7 de febreroSAN ROMUALDO,*
Abad
Velad y orad para que no caigáis en la tentación.
El espíritu en verdad está pronto,
pero la carne es flaca.
(Marcos 14, 38).
  
    
      
El espíritu en verdad está pronto,
pero la carne es flaca.
(Marcos 14, 38).
San Romualdo, fundador de los camaldulenses, vivió desordenadamente sus primeros años; empero, habiendo acompañado a su padre a un duelo, la muerte del adversario, que era un pariente, tan hondamente lo impresionó, que se retiró a un monasterio y persuadió a su padre a hacer otro tanto. Al trabajo manual unía rigurosos ayunos e increíble fervor de oración. No podía soportar que se rezase con tibieza. "Es mejor, decía, recitar con fervor un solo salmo, que no cien con indolencia". Murió en el año 1027.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA ORACIÓN
SOBRE LA ORACIÓN
    I. Es preciso rezar a Dios varias veces durante el 
día, pero sobre todo por la mañana al
 levantarse, y por la noche antes de acostarse. Asimismo sería menester
 rezar a Dios en todos los momentos del día, porque a cada momento 
recibimos beneficios del cielo.
 ¡Encontramos tantas coyunturas para hablar a los hombres, y no las 
hallamos para hablar a Dios! ¿Cuántas veces por día rezas a Dios? 
Examínate,
 humíllate, determina el tiempo que quieres consagrar a la oración, y sé
 fiel a la resolución que hayas
 adoptado.
    II. Dices que tienes muchas ocupaciones que te 
impiden dedicarte a orar como quisieras; te respondo con San Gregorio: 
"Cuanto más agobiado estés de trabajo, más debes orar, porque tienes 
necesidad del auxilio del cielo para hacerlo bien y para no pecar en las
 ocasiones en que te encontrares. Consulta a Dios en todas tus empresas;
 pídele sus luces y sus auxilios, y tendrás éxito".
    III. Si te falta tiempo para tus ejercicios de piedad, sigue el consejo de Jesucristo: Vigilad y orad. Quítale
 una media hora a tu sueño, no te molestará; tantos lo hacen, y cumplen 
con sus deberes de estado tanto o mejor que tú. Con tanta frecuencia
 trasnochas para divertirte, o para ocuparte de tus negocios; quita algo
 a esas ocupaciones que te amargan la vida y que no te dejan tiempo para
 pensar en Dios.
 Desecha todo lo que te hace la vida presente corta para el trabajo y larga para el dolor. (San
 Euquerio).
La Oración 
Orad por el acrecentamiento
de la devoción
Orad por el acrecentamiento
de la devoción
ORACIÓN
   Haced, os suplicamos, Señor, que la
intercesión de San Romualdo, abad, nos haga agradables ante Vuestra Majestad, y que obtengamos, por sus
oraciones, las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos.  Por J.
C. N. S. Amén.
 
Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. 
ICTION, BuenosAires, 1982) 
