lunes, 13 de julio de 2015

LUNES DE LA DECIMOQUINTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Vamos a vencer a Israel, porque está siendo más fuerte y numeroso que nosotros

Lectura del libro del Éxodo 1, 8-14. 22

 En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo que no había conocido a José, y dijo a su pueblo: —Mirad, el pueblo de Israel está siendo más numeroso y fuerte que nosotros: vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después se marchará de nuestra tierra.
Así, pues, nombraron capataces que los oprimieran con cargas, en la construcción de las ciudades-granero, Pitom y Ramsés.
Pero cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más.
Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud: el trabajo del barro, de los ladrillos, y toda clase de trabajos del campo; les imponían trabajos crueles.
Entonces el Faraón ordenó a toda su gente: —Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 123, 1-3. 4-ó. 7-8

V/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
V/. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
—que lo diga Israel—, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos, tanto ardía su ira contra nosotros. R/.
V/. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.
Bendito el Señor que no nos entregó en presa a sus dientes. R/.
V/. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador; la trampa se rompió y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.

EVANGELIO
No he venido a sembrar paz, sino espada

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 34-11, 1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espadas.
He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá paga de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.
Palabra del Señor

sábado, 11 de julio de 2015

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Ve y profetiza a mi pueblo

Lectura de la profecía de Amós 7, 12-15

En aquellos días, dijo Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, a Amós:
—«Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país.»
Respondió Amós:
—«No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos.
El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel.”»
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 84, 9ab-10.11-12. 13-14 (R/.: 8)

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. R/.

SEGUNDA LECTURA
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-14

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Por su medio hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.
Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en el que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.

Aleluya cf. Ef 1, 17-18

El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza
a la que nos llama.

EVANGELIO
Los fue enviando

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió:
—«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.

viernes, 10 de julio de 2015

VIERNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Puedo morir, después de haberte visto en persona

Lectura del libro del Génesis 46, 1-7. 28-30

En aquellos días, Israel con todo lo suyo se puso en camino, llegó a Berseba y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Dios le dijo a Israel en una visión de noche: —Jacob, Jacob.
Respondió: —Aquí estoy.
Dios le dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso.
Yo bajaré contigo a Egipto, y yo te haré subir; y José te cerrará los ojos.
Al salir Jacob de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre con los niños y las mujeres en las carretas que el Faraón había enviado para transportarlos.
Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán y emigraron a Egipto Jacob con todos sus descendientes: hijos y nietos, hijas y nietas y todos los descendientes los llevó consigo a Egipto.
Jacob envió por delante a Judá, a visitar a José, y a preparar el sitio en Gosén.
Cuando llegaron a Gosén, José mandó preparar la carroza y se dirigió a Gosén a recibir a su padre.
Al verlo se le echó al cuello y lloró abrazado a él.
Israel dijo a José: —Ahora puedo morir, después de haber visto tu rostro, y que vives.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40

V/. El Señor es quien salva a los justos.
R/. El Señor es quien salva a los justos.
V/. Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
V/. El Señor vela por los días de los buenos, y su herencia durará siempre;
no se agostarán en tiempo de sequía, en tiempo de hambre se saciarán. R/.
V/. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados, la extirpe de los malvados se extinguirá. R/.
V/. El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra, - Los libra de los malvados y los salva, porque se acogen a él. R/.

EVANGELIO
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 16-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
Todos os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará.
Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del Hombre.
Pañabra del Señor

jueves, 9 de julio de 2015

JUEVES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Para salvación me envió Dios a Egipto

