lunes, 18 de febrero de 2013

SAN FRANCISCO DE RÉGIS, Confesor


18 de Febrero
SAN FRANCISCO DE RÉGIS,
Confesor
  Nada hay oculto que no deba ser descubierto,
 ni escondido, que no haya de ser conocido y publicado.
(Lucas. 8, 17).

   San Francisco impresionóse de tal modo de lo que oyó decir un día a su madre concerniente a las penas del infierno, que toda su vida experimentó sumo horror por el pecado mortal. Cobijó su inocencia bajo el manto de la Reina de los cielos; y para mejor servir a esta bondadosa Madre, ingresó a una de las piadosas congregaciones erigidas en su honor. Entró en la Compañía de Jesús y, con tanto celo y fruto trabajó en la salvación de las almas, que mereció ser llamado apóstol de Vivarais. Murió el año 1640 en Lalouvesc, donde su tumba se ha hecho célebre por la afluencia de peregrinos que a ella acuden y por los milagros que allí se producen.

MEDITACIÓN SOBRE LOS TRES OBSTÁCULOS
PARA UNA BUENA CONFESIÓN
   
   I. La negligencia en prepararte a la Confesión a menudo es la causa de que no aproveches de un remedio tan salutífero. No indagas tus pecados con suficiente esmero; no te excitas lo suficiente a la contrición, porque no consideras el mal que te causan tus pecados, ni el bien de que te privan. Has perdido el más valioso de los bienes, la gracia, y todavía has menester que se te mande que tengas dolor de ello.
   II. El respeto humano impide a menudo que se declaren todos los pecados. El demonio que nos había quitado la vergüenza cuando cometíamos nuestros crímenes, quiere ahora devolvérnosla en el santo tribunal. Desecha esta mala vergüenza, a menos que prefieras ver, en el día del juicio, expuestos tus pecados a la vista de todos antes que declararlos aquí a un solo hombre. Esta confusión que sufres ahora te será saludable, la otra será inútil. No te avergüences de tener que decir lo que no tuviste vergüenza de hacer. (San Bernardo).
   III. Recaes siempre en las mismas faltas, siempre te confiesas de lo mismo, porque no tienes un firme propósito de enmienda y no prevés los escollos allí donde tienes costumbre de naufragar. Piénsalo seriamente en lo porvenir, deja esas ocasiones peligrosas, y no te preocupes por lo que diga el mundo. ¿Dónde estamos si más tememos disgustar a los hombres que a Dios? (Tertuliano)

La huida del pecado
Orad
 por los que están
en pecado mortal.

ORACIÓN
   Oh Dios, que habéis otorgado al bienaventurado Francisco, vuestro confesor, una admirable caridad y una paciencia invencible en los trabajos que emprendió para la salvación de las almas, haced, por vuestra misericordia, que siendo enseñados por sus ejemplos y ayudados por su intercesión, obtengamos las recompensas de la vida eterna. Por J. C. N. S. Amén.

LUNES PRIMERA SEMANA DE CUARESMA



PRIMERA LECTURA
Juzga con justicia a tu conciudadano
Lectura del libro del Levítico 19, 1-2. 11-18
El Señor habló a Moisés:
– «Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
"Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis
a ninguno de vuestro pueblo.
No juraréis en falso por mi nombre,
profanando el nombre de Dios.
Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás.
No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego.
Teme a tu Dios.
Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas.
No serás parcial
ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico.
Juzga con justicia a tu conciudadano.
No andarás con cuentos de aquí para allá,
ni declararás en falso
contra la vida de tu prójimo.
Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano.
Reprenderás a tu pariente,
para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes,
sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor." »

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 15 (R.: Jn 6, 63b)
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R.

Versículo antes del evangelio  2Co 6, 2b
Ahora es tiempo favorable,
ahora es día de salvación.

EVANGELIO
Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos,
conmigo lo hicisteis
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Palabra del Señor.