viernes, 25 de octubre de 2024

SAN CRISANTO y SANTA DARÍA, Mártires



25 de octubre

SAN CRISANTO
y

SANTA DARÍA,*
Mártires
No andéis, pues, acongojados por el día de mañana;
que el día de mañana harto cuidado traerá por sí;
bástale a cada día su propio afán.
(Mateo, 6,34).

   San Crisanto y Santa Daría no pudieron ser inducidos, ni por las amenazas ni por las promesas, a adorar a los ídolos. Viéndolos firmes y dispuestos a morir antes que ofender a Dios, el tirano hizo envolver a Crisanto en la piel de un buey y lo expuso así a los ardores de un sol ardiente; hizo conducir a Daría a un lugar de libertinaje, pero un león la defendió contra las infames tentativas de sus enemigos. Entonces el tirano los hizo arrojar a los dos en un gran brasero, pero salieron de entre las llamas sin haber experimentado mal alguno. Por fin, fueron conducidos a un arenal y allí enterrados vivos bajo un montón de piedras.

MEDITACIÓN
SOBRE LA JORNADA
DE UN CRISTIANO

   I. Comienza el día con la oración de la mañana y termínalo con el examen de conciencia; todos los días asiste a la santa misa, haz por lo menos una corta lectura espiritual, sé fiel a tus prácticas de devoción para con la Santísima Virgen; todos los días encontrarás tiempo suficiente para tus negocios. ¿Cómo cumples tus ejercicios de piedad? ¿Cómo pasas los días de tu vida? Cuando a la noche encuentres que nada hiciste por Dios durante el día, di llorando: ¡Ay! he perdido un día que podía haber hecho de mí un santo y me hubiera podido procurar una gloria eterna!

   II. Al levantarte, dite a ti mismo: He aquí, acaso, el último día de mi vida; si estuviera seguro que habría hoy de morir, ¿cómo emplearía esta jornada? Durante el día, al empezar tus acciones, eleva de vez en cuando tu corazón a Dios. Dile: Es por Vos, oh Dios mío, que trabajo y que sufro; concededme la gracia de que termine bien lo que emprendo y de que no os ofenda. Que toda mi vida os pertenezca, me ofrezco a Vos por entero. (San Agustín).

   III. Al examinar tu conciencia, hazte estas preguntas: ¿Qué virtudes he practicado hoy y qué pecados he cometido? ¿Qué fue de los placeres que gocé y de los honores que recibí? ¿Qué me queda de ellos? Y, al contrario, ¡qué alegría experimentaría si hubiese hecho o sufrido algo por Dios! Piensa, por fin, que tu sueño sea acaso para ti el sueño de la muerte y tus sábanas la mortaja con la que serás sepultado. La podredumbre será tu cama y los gusanos tu vestidura. (Isaías).

 El buen empleo del día
Orad por los Obispos.

ORACIÓN
   Haced, benignamente, Señor, que vuestros mártires San Crisanto y Santa Daría intercedan por nosotros, a fin de que tributándoles nuestros humildes homenajes, experimentemos los efectos de su constante protección. Por J. C. N. S. Amen.



  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

VIERNES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-6
Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados.
Un Señor, una fe, un bautismo.
Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
V/. Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
R/. Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
V/. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

EVANGELIO
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos» , y así sucede.
Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno» , y lo hace.
Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.
Palabra del Señor.