6 de abril
SAN GUILLERMO,(*)
Abad
SAN GUILLERMO,(*)
Abad
Examinad todo, y ateneos a lo bueno.
(1 Tesalonicenses, 5, 21).
San Guillermo nació en París y fue
educado en el monasterio de San Germán del Prado. La regularidad de su conducta
y la inocencia de sus costumbres lo constituyeron en ejemplo vivo para toda la
comunidad. Entró en la orden de los Canónigos Regulares y mereció que lo
eligieran subprior. El obispo de Roskilda, en Dinamarca, sabedor de sus
virtudes, lo llamó a su diócesis y le encargó la dirección de los Canónigos
Regulares de Eskilso, a quienes gobernó durante treinta años en calidad de
abad. Lleno de virtudes y de méritos murió el 6 de abril de
1203.
I. Debes elegir un género de vida. A fin
de que no te arrepientas de la elección que hagas, ruega insistentemente a Dios
que te haga conocer su santa voluntad, y mantente presto a ejecutar sus órdenes
desde que te sean conocidas. Consulta en seguida a tu director espiritual,
quien, con relación a ti, hace las veces del mismo Dios, y dile lo que te haya
inspirado el Señor. La acertada elección del camino para seguir, depende de
Dios; Él te ayudará, si demuestras entera sumisión a su voluntad.
II. Examina después las razones que
puedan inclinarte a tal o cual género de vida, y las que puedan apartarte de
él. Deducirás estas razones del fin para el cual estás en este mundo. No estás
aquí sino para salvarte; que tu salvación sea, pues, la regla de tu elección:
mira en qué estado puedes trabajar en esto más fácilmente. Haz lo que
aconsejarías a un amigo que se encontrase en tu situación, y considera aquello
que, en la hora de tu muerte, querrías haber hecho.
III. Cuando hayas conocido la voluntad de
Dios, ejecútala prontamente; porque es burlarse de Dios consultarlo y, después,
despreciar sus inspiraciones. No temas las dificultades, Dios te dará las
gracias necesarias para superarlas. Contigo trabajará, pues trabajas con Él.
Que tu salvación sea la regla única de tu conducta. ¿De qué le sirve al
hombre amontonar todo lo que está fuera de él, y perderse él mismo? (San
Gregorío).
El examen de conciencia
Orad por las congregaciones religiosas.
Orad por las congregaciones religiosas.
ORACIÓN
Señor, haced, os lo suplicamos, que la
intercesión del bienaventurado Guillermo, abad, nos haga agradables a vuestra
Majestad, a fin de que obtengamos por sus oraciones lo que no podemos esperar
de nuestros méritos. Por J. C. N. S.
- * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)