sábado, 24 de diciembre de 2022

24 Sábado por la tarde: NATIVIDAD DEL SEÑOR. MISA DE LA VIGILIA

NAVIDAD

NATIVIDAD DEL SEÑOR
MISA DE LA VIGILIA

PRIMERA LECTURA
El Señor te prefiere a ti
Lectura del libro de Isaías 62, 1-5
Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes, tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «abandonada»,
ni a tu tierra «devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»;
porque el Señor te prefiere a ti
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 88, 4-5. 16-17. 27 y 29
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. El me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.


SEGUNDA LECTURA
Pablo da testimonio de Cristo, Hijo de David
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 13, 16-17. 22-25
Al llegar a Antioquía de Pisidia, Pablo se puso en pie en la sinagoga y, haciendo seña de que se callaran, dijo:
—Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad:
El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto, y con brazo poderoso los sacó de allí.
Y después suscitó a David por rey; de quien hizo esta alabanza:
«Encontré a David, hijo de Jesé,
hombre conforme a mi corazón,
que cumplirá todos mis preceptos.»
De su descendencia, según lo prometido, sacó Dios un Salvador para Israel: Jesús.
Juan, antes de que él llegara, predicó a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversión; y cuando estaba para acabar su vida, decía:
—Yo no soy quien pensáis, sino que viene detrás de mí uno a quien no merezco desatarle las sandalias.
Palabra de Dios.

Aleluya
Aleluya, aleluya.
Mañana quedará borrada la maldad de la tierra,
y será nuestro rey el Salvador del mundo.
Aleluya.

EVANGELIO
Genealogía de Jesucristo, Hijo de David
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 1, 1-25
 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce, desde David hasta la deportación a Babilonia catorce y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías catorce. 
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
La madre de Jesús estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
—José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrá por nombre Enmanuel
que significa “Dios con nosotros”.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor, y se llevó a casa a su mujer.
Y sin que él hubiera tenido relación con ella, dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Jesús.
Palabra del Señor.