lunes, 17 de diciembre de 2012

LUNES III SEMANA DE ADVIENTO



17 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA
No se apartará de Judá el cetro
Lectura del libro del Génesis 49, 1-2. 8-10
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar
lo que os va a suceder en el futuro;
agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob,
oíd a vuestro padre Israel:
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos,
pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos,
se postrarán ante ti los hijos de tu madre.
Judá es un león agazapado,
has vuelto de hacer presa, hijo mío;
se agacha y se tumba como león o como leona,
¿quién se atreve a desafiarlo?
No se apartará de Judá el cetro,
ni el bastón de mando de entre sus rodillas,
hasta que venga aquel a quien está reservado,
y le rindan homenaje los pueblos.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17 (R.: cf. 7)
R. Que en sus días florezca la justicia,
      y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.

Aleluya
Sabiduría del Altísimo,
que lo ordenas todo con firmeza y suavidad,
ven y muéstranos el camino de la prudencia.

EVANGELIO
Genealogía de Jesucristo, hijo de David
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naason, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram. a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

Palabra del Señor.



domingo, 16 de diciembre de 2012

DOMINGO III DE ADVIENTO


 

PRIMERA LECTURA
El Señor se alegrará en ti

Lectura del Profeta Sofonías 3, 14-18a

Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel, alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. El se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R.  Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti
      el Santo de Israel.»
El Señor es mi Dios y salvador;
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas. R.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel.» R.

SEGUNDA LECTURA
El Señor está cerca

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 4, 4-7

Hermanos:
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

Aleluya Is 61, 1
El Espíritu del Señor está sobre mi;
me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.

EVANGELIO
¿Qué hemos de hacer?
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
–¿Entonces, qué hacemos?
El contestó:
–El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.
Vinieron también a bautizarse unos publicanos; y le preguntaron:
–Maestro, ¿qué hacemos nosotros?
El les contestó:
–No exijáis más de lo establecido.
Unos militares le preguntaron:
–¿Qué hacemos nosotros?
El les contestó:
–No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga.
El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
–Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.

Palabra del Señor.

sábado, 15 de diciembre de 2012

SÁBADO SEGUNDA SEMANA ADVIENTO


 

PRIMERA LECTURA
Elías volverá
Lectura del libro del Eclesiástico 48, 1-4. 9-11
Surgió Elías, un profeta como un fuego,
cuyas palabras eran horno encendido.
Les quitó el sustento del pan,
con su celo los diezmó;
con el oráculo divino sujetó el cielo
e hizo bajar tres veces el fuego.
¡Qué terrible eras, Elías!;
¿quién se te compara en gloria?
Un torbellino te arrebató a la altura;
tropeles de fuego, hacia el cielo.
Está escrito que te reservan para el momento
de aplacar la ira antes de que estalle,
para reconciliar a padres con hijos,
para restablecer las tribus de Israel.
Dichoso quien te vea antes de morir,
y más dichoso tú que vives.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)
R. Oh Dios, restáuranos,
      que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. R.
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.

Aleluya Lc 3, 4.6
Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Todos verán la salvación de Dios.


EVANGELIO
Elías ya ha venido, y no lo reconocieron
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo  17, 10-13
Cuando bajaban de la montaña, los discípulos preguntaron a Jesús:
–«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?»
Él les contestó:
–«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos.»
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista.

Palabra del Señor.

viernes, 14 de diciembre de 2012

VIERNES SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO



PRIMERA LECTURA
Si hubieras atendido a mis mandatos
Lectura del libro de Isaías 48, 17-19
Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido a mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu progenie sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: cf. Jn 8, 12)
R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

Aleluya
El Señor llega, salid a su encuentro;
él es el Príncipe de la paz.

EVANGELIO
No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
–«¿A quién se parece esta generación?
Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: "Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado." Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores."
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.»

Palabra del Señor.

jueves, 13 de diciembre de 2012

JUEVES SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO



PRIMERA LECTURA
Yo soy tu redentor, el Santo de Israel
Lectura del libro de Isaías 41, 13-20
Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo: «No temas, yo mismo te auxilio.» No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio  –oráculo del Señor–, tu redentor es el Santo de Israel. Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes y los triturarás; harás paja de las colinas; los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel. Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la hay; su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Alumbraré ríos en cumbres peladas; en medio de las vaguadas, manantiales; transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de agua; pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré en la estepa cipreses, y olmos y alerces, juntos. Para que vean y conozcan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 1 y 9. 10-11. 12-13ab (R.: 8)
R. El Señor es clemente y misericordioso,
      lento a la cólera y rico en piedad.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas; R.
explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

Aleluya cf. Is 455 8
Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo.
–Ábrase la tierra y brote la salvación.

EVANGELIO
No ha nacido uno más grande que Juan, el Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
–«Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Ellas, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos que escuche.»

Palabra del Señor.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

MIÉRCOLES SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO



PRIMERA LECTURA
El Señor todopoderoso da fuerza al cansado
Lectura del libro de Isaías 40, 25-31
«¿A quién podéis compararme, que me asemeje?», dice el Santo.
Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿Quién creó aquello? El que cuenta y despliega su ejército y a cada uno lo llama por su nombre; tan grande es su poder, tan robusta su fuerza, que no falta ninguno. ¿Por qué andas hablando, Jacob, y diciendo, Israel: «Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa»? ¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios eterno y creó los confines del orbe. No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia. Él da fuerza al cansado y acrecienta el vigor del inválido; se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 102, 1-2. 3-4. 8 y 10 (R.: 1a)
R. Bendice, alma mía, al Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestro pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R.

Aleluya
Mirad que llega el Señor para salvar a su pueblo;
dichosos los que están preparados para salir a su encuentro.

EVANGELIO
Venid a mí todos los que estáis cansados
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
–«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.  Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

Palabra del Señor.

martes, 11 de diciembre de 2012

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO



PRIMERA LECTURA
Dios consuela a su pueblo
Lectura del libro de Isaías 40, 1-11
«Consolad, consolad a mi pueblo
–dice vuestro Dios–;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle,
que se ha cumplido su servicio,
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados.»
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos los hombres juntos
–ha hablado la boca del Señor–.»
Dice una voz: «Grita.»
Respondo: «¿Qué debo gritar?»
«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión;
alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario,
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 95, 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13-14 (R.: Is 40, 9-10)
R. Nuestro Dios llega con poder.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente.» R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque, R.
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

Aleluya
El día del Señor está cerca;
él viene a salvarnos.

EVANGELIO
Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»

Palabra del Señor.