23 de marzo
SAN VICTORIANO, Mártir
En el mundo tendréis grandes tribulaciones, 
pero
tened confianza: Yo he vencido al mundo.(Juan, 16,33). 
   Hunerico, rey de los vándalos, queriendo ganar para la causa 
arriana a Victoriano, procónsul de Cartago, le mandó decir que si consentía en 
abandonar el cristianismo, lo colmaría de honores. Victoriano respondió a los 
emisarios: "Id a decir al rey que yo pongo mi confianza en Jesucristo y que los 
suplicios no me espantan. Nunca consentiré en abandonar la Iglesia católica, en 
la que he sido formado, y aun cuando no hubiese sino la vida presente, no quiero 
pagar con ingratitud a Dios que me ha colmado de beneficios. Furioso Hunerico 
con esta respuesta, lo hizo morir en medio de los más crueles tormentos, 
corriendo el año 484.
 
 
MEDITACIÓN EN QUIÉN DEBEMOS 
PONER  
NUESTRA 
CONFIANZA 
   I. No pongas tu confianza en los hombres, porque muy 
frecuentemente o no pueden o no quieren ayudar a los que penan. Tus amigos son 
inconstantes y no piensan sino en sus intereses; en el mejor de los casos no te 
pueden hacer bien sino en esta vida; no pueden darte el paraíso. A pesar de 
ello. ¿cuánto tiempo pierdes en procurarte amigos en la tierra? ten cuidado. 
Procúrate la amistad de Dios. Pon tu confianza en Él y no te quejes si el mundo 
te abandona, pues Dios está presente cuando el mundo está alejado. (San 
Pedro Crisólogo). 
   II. No confíes en ti, piensa por lo contrario que eres el más 
débil de los hombres. Sin el auxilio de Dios, sólo puedes ofenderlo; ten cuidado 
Él te negará ese socorro si pones tu confianza en tus propias fuerzas. ¿No 
experimentaste ya bastante tu debilidad? Que conozca yo mi fragilidad, a fin de 
desconfiar de mí; mas, que también conozca tu bondad, oh Dios mío, a fin de no 
dejarme llevar de la desesperación. 
   III. Ten confianza en Dios, Él quiere salvarte; nada te 
negará, puesto que te dio a Jesucristo, su Hijo unigénito. Ten confianza en 
Jesucristo, que tanto ha hecho y tanto ha sufrido por tu salvación; ¿crees que 
te abandona? Pídele, por los méritos de su Pasión, las gracias que necesitas. 
¿Qué confianza tienes en Jesucristo? ¿Qué le pides? Muchos hombres piden a 
Dios tesoros y bienes de la tierra; en cuanto a ti, no pidas a Dios sino Dios 
mismo. (San Agustín). 
  
 
 
La paciencia Orad por los que os 
gobiernan. 
 
 
ORACIÓN 
   Dios omnipotente, haced, os lo suplicamos, que 
la intercesión del bienaventurado Victoriano vuestro mártir, cuyo nacimiento al 
cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro Santo Nombre. Por J. C. 
N. S. Amén. 
 |