sábado, 22 de junio de 2013

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA

Mirarán al que traspasaron

Lectura del Profeta Zacarías 12, 10–11
Esto dice el Señor:
Derramaré sobre la dinastía de David
y sobre los habitantes de Jerusalén
un espíritu de gracia y de clemencia.
Me mirarán a mí, a quien traspasaron,
harán llanto como llanto por el hijo único,
y llorarán como se llora al primogénito.
Aquel día será grande el luto de Jerusalén,
como el luto de Hadad–Rimón en el valle de Meguido.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 62. 2. 3-4- 5-6. 8-9
R.  Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu, fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.
Toda mi vida te bendeciré,
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti
y tu diestra me sostiene. R.


SEGUNDA LECTURA

Los que habéis sido bautizados, os habéis revestido de Cristo

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 3, 26-29
Hermanos:
Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo,
os habéis revestido de Cristo.
Ya no hay distinción entre judíos y gentiles,
esclavos y libres, hombres y mujeres,
porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Y si sois de Cristo,
sois descendencia de Abrahán,
y herederos de la promesa.

Palabra de Dios.

Aleluya Jn 10, 27
Mis ovejas oyen mi voz, dice el Señor;
y Yo las conozco, y me siguen.

EVANGELIO
Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 18-24
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
–¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron:
–Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
El les preguntó:
–Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:
–El Mesías de Dios.
El les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
–El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Y, dirigiéndose a todos, dijo:
–El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.


Palabra del Señor.