Lectura del libro del Génesis 44, 18-21. 23b-29; 45, 1-5

En aquellos días, Judá se acercó a José y le dijo: —Permite a tu siervo hablar en presencia de su señor; no se enfade mi señor conmigo, pues eres como el Faraón.
Mi señor interrogó a sus siervos: ¿Tenéis padre o algún hermano? » , y respondimos a mi señor: «Tenemos un padre anciano y un hijo pequeño que le ha nacido en la vejez; un hermano suyo murió, y sólo le queda éste de aquella mujer; su padre lo adora» Tú dijiste: «Traédmelo para que lo conozca. Si no baja vuestro hermano menor con vosotros, no volveréis a verme» Cuando subimos a casa de tu siervo, nuestro padre, le contamos todas las palabras de mi señor; y nuestro padre nos dijo: «Volved a comprar unos pocos víveres» Le dijimos: «No podemos bajar si no viene nuestro hermano menor con nosotros»; él replicó: «Sabéis que mi mujer me dio dos hijos: uno se apartó de mí y pienso que lo ha despedazado una fiera, pues no he vuelto a verlo; si arrancáis también a éste de mi presencia y le sucede una desgracia, daréis con mis canas, de pena, en el sepulcro»
José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó: —Salid todos de mi presencia.
Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos.
Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón.
José dijo a sus Hermanos: —Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?
Sus hermanos, perplejos, se quedaron sin respuesta.
José dijo a sus Hermanos: —Acercaos a mí.
Se acercaron, y les repitió: —Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios.
Pero ahora no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido
aquí; para salvación me envió Dios delante de vosotros.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 104, 16-17. 18-19. 20-21
V/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
V/. Llamó al hambre sobre aquella tierra: cortando el sustento del pan;
por delante había enviado a un hombre,
a José, vendido como esclavo. R/.
V/. Le trabaron los pies con grillos, le metieron el cuello en la argolla, hasta que se cumplió su predicción, y la palabra del Señor lo acreditó. R/.
V/. El rey lo mandó desatar, el Señor de pueblos le abrió la prisión, lo nombró administrador de su casa, señor de todas sus posesiones. R/.


EVANGELIO
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.
No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento.
Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis.
Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella.
Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies.
Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo.
Palabra del Señor

miércoles, 8 de julio de 2015

MIÉRCOLES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Estamos pagando el delito contra nuestro hermano

Lectura del libro del Génesis 41, 55-57; 42, 5-7. 17-24a

En aquellos días, llegó el hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan al Faraón; el Faraón decía a los egipcios: —Dirigíos a José y haced lo que él os diga.
Cuando el hambre cubrió toda la tierra, José abrió los graneros y repartió raciones a los egipcios, mientras arreciaba el hambre en Egipto.
Y de todos los países venían a Egipto a comprarle a José, porque el hambre arreciaba en toda la tierra.
Los hijos de Israel fueron entre otros a comprar grano, pues había hambre en Canaán.
José mandaba en el país y distribuía las raciones a todo el mundo.
Vinieron, pues, los hermanos de José y se postraron ante él,
rostro en tierra.
Al ver a sus hermanos José los reconoció, pero él no se dio a conocer, sino que les habló duramente: — ¿De dónde venís?
Contestaron: —De tierra de Canaán a comprar provisiones.
Y los hizo detener durante tres días.
Al tercer día les dijo: —Yo temo a Dios, por eso haréis lo siguiente, y salvaréis la vida: Si sois gente honrada, uno de vosotros quedará aquí encarcelado, y los demás irán a llevar víveres a vuestras familias hambrientas; después me traeréis a vuestro hermano menor; así probaréis que habéis dicho la verdad y no moriréis.
Ellos aceptaron, y se decían: —Estamos pagando el delito contra nuestro hermano, cuando le veíamos suplicarnos angustiado y no le hicimos caso; por eso nos sucede esta desgracia.
Intervino Rubén: — ¿No os lo decía yo: «no pequéis contra el muchacho», y no me hicisteis caso? Ahora nos piden cuentas de su sangre.
Ellos no sabían que José les entendía, pues había usado intérprete.
El se retiró y lloró; después volvió a ellos.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 32, 2-3. 10-11. 18-19

V/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
V/. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones. R/.
V/. El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. R/.
V/. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y a reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

EVANGELIO
Id a las ovejas descarriadas de Israel

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 1-7

En aquel tiempo, Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, el llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el fanático, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca.
Palabra del Señor

martes, 7 de julio de 2015

MARTES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Te llamarás Israel, porque has luchado con dioses y has podido

