11 de agosto
SANTA SUSANA ROMANA,
Mártir
Mártir
Digo a las personas no casadas y viudas:
bueno les
es si así permanecen, como también permanezco yo.
(1 Corintios, 7, 8).
es si así permanecen, como también permanezco yo.
(1 Corintios, 7, 8).
Susana, virgen romana, el mismo día rehusó,
por guardar su virginidad, aceptar por esposo a Galerio Máximo, hijo del
emperador Diocleciano, fue sometida a crueles tormentos y, al fin, decapitada
en su palacio, hacia el año 295.
I. Dios quiere ser amado; ahora bien,
para amarlo perfectamente, no hay estado más ventajoso que el de la castidad.
"La que vive con un esposo, dice San Pablo, busca agradar a su esposo;
pero una virgen no piensa sino en agradar a Dios". Oh divino Esposo de
nuestras almas, ¡cuán dulce el amaros! ¿Quién os iguala en belleza, en bondad y
en riquezas? Busca tu esposo semejante a Jesucristo; si encuentras uno, ámalo,
adhiérete a él, si no, no te alejes de Jesús.
II. Testimonio de mucho amor por
Jesucristo es sufrir mucho por Él y privarse, para agradarle, de los gozos terrenales; pues bien, eso es lo
que hace un cristiano mediante la castidad: es preciso que se mortifique, que
renuncie a todos los placeres de los sentidos, que se haga continua violencia.
Se vio a muchos exponerse a sufrimientos, a la muerte misma, para agradar a una
creatura cuya belleza los había seducido; ¡Y para agradar a Dios nada se quiere
hacer! Si tanto se estima una perla falsa, ¡cuánto no habrá de estimarse una
perla preciosa! (Tertuliano).
III. El sacrificio es el mayor honor que
podemos tributar a Dios. Ahora bien, el hombre casto sacrifica su cuerpo como
hostia viva. El amor divino es el fuego que consume esta inocente víctima; el
sacrificador y la víctima son el corazón y el cuerpo del cristiano. Este
holocausto dura lo que dura la vida; por esto la castidad es un martirio,
aparentemente menos cruel que el que los tiranos hicieron sufrir a los primeros
cristianos, pero en realidad más penoso a causa de su larga duración. La castidad conservada implica
también su martirio. (San Jerónimo).
La castidad
Orad por las vírgenes.
Orad por las vírgenes.
ORACIÓN
Haced, Señor, que seamos sostenidos por
la asistencia continua de vuestra bienaventurada mártir Susana, ya que no
cesáis de mirar favorablemente a quienes acordáis tales socorros. Por J. C. N.
S. Amén.