viernes, 13 de junio de 2025

SAN ANTONIO DE PADUA, Presbítero, Doctor de la Iglesia



13 de Junio
SAN ANTONIO DE PADUA,
Confesor


  Serás justificado por tus palabras
y por tus palabras condenado.
(Mateo, 12,37).

   San Antonio de Padua se hizo religioso de San Francisco con el propósito de ir a morir mártir predicando la fe a los moros. La enfermedad le impidió mantener este designio. Predicó a la gente y convirtió a muchos; predicó a los peces y le escucharon. Ordenó al mulo de un hereje que adorase la Santa Hostia;  obedecióle el animal, confundióse y convirtióse su dueño. Resucitó a un muerto para justificar a su propio padre. Tenía gran devoción a la Santísima Virgen y la invocaba en todas sus tentaciones. Nuestro Señor lo asistió en la hora de su muerte, que acaeció en el año 1231, en el trigésimo sexto año de su edad.

jueves, 12 de junio de 2025

SAN JUAN DE SAHAGÚN, Confesor

12 de Junio
SAN JUAN DE SAHAGÚN,
Confesor
  No amemos de palabra y con la lengua,
sino con obras y de veras.
(1 Juan, 3, 18).

   Este santo preludió ya en su infancia el papel de predicador y de pacificador que debía desempeñar más tarde tan brillantemente y con tanto éxito. Predicaba a los niños de su edad, los exhortaba a la piedad y a la virtud, y calmaba las disputas que surgían entre ellos. Después de haber vivido edificantemente como sacerdote seglar,  entró en el convento de los Ermitaños de San Agustín, en Salamanca, y allí fue notable por su humildad, su austeridad y su celo por la oración. Encargado en seguida, del ministerio de la predicación, muy pronto renovó el aspecto de Salamanca, dividida entonces en facciones encarnizadas unas contra otras. Murió el 11 de junio de 1479.

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE, Fiesta



PRIMERA LECTURA
Santo, santo, santo es el Señor del universo.
Lectura del libro de Isaías 6, 1-4.8
En el año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.
Junto a él estaban los serafines, cada uno con seis alas: con dos alas se cubrían el rostro, con dos el cuerpo, con dos volaban, y se gritaban uno a otro diciendo:
«¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!».
Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.
Entones escuché la voz del Señor, que decía:
«¿A quién enviaré? ¿Y irá por nosotros?».
Contesté:
«Aquí estoy, mándame».
Palabra de Dios.

Sal 22, 2-3. 5. 6

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

En verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

Aleluya Ez 36, 25a. 26a

R. Aleluya, aleluya, aleluya

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará;

y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo. R.

EVANGELIO

Por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
+Lectura del santo evangelio según san Juan 17, 1-2.9. 14-26
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú has dado sobre toda la carne, dé la vida eterna a todos los que le ha dado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
Palabra del Señor

miércoles, 11 de junio de 2025

SAN BERNABÉ, Apóstol

11 de Junio
SAN BERNABÉ,
Apóstol
  Buscad la paz con todos y la santidad,
sin la cual nadie verá a Dios.
(Hebreos 12, 14).

   San Bernabé fue discípulo de Jesucristo y compañero de trabajos de San Pablo. Habiendo meditado estas palabras del Salvador: Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, vendió lo que poseía y llevó el dinero obtenido a los Apóstoles. Predicó el Evangelio en Antioquía con San Pablo. Fue enseguida con el gran Apóstol a Seleucia, después a Salamina y a Pafos; y, después de haber evangelizado también a muchos otros pueblos, murió hacia el año 60.

