sábado, 21 de septiembre de 2013
DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO
PRIMERA LECTURA
Contra los que «compran por dinero al pobre»
Lectura de la profecía de Amós 8, 4-7
Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo:
«¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?»
Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo.
Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 112, 1-2. 4-6. 7-8 (R.: cf. la y 7b)
R. Alabad al Señor, que alza al pobre.
O bien:
Aleluya.
Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R.
SEGUNDA LECTURA
Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios, que quiere que todos se salven
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8
Querido hermano:
Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro.
Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de los gentiles en fe y verdad.
Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.
Palabra de Dios.
Aleluya 2 Co 8, 9
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriqueceros con su pobreza.
EVANGELIO
No podéis servir a Dios y al dinero
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido."
El administrador se puso a echar sus cálculos:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa."
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?"
Éste respondió:
"Cien barriles de aceite."
Él le dijo:
"Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta."
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Él contestó:
"Cien fanegas de trigo."
Le dijo:
"Aquí está tu recibo, escribe ochenta."
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Palabra del Señor.
O bien más breve:
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 10-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
— «El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Palabra del Señor.
SAN MATEO, Apóstol y Evangelista
21
de septiembre
Jesús
vio a un hombre sentado en el banco de los
impuestos, llamado Mateo, y le dijo: Sígueme; y él,
levantándose, lo siguió.
(Mateo, 9, 9).
impuestos, llamado Mateo, y le dijo: Sígueme; y él,
levantándose, lo siguió.
(Mateo, 9, 9).
San
Mateo, "Leví, el publicano", dejó, al llamarlo Jesucristo, sus bienes
reunidos percibiendo impuestos. Después de la Ascensión, escribió primero su
Evangelio a pedido de los hebreos convertidos, fuese después a predicar a
Egipto y de allí pasó a Etiopía, donde resucitó a la hija del rey. La hija
mayor del rey, Ifigenia, oyó del Apóstol el elogio de la virginidad y se obligó
con voto de perpetua castidad ella y otras doscientas jóvenes. Hirtaco,
usurpador del reino, quiso casarse con ella, pero San Mateo la animó a
perseverar en su voto. El bárbaro rey envió soldados que masacraron al santo
Apóstol al pie del altar.
I. Nuestro Señor, viendo a San Mateo sentado en el
banco de los impuestos, lo llamó para hacerlo su discípulo. De inmediato se
levantó San Mateo y lo siguió. Jesucristo pasa, nos mira y nos llama:
rindámonos a la invitación de la gracia, cuando Jesús se haya alejado, quien
sabe si aun lo podamos encontrar... Levantémonos prontamente, renunciemos al
pecado con una voluntad firme de no volver a caer en él. Desde tanto tiempo nos
llama Jesucristo, y siempre estamos en el mismo estado, siempre tibios en su
servicio, siempre apegados a nuestros placeres.
II.
San Mateo es uno de los cuatro Evangelistas; mas no se contentó con escribir el
admirable Evangelio que tenemos en nuestras manos, quiso predicar a los etíopes
lo que había escrito. Tú no puedes escribir ni anunciar el Evangelio como hizo
él, pero puedes y debes obedecer al Evangelio tanto como él. Tienes fe: que tus
actos estén de acuerdo con tu creencia. Hay
que
acordar nuestra vida con el Evangelio. (San Crisólogo)
III.
San Mateo fue mártir, se puede decir, de la hermosa virtud de la castidad. Tu
vida debe ser un martirio continuo. Es preciso que te prives de tus placeres
más dulces, que mueras incesantemente a ti mismo por la mortificación de tus
sentidos, de tus pasiones y de tu voluntad propia. Esto es duro, lo confieso,
pero el paraíso bien merece la pena de que se sufra algo. Es duro, sí, pero
mucho más duro será para los réprobos oír esta sentencia: ¡Id, malditos, al
fuego eterno!
La
fidelidad a la vocación
Orad por la propagación de la fe.
Orad por la propagación de la fe.
ORACIÓN
Asistidnos, Señor, por los méritos de San
Mateo, vuestro Apóstol y Evangelista, a fin de que su intercesión nos procure
los dones que no podemos obtener por nosotros mismos. Por J. C. N. S. Amén.
21 de septiembre SAN MATEO, APÓSTOL Y EVANGELISTA, Fiesta
PRIMERA LECTURA
Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los limites del orbe su lenguaje. R.
Aleluya
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.
EVANGELIO
Sígueme. Él se levantó y lo siguió
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
-«Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió.
Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
-«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo:
-«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “misericordia quiero y no sacrificios”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Palabra del Señor.
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