Sus predicaciones, acreditadas por el don de milagros, produjeron en Polonia efectos maravillosos: hubiérase creído estar en los hermosos días del cristianismo naciente. Después de haber fundado varios monasterios en ese reino, recorrió Prusia, Dinamarca, Suecia y Noruega, que todavía en parte eran paganas: de allí pasó a Ucrania y a Rutenia y penetró hasta el Mar Negro, obrando a su paso numerosas conversiones y fundando monasterios para perpetuar su obra. De vuelta a Cracovia, cayó enfermo, y expiró el día de la Asunción en 1257.

  MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN
EMPLEO DEL TIEMPO

   I. El tiempo pasado no existe ya sino en tu recuerdo. ¿Dónde están los dorados años de tu juventud? ¿Qué te queda de ellos, sino el triste recuerdo de los placeres criminales que gustaste, o bien el gozo de las acciones virtuosas que practicaste? ¡Ah! mi vida ha corrido como un torrente, ha pasado como un sueño; de mí dependió acumular tesoros para el cielo, ¡Y no lo hice! ¿Dónde están ahora esos seguidores del mundo a quienes vi en las riquezas y en los placeres? Pasaron ya, y ahora, acaso, estén en el infierno.

   II. El tiempo presente está en nuestras manos; utilicémoslo más santamente que en el pasado. Este tiempo es solamente un momento, y en este momento debemos merecer una eternidad de dicha o de desgracia. Dios no me pide más que este momento: ¿se lo negaré? Aun cuando fuese necesario sufrir una eternidad para gozar de Dios, ¿qué motivo tendríamos para quejarnos?

   III. El tiempo por venir es incierto; ignoras cuánto te queda en el reloj que debe medir tu vida. No puedes asegurarte ni un solo momento más de vida. ¡Desventurado! No te queda sino una resolución para adoptar: emplear bien el tiempo que tienes; pasa esta hora como si hubiese de ser la última de tu vida; penétrate de este pensamiento todas las mañanas, y no te costará concebir un gran dolor por tus pecados y emplear bien tu tiempo.

El buen empleo del tiempo
Orad por
 por los misioneros.

ORACIÓN
   Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Jacinto, vuestro confesor, concedednos, por vuestra bondad, imitar los ejemplos de aquél cuyo nacimiento al cielo celebramos. Por J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA DECIMONOVENA SEMANA




PRIMERA LECTURA
Tu belleza era completa con las galas con que te atavié; y te prostituiste
Lectura del Profeta Ezequiel 16, 1-15. 60. 63
Me vino esta palabra del Señor:
–Hijo de Adán,
denuncia a Jerusalén sus abominaciones,
diciendo: Esto dice el Señor:
–¡Jerusalén!
Eres cananea de casta y de cuna:
tu padre era amorreo y tu madre era hitita.
Fue así tu alumbramiento:
El día en que naciste,
no te cortaron el ombligo,
no te bañaron, ni frotaron con sal,
ni te envolvieron en pañales.
Nadie se apiadó de ti
haciéndote uno de estos menesteres,
por compasión,
sino que te arrojaron a campo abierto,
asqueados de ti,
el día en que naciste.
Pasando yo a tu lado, te vi
chapoteando en tu propia sangre,
y te dije mientras yacías en tu sangre:
«Sigue viviendo y crece como brote campestre».
Creciste y te hiciste moza,
llegaste a la sazón;
tus senos se afirmaron
y el vello te brotó,
pero estabas desnuda y en cueros.
Pasando de nuevo a tu lado, te vi
en la edad del amor;
extendí sobre ti mi manto
para cubrir tu desnudez
te comprometí con juramento,
hice alianza contigo,
–oráculo del Señor–
y fuiste mía.
Te bañé, te limpié la sangre,
y te ungí con aceite.
Te vestí de bordado,
te calcé de marsopa;
te ceñí de lino,
te revestí de seda.
Te engalané con joyas:
te puse pulseras en los brazos
y un collar al cuello.
Te puse un anillo en la nariz,
pendientes en las orejas
y diadema de lujo en la cabeza.
Lucías joyas de oro y plata,
y vestidos de lino, seda y bordado;
comías flor de harina, miel y aceite;
estabas guapísima y prosperaste
más que una reina.
Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza,
completa con las galas con que te atavié,
–oráculo del Señor–.
Te sentiste segura en tu belleza
y, amparada en tu fama, fornicaste
y te prostituiste con el primero que pasaba.
Pero yo me acordé de la alianza
que hice contigo cuando eras moza,
y haré contigo una alianza eterna,
para que te acuerdes y te sonrojes
y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza,
cuando yo te perdone todo lo que hiciste,
–oráculo del Señor–.
Palabra de Dios.

O bien:
Me acordaré de la alianza que hice contigo, y tú te sonrojarás
Lectura del Profeta Ezequiel 16, 59-63
Así dice el Señor:
–Actuaré contigo conforme a tus acciones,
pues menospreciaste el juramento
y quebrantaste la alianza.
Pero yo me acordaré de la alianza
que hice contigo cuando eras moza,
y haré contigo una alianza eterna.
Tú te acordarás de tu conducta
y te sonrojarás, al acoger a tus hermanas,
las mayores y las más pequeñas;
pues yo te las daré como hijas,
mas no en virtud de tu alianza.
Yo mismo haré alianza contigo
y sabrás que yo soy el Señor,
para que te acuerdes y te sonrojes
y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza,
cuando yo te perdone todo lo que hiciste,
–oráculo del Señor–.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R.  Ha cesado tu ira y me has consolado.
El Señor es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis agua con gozo
de las fuentes de la salvación. R.
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre;
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel». R.

EVANGELIO
Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba:
–¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?
El les respondió:
–¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son dos sino una sola carne.
Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.
Ellos insistieron:
–¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?
El le contestó:
–Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer –no hablo de prostitución– y se casa con otra comete adulterio.
Los discípulos le replicaron:
–Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.
Pero él les dijo:
–No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga.
Palabra del Señor.