miércoles, 4 de diciembre de 2024

SANTA BÁRBARA, Virgen y Mártir

4 de diciembre
SANTA BÁRBARA
Virgen y Mártir
.
.

   Imperando en Oriente Maximino, hubo en la ciudad de Nicomedia un caballero noble y poderoso, llamado Pióscoro, hombre feroz y muy dado al culto de sus falsos dioses. Tenía una sola hija llamada Bárbara, doncella de extremada belleza y de costumbres muy contrarias a las de su padre; el cual para apartarla de los ojos de los hombres que la codiciaban, y porque sospechó que estaba en comunicación con los cristianos la encerró en la torre de una granja, donde había mucha comodidad. Holgóse la santa doncella con este encerramiento, porque era amiga de soledad y quietud; y fue tanto lo que Dios obró en su alma en aquel retiro, que dando de mano a todos los gustos de la carne, determinó Bárbara consagrarle su pureza. Andando el tiempo, quísola su padre casar; mas ella se resistió, diciendo que ya tenía esposo y Esposo inmortal. No se puede creer el furor que cobró Dióscoro entendiendo que su hija Bárbara era cristiana. Por no perder la gracia del emperador, hízola prender y conducir al tribunal de Marciano, que era allí presidente, el cual con blandas palabras quiso derribarla; y trocando la blandura y suavidad fingida en crueldad verdadera, mandóla desnudar y azotar con nervios de bueyes, y luego con un cilicio fregar las heridas; con lo cual quedó su cuerpo manando por todas partes arroyos de sangre. Echada: de nuevo en la cárcel, le apareció su esposo, Jesucristo y la sanó y le dio fuerzas para los restantes combates. Otro día, llevada a la segunda audiencia, viéndola el presidente del todo sana, quedó pasmado y de nuevo con halagos procuró inducirla a que adorase los ídolos; mas como respondiese ella con el valor que a esposa de Cristo convenía, mandó a los verdugos que descarnasen sus costados con peines de hierro, y luego la abrasasen con hachas encendidas, y con un martillo golpeasen su cabeza. Estaba en estos tormentos la valerosa virgen, puestos en el cielo sus ojos y el corazón, hablando, dulcemente con su divino Esposo, pidiéndole favor y prometiéndole fidelidad. Adelantando la crueldad del tirano, hízole cortar los pechos y mandó que la sacasen a la vergüenza por las calles públicas de la ciudad, y que la fuesen azotando para mayor vergüenza y escarnio; pero el Señor, la amparó y cubrió su cuerpo con una claridad maravillosa, con que no pudo ser vista de los ojos profanos. Volviéronla al tribunal, y el presidente la mandó al fin degollar. A todo este espectáculo había estado presente el bárbaro padre. ¡Quién lo creyera! y él fue quien con permiso del juez le dio muerte por su mano. Vengó Dios tanta crueldad, porque al poco tiempo, volviendo el padre del monte a su casa, un rayo del cielo súbitamente le mató, y le privó de la vida temporal y eterna, y lo mismo le aconteció al  presidente Marciano. El cuerpo de santa Bárbara lo recogió un varón religioso y pío, llamado Valenciano, y entre, cánticos y salmos lo colocó honoríficamente En un lugar llamado Gelasio, donde el Señor por su intercesión obró grandes milagros.   
 
REFLEXIÓN
   Es la gloriosa virgen santa Bárbara particular abogada contra los truenos y rayos, con los cuales parece que quiso nuestro Señor castigar a su padre y al inicuo juez que la condenaron y mataron: y así es muy piadosa costumbre cuando estalla una gran tormenta, el santiguarse y pedir la protección de Dios por la virtud de la santa Cruz y los méritos de santa Bárbara.  
 
ORACIÓN
   Oh Dios, que entre los otros prodigios de tu poder ornaste al sexo débil con la palma del martirio; concédenos benigno, que pues honramos el nacimiento de santa Bárbara, imitando sus ejemplos subamos a la gloria. Oh  Por J. C. N. S.  Amén. 

SAN JUAN DAMASCENO, Doctor de la Iglesia

4 de diciembre
SAN JUAN DAMASCENO,
Doctor de la Iglesia



   
   San Juan Damasceno, el último Padre de la Iglesia de Oriente, nació en Damasco (por eso se le llama "Damasceno"), hacia el 675, fue ordenado sacerdote antes del 726 en Jerusalén, predicador de la iglesia del Santo Sepulcro, murió en el 749. León XIII lo proclamó doctor de la Iglesia.
   Su fama se debe principalmente a que él fue el primero que escribió defendiendo la veneración de las imágenes.

   Era hijo de un alto empleado del Califa de Damasco, y ejerció también el importante cargo de ministro de Hacienda en esa capital. Pero de pronto dejó todos sus bienes, los repartió entre los pobres y se fue de monje al monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén, y allí se dedicó por completo a leer y escribir.

   Juan se dio cuenta de que Dios le había concedido una facilidad especial para escribir para el pueblo, y especialmente para resumir los escritos de otros autores y presentarlos de manera que la gente sencilla los pudiera entender.

MIÉRCOLES DE LA PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO


MIÉRCOLES


PRIMERA LECTURA
El Señor invita a su convite y enjuga las lágrimas de todos los rostros
Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos.
Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones.
Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país.
–Lo ha dicho el Señor–.
Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara;
celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 6 cd)
R. Habitaré en la casa del Señor
      por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

Aleluya
Mirad que llega el Señor para salvar a su pueblo;
dichosos los que están preparados para salir a su encuentro.

EVANGELIO
Jesús cura a muchos y multiplica los panes
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 29-37
En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino.» Los discípulos le preguntaron:
–«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?»
Jesús les preguntó:
–«¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron:
–«Siete y unos pocos peces.»
Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas.

Palabra del Señor.