Os he desposado con el único Esposo que es
Jesucristo,
para presentaros a Él como una virgen pura.
(2 Corintios, 11, 2).
para presentaros a Él como una virgen pura.
(2 Corintios, 11, 2).
Santa Úrsula, hija de un rey de
Inglaterra, y once mil vírgenes, compañeras suyas, fueron embarcadas en Londres
por orden del tirano Máximo para ser transportadas a Bretaña, donde debían ser
casadas con los soldados que habían conquistado a ese país. Sorprendidas por
una tempestad, fueron arrojadas en las costas de la Germania. Allí dieron con
unos piratas que quisieron hacerlas víctimas de sus pasiones; pero ellas,
animadas por Úrsula, prefirieron morir a dejarse arrebatar su virginidad.
I. Santa Úrsula exhorta a sus
compañeras a morir antes que consentir en la pérdida de la castidad. Su ejemplo
las anima más que sus palabras. Mueren todas, pero mueren castas e inocentes.
Aprende de esto a renunciar a la vida que te es común con las bestias, antes
que perder la pureza que te hace semejante a los ángeles, y la gracia que hace
de nosotros hijos adoptivos de Dios. ¡Antes morir que mancharse! que ésta sea tu
divisa; y, siguiendo el ejemplo de Santa Úrsula, inspira los mismos
sentimientos a los que están bajo tu guía.
II. Entre estas once mil vírgenes, una
hubo que careció de valor: escondióse para evitar la muerte. Nada es perfecto
en este mundo, preciso es que haya sombras y faltas; existen hombres
imperfectos en los monasterios más santos y en las congregaciones más
fervorosas. Que aquél que está en pie se cuide de no caer. Humíllate: San Pedro
negó a Jesucristo. Judas lo traicionó: ¡los dos sin embargo eran apóstoles!
III. De once mil vírgenes, una sola
rehuye el martirio. En la vida religiosa, por un imperfecto y un tibio, se
encuentra a varios fervorosos y excelentes servidores de Dios. Y, todavía, esta
virgen, llamada Córdula, animada por el generoso ejemplo de sus compañeras,
salió al día siguiente de su escondite y sufrió ella también el martirio. Tal
es la ventaja que se obtiene de la compañía de personas virtuosas: se cae con
menor frecuencia, uno levántase con mayor rapidez, hasta se aprovecha de las
caídas para redoblar el fervor. Si estás tú imposibilitado de evitar ocasiones
de ofender a Dios, vela sobre ti con mayor cuidado. En la vida religiosa, el hombre vive
una vida más pura, cae más raramente, levántase más rápido y avanza con más
precaución. (San Bernardo).
La caridad
Orad por la Orden de las Ursulinas.
Orad por la Orden de las Ursulinas.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, concedednos la
gracia de celebrar las victorias de Santa Úrsula y sus compañeras, mártires,
con devoción duradera, a fin de que, si no podemos rendirles todo el honor que
ellas merecen, por lo menos les presentemos nuestros humildes homenajes. Por J.
C. N. S. Amén.