lunes, 23 de septiembre de 2024

LUNES DE LA VIGÉSIMA QUINTA SEMANA, SAN PÍO DE PIETRELCINA, presbítero, m. obligatoria

PRIMERA LECTURA
El Señor aborrece al perverso

Lectura del libro de los Proverbios 3, 27-34

Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano hacérselo.
Si tienes, no digas al prójimo: «Anda, vete; mañana te lo daré».
No trames daños contra tu prójimo, mientras él vive confiado contigo; no pleitees con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño; no envidies al violento.
ni sigas su camino; porque el Señor aborrece al perverso, pero se confía a los honrados; el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del justo; se burla de los burlones y concede su favor a los humildes: otorga honores a los sabios y reserva baldón para los necios.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5.
V/. El justo habitará en tu monte santo, Señor.
R/. El justo habitará en tu monte santo, Señor.

V/. El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. R/.

V/. El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R/.

V/. El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra, nunca fallará. R/.


EVANGELIO
El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz.
Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.
Palabra del Señor.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Beatos JOSÉ APARICIO y 232 MÁRTIRES




22 de septiembre


233 mártires en España, Beatos


Mártires durante la persecución religiosa en España.






233 mártires en España, Beatos




La II República española, proclamada el 14 de abril de 1931, llegó impregnada de fuerte anticlericalismo. Apenas un mes más tarde se produjeron incendios de templos en Madrid, Valencia, Málaga y otras ciudades, sin que el Gobierno hiciera nada para impedirlos y sin buscar a los responsables para juzgarles según la ley. Los daños fueron inmensos, pero el Gobierno no los reparó ni material ni moralmente, por lo que fue acusado de connivencia. La Iglesia había acatado a la República no sólo con respeto sino también con espíritu de colaboración por el bien de España. Estas fueron las instrucciones que el Papa Pío XI y los obispos dieron a los católicos. Pero las leyes sectarias crecieron día por día. En este contexto fue suprimida la Compañía de Jesús y expulsados los jesuitas.
 
Durante la revolución comunista de Asturias (octubre de 1934) derramaron su sangre muchos sacerdotes y religiosos, entre ellos los diez Mártires de Turón (9 Hermanos de las Escuelas Cristianas y un Pasionista, canonizados el 21 de noviembre de 1999).
Durante el primer semestre de 1936, después del triunfo del Frente Popular, formado por socialistas, comunistas y otros grupos radicales, se produjeron atentados más graves, con nuevos incendios de templos, derribos de cruces, expulsiones de párrocos, prohibición de entierros y procesiones, etc., y amenazas de mayores violencias.

 
Éstas se desataron, con verdadero furor, después del 18 de julio de 1936. España volvió a ser tierra de mártires desde esa fecha hasta el 1 de abril de 1939, pues en la zona republicana se desencadenó la mayor persecución religiosa conocida en la historia desde los tiempos del Imperio Romano, superior incluso a la Revolución Francesa.

 
Fue un trienio trágico y glorioso a la vez, el de 1936 a 1939, que debe ser fielmente recordado para que no se pierda la memoria histórica.

 
Al finalizar la persecución, el número de mártires ascendía a casi diez mil: 13 Obispos; 4.184 Sacerdotes diocesanos y seminaristas, 2.365 Religiosos, 283 Religiosas y varios miles de seglares, de ambos sexos, militantes de Acción Católica y de otras asociaciones apostólicas, cuyo número definitivo todavía no es posible precisar.

 
El testimonio más elocuente de esta persecución lo dio Manuel de Irujo, ministro del Gobierno republicano, que en una reunión del mismo celebrada en Valencia -entonces capital de la República-, a principios de 1937, presentó el siguiente Memorándum:
«La situación de hecho de la Iglesia, a partir de julio pasado, en todo el territorio leal, excepto el vasco, es la siguiente:

 a) Todos los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio.
 b) Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido.
 c) Una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron.   d) Los parques y organismos oficiales recibieron campanas, cálices, custodias, candelabros y otros objetos de culto, los han fundido y aún han aprovechado para la guerra o para fines industriales sus materiales.
 e) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos.
 f) Todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados y derruidos.
 g) Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso.
 h) Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención privada de imágenes y objetos de culto. La policía que practica registros domiciliarios, buceando en el interior de las habitaciones, de vida íntima personal o familiar, destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerde ».


sábado, 21 de septiembre de 2024

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Lo condenaremos a muerte ignominiosa

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos:
«Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones,
nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada;
veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida.
Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos;
lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8 (R/.: 6b)
R/. El Señor sostiene mi vida.


Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. R/.


Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. R/.


Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno. R/.



SEGUNDA LECTURA
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos:
Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males.
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera.
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra.
No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.
Palabra de Dios.


Aleluya cf. 2Ts 2, 14
Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


EVANGELIO
EL Hijo del hombre va a ser entregado.
Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos

 +Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:
—«EL Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.»
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún,y, una vez en casa, les preguntó:
—«¿De qué discutíais por el camino?»
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
—«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
—«El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»
Palabra del Señor.

21 de septiembre. SAN MATEO, APÓSTOL Y EVANGELISTA Fiesta

PRIMERA LECTURA
Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13

Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)
R. A toda la tierra alcanza su pregón.


El cielo proclama la gloria de Dios, 

el firmamento pregona la obra de sus manos: 
el día al día le pasa el mensaje, 
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien, 

sin que resuene su voz, 
a toda la tierra alcanza su pregón 
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R.

Aleluya
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.

EVANGELIO
Sígueme. Él se levantó y lo siguió

 +Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
-«Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió.
Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
-«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo:
-«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “misericordia quiero y no sacrificios”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Palabra del Señor.

viernes, 20 de septiembre de 2024

SAN EUSTAQUIO y SUS COMPAÑEROS, Mártires



20 de septiembre
SAN EUSTAQUIO  
y SUS COMPAÑEROS, Mártires


Vivid siempre alegres en el Señor;
vivid alegres, repito.
 
(Filipenses, 4, 4).

   San Eustaquio, brillante oficial de Vespasiano, persiguiendo un día a un ciervo, vio un crucifijo entre los cuernos del animal; sus grandes limosnas le merecieron esta merced del cielo. Se convirtió y se hizo bautizar con toda su familia. Dios entonces le hizo comprender lo que habría de sufrir por su gloria. En efecto, fue reducido a la mayor indigencia, y, mientras huía de su patria, fue sorprendido en el camino y le arrebataron a su mujer y a sus dos hijos. Lo hizo buscar el emperador Trajano y le dio el mando de sus ejércitos, con los que obtuvo victoria y volvió a encontrar a su mujer e hijos; pero, habiendo rehusado dar gracias a los dioses por su triunfo, fue arrojado a los leones con los suyos. Respetados por las fieras, fueron encerrados en un toro de bronce sobre el que se había encendido una gran hoguera.

VIERNES DE LA VIGÉSIMA CUARTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 12-20
Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que decía alguno que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo.
Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha hecho si es verdad que los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado.
Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados y los que murieron con Cristo, se han perdido.
Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados.
¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 16, 1. 6-7. 8 y 15
V/. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
R/. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

V/. Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño. R/.

V/. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío, inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia, tú que salvas de los adversarios a quien se refugia a tu derecha. R/.

V/. Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu semblante. R/.


EVANGELIO
Algunas mujeres acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor.

jueves, 19 de septiembre de 2024

JUEVES DE LA VIGÉSIMA CUARTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 1-11
Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe.
Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los Apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los Apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no se ha frustrado en mí.
Antes bien, he trabajado más que todos ellos.
Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 1 17, 1-2. 16ab-17, 28
V/. Dad gracias al Señor porque es bueno.
R/. Dad gracias al Señor porque es bueno.

V/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R/.

V/. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R/.

V/. Tú eres mi Dios, te doy gracias, Dios mío, yo te ensalzo. R/.


EVANGELIO
Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 7, 36-50

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él.
Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa.
Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume, y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo: Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.
Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte.
El respondió: Dímelo, maestro.
Jesús le dijo: Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta.
Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos.
¿Cuál de los dos lo amará más? Simón contestó: Supongo que aquel a quien le perdonó más.
Jesús le dijo: Has juzgado rectamente.
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella en cambio me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo.
Tú no me besaste; ella en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies.
Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume.
Por eso te digo, sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor: pero al que poco se le perdona, poco ama.
Y a ella le dijo: Tus pecados están perdonados.
Los demás convidados empezaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que hasta perdona pecados? Pero Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz.

Palabra del Señor.