sábado, 26 de octubre de 2013

SANTOS LUCIANO Y MARCIANO, Mártires

26 de octubre

SANTOS LUCIANO Y MARCIANO,(*)
Mártires
(¿250? P. C.)




   Según el relato de su martirio, Luciano y Marciano, que habían estudiado la magia negra, se convirtieron al cristianismo al ver que sus supersticiones no tenían poder alguno sobre una doncella cristiana. Iluminados por la luz de la fe, quemaron públicamente sus libros en Nicomedia. Una vez que lavaron sus crímenes con el sacramento del Bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad para fortalecerse con la oración y la mortificación en la gracia que acababan de recibir. Más tarde hicieron varios viajes al extranjero para predicar a Cristo entre los gentiles. Cuando Decio publicó sus edictos persecutorios en Bitinia, Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano quién le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir replicó: "Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus hermanos". También Marciano se glorió en el poder de Jesucristo. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó; "Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuramos del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se extingue". Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gran gozo al sitio de la ejecución, cantando himnos de agradecimiento a Dios. Esta leyenda es simnplemente una novela fundada en un hecho histórico, ya que hubo realmente un grupo de mártires en Nicomedia. 



  • *  Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

SÁBADO DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 8, 1-11
Hermanos: No pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues por la unión con Cristo, la ley vivificante del Espíritu me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Lo que no pudo hacer la ley, por causa de la debilidad humana, lo ha hecho Dios: envió a su Hijo en una condición pecadora como la nuestra, haciéndolo víctima por el pecado, y en su ser mortal, condenó el pecado.
Así, el ideal que proponía la ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por la carne, sino por el Espíritu.
Los que se dejan dirigir por la carne tienden a lo carnal; en cambio, los que se dejan dirigir por el Espíritu tienden a lo espiritual.
Nuestra carne tiende a la muerte, el Espíritu, a la vida y a la paz.
Porque la tendencia de la carne es rebelarse contra Dios; no sólo no se somete a la ley de Dios, ni siquiera lo puede.
Los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros.
El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia.
Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
V/. Este es el grupo, Señor, que busca tu presencia.
R/. Este es el grupo, Señor, que busca tu presencia.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe, y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes, y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
V/. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

EVANGELIO
Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 1-9
En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo.
Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén ? Os digo que no.
Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córta1a. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde ? Pero el viñador contestó: Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.

viernes, 25 de octubre de 2013

VIERNES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
¿Quién me librará de este ser mío, presa de la muerte?
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 7, 18-25a
Hermanos: Sé muy bien que no es bueno eso que habita en mí, es decir, en mis bajos instintos; porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero el hacerlo, no.
El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago.
Entonces, si hago precisamente lo que no quiero, señal que no soy yo el que actúa, sino el pecado que llevo dentro.
Cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro inevitablemente con lo malo en las manos.
En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo.
¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este ser mío presa de la muerte? Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, y le doy gracias.

Salmo responsorial Sal 118, 66. 68. 76. 77. 93. 94
V/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
V/. Enséñame a gustar y a comprender, porque me fio de tus mandatos. R/.
V/. Tú eres bueno y haces el bien; instrúyeme en tus leyes. R/.
V/. Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo. R/.
V/. Cuando me alcance tu compasión, viviré, y mis delicias serán tu voluntad. R/.
V/. Jamás olvidaré tus decretos, pues con ellos me diste vida. R/.
V/. Soy tuyo, sálvame, que yo consulto tus leyes. R/.

EVANGELIO
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos» , y así sucede.
Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno» , y lo hace.
Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.

jueves, 24 de octubre de 2013

JUEVES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Ahora, emancipados del pecado, habéis sido hechos esclavos de Dios
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 19-23
Hermanos: Uso un lenguaje corriente, adaptándome a vuestra debilidad, propia de hombres; quiero decir esto: si antes cedisteis vuestro cuerpo como esclavo a la impureza y la maldad, para que realizase el mal, ponedlo ahora al servicio del Dios libertador, para que os santifiquéis.
Cuando erais esclavos del pecado, no pertenecíais al Dios libertador.
¿Qué frutos dabais entonces? Los que ahora consideráis un fracaso, porque acababan en la muerte.
Ahora, en cambio, emancipados del pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos que llevan a la santidad y acaban en vida eterna.
Porque el pecado paga con muerte, mientras Dios regala vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
V/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
V/. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos; ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos, sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
V/. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón, y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
V/. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