Lectura del libro del Génesis 32, 22-32

En aquellos días, todavía de noche se levantó Jacob, tomó a las dos mujeres, las dos siervas y los once hijos y cruzó el vado de Jacob; pasó con ellos el torrente e hizo pasar cuanto poseía. Y él se quedó solo.
Un hombre luchó con él hasta la aurora; y viendo que no le podía, le tocó la articulación del muslo, y se la dejó tiesa mientras peleaba con él. Y el hombre le dijo: —Suéltame, que llega la aurora
Respondió: —No te soltaré hasta que me bendigas.
Y le preguntó: — ¿Cómo te llamas ?
Contestó: —Jacob.
Le replicó: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado
con dioses y con hombres y has podido.
Jacob, a su vez, preguntó: —Dime tu nombre.
Respondió: — ¿Por qué me preguntas mi nombre?
Y le bendijo.
Jacob llamó aquel lugar Penuel, diciendo: —He visto a Dios cara a cara y he quedado vivo.
Cuando atravesaba Penuel salía el sol, y él iba cojeando.
Por eso los israelitas, hasta hoy no comen el tendón de la articulación del muslo, porque Jacob fue herido en dicho tendón del muslo.
Palabra de Dios
 
Salmo responsorial Sal 16, 1. 2-3. 6-7. 8 y 15
V/. Con mi apelación, Señor, vengo a tu presencia.
R/. Con mi apelación, Señor, vengo a tu presencia.
V/. Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño. R/.
V/. Emane de ti la sentencia, miren tus ojos la rectitud.
Aunque sondees mi corazón, visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego, no encontrarás malicia en mí. R/.
V/. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío,
inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha. R/.
V/. Guárdame como a las niñas de tus ojos
a la sombra de tus alas escóndeme.
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.

EVANGELIO
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 32-38

En aquel tiempo, llevaron a Jesús un endemoniado mudo.
Echó al demonio, y el mudo habló.
La gente decía admirada: Nunca se ha visto en Israel cosa igual.
En cambio, los fariseos decían: Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios.
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias.
Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.
Palabra del Señor

lunes, 6 de julio de 2015

LUNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Vio una escalinata y ángeles de Dios que subían y bajaban y a Dios que hablaba

Lectura del libro del Génesis 28, 10-22

En aquellos días, Jacob salió de Berseba en dirección a Harán.
Casualmente llegó a un lugar y se quedó allí a pernoctar porque ya se había puesto el sol.
Cogió de allí mismo una piedra, se la colocó a guisa de almohada y se echó a dormir en aquel lugar.
Y tuvo un sueño: Una escalinata, apoyada en la tierra, con la cima tocaba el cielo.
Ángeles de Dios subían y bajaban por ella.
El Señor estaba en pie sobre ella y dijo: —Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abrahán y el Dios de Isaac.
La tierra, sobre la que estás acostado, te la daré a ti y a tu descendencia.
Tu descendencia se multiplicará como el polvo de la tierra, y
ocuparás el oriente y el occidente, el norte y el sur; y todas las naciones del mundo se llamarán benditas por causa tuya y de tu descendencia.
Yo estoy contigo; yo te guardaré donde quiera que vayas, y te volveré a esta tierra y no te abandonaré hasta que cumpla lo que he prometido.
Cuando Jacob despertó dijo: —Realmente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía.
Y, sobrecogido, añadió: —Qué terrible es este lugar: no es sino la casa de Dios y la puerta del cielo.
Jacob se levantó de madrugada, tomó la piedra que le había servido de almohada, la levantó como estela y derramó aceite por encima.
Y llamó a aquel lugar «Casa de Dios» ; antes la ciudad se llamaba Luz.
Jacob hizo un voto diciendo: —Si Dios está conmigo y me guarda en el camino que estoy haciendo, si me da pan para comer y vestidos para cubrirme, si vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios, y esta piedra que he levantado como estela será una casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 90, 1-2. 3-4. 14-15ab

V/. Dios mío, confío en ti.
R/. Dios mío, confío en ti.
V/. Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti» R/.
V/. El te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás. R/.
V/. Se puso junto a mí: lo libraré;
Lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé;
con él estaré en la tribulación.

EVANGELIO
Mi hija acaba de morir.
Pero ven tú, y vivirá

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: Mi hija acaba de morir.
Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.
Jesús lo siguió con sus discípulos.
Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió, y al verla le dijo: ¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: ¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida. Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.
Palabra del Señor