PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y marchó
tras Elías
Lectura del primer libro de los Reyes
19, 19-21
En aquellos días, Elías
se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas
en fila, y él llevaba la última.
Elías pasó a su lado y
le echó encima su manto.
Entonces Eliseo,
dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió:
–Déjame decir adiós a
mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías contestó:
–Ve y vuelve, ¿quién te
lo impide?
Eliseo dio la vuelta,
cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y
ofreció de comer a su gente.
Luego se levantó,
marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.
Palabra de
Dios.
Salmo responsorial Sal 15,
1-2a y 5. 7-8. 9-10
R. Tú eres,
Señor, el lote de mi heredad.
Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti;
yo digo al Señor: Tú
eres mi bien.
El Señor es el lote de
mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu
mano. R.
Bendeciré al Señor que
me aconseja,
hasta de noche me
instruye internamente.
Tengo siempre presente
al Señor,
con él a mi derecha no
vacilaré. R.
Por eso se me alegra el
corazón,
se gozan mis entrañas
y mi carne descansa
serena:
porque no me entregarás
a la muerte
ni dejarás a tu fiel
conocer la corrupción. R.
EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51
Conservaba todo esto en su corazón
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas
de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la
costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada
y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te
buscábamos angustiados.»
Él les contestó:
-«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la
casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con
ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su
corazón.
Palabra del Señor.