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5 de marzo
SAN ADRIAN,
Mártir![]()
¡Ay de vosotros los ricos!, porque ya 
tenéis
vuestro consuelo en este mundo.
(Lucas, 6, 24) .
vuestro consuelo en este mundo.
(Lucas, 6, 24) .
      San
  Adriano se trasladó a Cesárea para visitar en sus calabozos a los confesores
  de la fe, y fue detenido en las puertas de la ciudad. Interrogado acerca del
  motivo de su viaje, confesó ingenuamente la verdad y fue conducido a
  presencia del gobernador, quien lo hizo  desgarrar con uñas de hierro y lo
  condenó en seguida a ser arrojado a las fieras. Como éstas lo respetaron, fue
  degollado; corría el año 308 
. 
MEDITACIÓN 
LOS RICOS SON DESGRACIADOS 
EN ESTE y EN EL OTRO MUNDO 
I. No
  obstante que los hombres miren a los ricos como dichosos en este mundo, en
  realidad son desgraciados. Preciso es que sin descansar trabajen para
  adquirir y conservar sus riquezas; el deseo de aumentarlas y el temor de
  perderlas los atormentan sin cesar. Hasta son tan ciegos que no pocas veces
  no se sirven de sus riquezas, por miedo de verlas  disminuir. No gozan los bienes de la tierra,
  y no gozarán los del cielo. 
II.
  Considera al rico en la hora de la muerte. Dime por favor, ¿en cuánto estima
  ahora las riquezas que debe abandonar? ¡Ay! ¡con qué dolor conoce que ha de
  morir pronto, para ir a dar cuenta de su vida a ese Dios que tanto amó la
  pobreza y que despreció las riquezas! ¡Muerte cruel!, exclamaba un rey en sus últimos
  momentos, ¿así es cómo me separas de lo que tanto amé? (Libro de los Reyes). 
III. ¿Los
  ricos serán felices por lo menos después de su muerte? ¿Lo podrían esperar,
  si no redimieron sus pecados mediante sus limosnas? Sus riquezas les
  proporcionaron los medios para cometer impunemente toda clase de crímenes;
  porque raro es dar con un hombre que solamente haga lo que debe, cuando tiene
  el poder de hacer todo lo que quiere. No sin razón Jesús dice a menudo que es
  difícil que un rico entre en el cielo. Él no quiso discípulos ricos en la
  tierra; ¡cuán para temer es que no reciba a muchos ricos en el cielo! Cristo, que es pobre, desprecia a
  los discípulos ricos. (San Cipriano). 
El desprecio de las riquezas 
Orad por los pobres. 
ORACIÓN 
   Dios
  todopoderoso, Os suplicamos hagáis que la intercesión del bienaventurado
  Adriano, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique
  en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén. 
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