EVANGELIO
No he venido a traer paz, sino división
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz ? No, sino división.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.

miércoles, 23 de octubre de 2013

MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Ofreceos a Dios como hombres que de la muerte han vuelto a la vida
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 12-18
Hermanos: Que el pecado no siga dominando vuestro cuerpo mortal, ni seáis súbditos de los deseos del cuerpo.
No pongáis vuestros miembros al servicio del pecado como instrumentos del mal; ofreceos a Dios como hombres que de la muerte han vuelto a la vida, y poned a su servicio vuestros miembros, como instrumentos del bien.
Porque el pecado no os dominará: ya no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Pues, ¿qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! ¿No sabéis que al ofreceros a alguno como esclavos para obedecerle, os hacéis esclavos de aquel a quien obedecéis: bien del pecado, para la muerte, bien de la obediencia, para la justicia? Pero gracias a Dios, vosotros, que érais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados y, liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia.

Salmo responsorial Sal 123, 1-3. 4-6. 7-8.
V/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
V/. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte que lo diga Israel, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos, tanto ardía su ira contra nosotros. R/.
V/. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.
Bendito sea el Señor que no nos entregó en presa a sus dientes. R/.
V/. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador; la trampa se rompió y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.

EVANGELIO
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre.
Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? El Señor le respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas ? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar» , y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.
El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.

martes, 22 de octubre de 2013

SANTAS NUNILA Y ALODIA, Vírgenes y Mártires

22 de octubre
SANTAS NUNILA
Y
ALODIA
,
(*)

Vírgenes y Mártires
   La gran era de los mártires en España empezó en el año 850, con el reinado de Abderramán II. Estas dos vírgenes se contaron entre las innumerables mártires que sellaron con su sangre su fidelidad a Dios durante la persecución morisca. Nunila y Alodia, que eran hermanas, vivían en Huesca. Su padre era mahometano y su madre cristiana. Las dos jóvenes habían sido educadas en el cristianismo por su madre, la cual después de la muerte de su esposo, tuvo el poco tino de casarse con otro mahometano. Este, que era un personaje de importancia, trató con brutalidad a sus hijastras. Nunila y Alodia tuvieron muchos pretendientes, pero, como habían decidido consagrar su virginiad a Dios, rechazaron a todos y obtuvieron finalmente el permiso para ir a vivir con una tía suya que era cristiana. Cuando Abderramán promulgó sus leyes persecutorias, las dos doncellas fueron arrestadas al punto, ya que tanto su familia como la vida piadosa que llevaban eran muy conocidas. Nunila y Alodia comparecieron gozosamente ante el juez, sin el menor temor. El perseguidor empleó primero los halagos y las promesas, pero después pasó a las amenazas. Como ninguno de los dos métodos tuviese éxito, confió a las dos jóvenes a ciertas mujeres de mala vida, con la esperanza de que el mal ejemplo hiciese su obra. Pero Cristo iluminó y protegió a sus siervas, y las prostitutas se vieron obligadas a declarar al juez que no había manera de doblegar a las dos jóvenes. Este las condenó entonces a perecer decapitadas. El Martirologio Romano conmemora en la fecha de hoy el triunfo de las mártires.

 *  Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

MARTES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Por el pecado de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte. ¡Cuánto más ahora vivirán y reinarán!

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos
5, 12. 15b. 17-19. 20b-21

Hermanos: Lo mismo que por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Si por la culpa de uno murieron todos, mucho más, gracias a un solo hombre, Jesucristo, la benevolencia y el don de Dios desbordaron sobre todos.
Por el pecado de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte.
¡Cuánto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la salvación! Por tanto, si el pecado de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la salvación y la vida.
Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.
Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia.
Y así como reinó el pecado causando la muerte, así también, por Jesucristo nuestro Señor, reinará la gracia causando la salvación y la vida eterna.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17
V/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; .
no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.
V/. —Como está escrito en mi libro— «para hacer tu voluntad».
Dios mío, lo quiero, y lo llevo en mis entrañas. R/.
V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R/.
V/. Alégrense y gocen contigo, todos los que te buscan; digan siempre: «Grande es el Señor, los que desean tu salvación». R/.


EVANGELIO
Dichosos los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en vela

+ Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 12, 35-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos.

Palabra del Señor