MEDITACIÓN SOBRE LA SANTIDAD
A LA CUAL DEBEMOS TENDER,
CADA CUAL EN SU ESTADO   
   I. Como en este mundo no hay estado o vocación en el que no se pueda uno salvar, tampoco hay alguno en el que no sea posible condenarse, porque siempre tenemos libertad para ofender a Dios. No te fíes, pues, en la santidad de tu vocación, ni en el lugar en que habitas, ni en la posición que ocupas. Ni el lugar, ni el traje, ni la profesión son las que santifican al hombre; son las buenas obras que él hace; ellas solas le seguirán al otro mundo. ¿Cómo cumples las obligaciones que te impone el estado de vida en el que Dios te ha colocado? Se merecen elogios, no por haber habitado en Jerusalén, sino por haber vivido bien en ella. (San Jerónimo).
   II. Vive conforme a tu estado. Una es la virtud del hombre de mundo, otra la del religioso. La vida del apóstol no es la del solitario. Estudia el espíritu de tu vocación y trata de conformarte a él. Si estás sometido a una regla, obsérvala; si no, cumple los mandamientos de Dios, consulta al director de tu conciencia y sigue sus consejos.
   III. Imita a los santos que han ejercido la misma profesión que tú; toma entre ellos uno por patrono y modelo, invócalo y trata de imitarlo. No hay profesión que no tenga santos; compara su vida a la tuya, imita las virtudes de que te dan ejemplo. Ten siempre el corazón vuelto hacia el cielo al cual atraen, y al cual debes ir tú mismo, pues allí es donde está Dios, tu tesoro. Que nuestro corazón esté allí donde nosotros queremos tener nuestro tesoro. (Tertuliano).

La santidad y la perseverancia en nuestra vocación
Orad por la conversión de los infieles

ORACIÓN


   Oh Dios, que nos alegráis por los méritos y la intercesión de vuestro apóstol San Bernabé, dignaos concedernos las gracias que os imploramos por su intermedio. Por J. C. N. S. Amén.

MIÉRCOLES. SAN BERNABÉ, apóstol, memoria obligatoria

 PRIMERA LECTURA

Era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 21b-26; 13, 1-3

En aquellos días, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor.
Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquélla Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.
En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Moreno, Lucio el Cireneo, Manahén, hermano de leche del virrey Herodes, y Saulo.
Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el Espíritu Santo:
-«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado.»
Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.
Palabra de Dios.


 Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6 (R.: 2b)
R. El Señor revela a las naciones su justicia.


Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.


El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.


Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R.


Tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor. R.


EVANGELIO
No he venido a abolir, sino a dar plenitud

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los Cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.

Palabra del Señor. 

martes, 10 de junio de 2025

BEATO JUAN DOMINICI, Obispo y Confesor

10 de Junio
BEATO JUAN DOMINICI(*)
Obispo y Confesor

   
   
¡Ignorante y tartamudo! No son éstas, padre prior, las mejores cualidades para un dominico. Y Juan fue rechazado. Aquélla noche Paula y Domingo lamentaron su pobreza. Su hijo era un obrero y cualquier otra aspiración fracasaría por la escasez de medios económicos. Aquel muchacho tendría que continuar partiendo el pan áspero con sus duras manos. Sin embargo, en aquel hogar pobre ardía una llama inextinguible y poderosa: Dios. Y lo llenaba todo, y todo lo envolvía y transformaba. El trabajo, duro y necesario, era un paréntesis que se abría, de madrugada, en la iglesia de los dominicos de Santa María-Novella, y se cerraba allí mismo con la tarde.
   Su carácter viril y la voz de Dios vitalmente sentida le determinan a pedir nuevamente el ingreso en la Orden de Predicadores. Los Padres comprendieron que aquel joven tenía en su vida un camino único, que nacía allí, en Santa María-Novella. Y, sin querer parar mientes en su aspecto rústico y la torpeza de su decir, Juan fue admitido.

MARTES DE LA DÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Jesús no fue primero «sí» y luego «no» ; en él todo se ha convertido en un «sí»

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 18-22

Hermanos: ¡Dios me es testigo!
La palabra que os dirigimos no fue primero «sí» y luego «no»
Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertirlo en un «sí» en él todas las promesas han recibido un «sí».
Y por él podemos responder «Amén» a Dios, para gloria suya.
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros.
El nos ha ungido, El nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 118, 129. 130. 131. 132. 133. 135
V/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
 
V/. Tus preceptos son admirables, por eso los guarda mi alma. R/.
V/. La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes. R/.
V/. Abro la boca y respiro ansiando tus mandamientos. R/.
V/. Vuélvete a mí y ten misericordia, como es tu norma con los que aman tu nombre. R/.
V/. Asegura mis pasos con tu promesa, que ninguna maldad me domine. R/. R/.
V/. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus leyes. R/.


EVANGELIO
Vosotros sois la luz del mundo
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra.
Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo.
No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.