PRIMERA
LECTURA
El que se
proponga vivir como buen cristiano será perseguido
Lectura de la segunda carta del
Apóstol San Pablo a Timoteo 3, 10-17
Querido
hermano:
Tú seguiste
paso a paso
mi doctrina y
mi conducta,
mis planes,
fe y paciencia,
mi amor
fraterno
y mi aguante
en las persecuciones y sufrimientos,
como
aquellos que me ocurrieron
en
Antioquía, Iconio y Listra.
¡Qué
persecuciones padecí!
Pero de
todas me libró el Señor.
Por otra
parte, todo el que se proponga vivir como buen cristiano
será
perseguido.
En cambio,
esos perversos embaucadores irán de mal en peor,
extraviando
a los demás y extraviándose ellos mismos.
Pero tú
permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado;
sabiendo de
quién lo aprendiste,
y que desde
niño conoces la Sagrada Escritura:
Ella puede
darte la sabiduría
que por la
fe en Cristo Jesús
conduce a la
salvación.
Toda
Escritura inspirada por Dios
es también
útil para enseñar,
para
reprender, para corregir,
para educar
en la virtud:
así el
hombre de Dios estará perfectamente equipado
para toda
obra buena.
Palabra de
Dios.
Salmo responsorial Sal 118,
157. 160. 161. 165. 166. 168
R.
Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Muchos son
los enemigos que me persiguen,
pero yo no
me aparto de tus preceptos. R.
El compendio
de tu palabra es la verdad,
y tus justos
juicios son eternos. R.
Los nobles
me perseguían sin motivo,
pero mi
corazón respetaba tus palabras. R.
Mucha paz
tienen los que aman tus leyes
y nada los
hace tropezar. R.
Aguardo tu
salvación, Señor,
y cumplo tus
mandatos. R.
Guardo tus
decretos,
y tú tienes
presentes mis caminos. R.
EVANGELIO
¿Cómo dicen
que el Mesías es Hijo de David?
+ Lectura del santo Evangelio según
San Marcos 12, 35-37
En
aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó:
–¿Cómo
dicen los letrados que el Mesías es hijo de David?
El
mismo David, movido por el Espíritu Santo, dice:
«Dijo
el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y
haré de tus enemigos estrado de tus pies».
Si
el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?
La
gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.
Palabra
del Señor.