13 de noviembre
SAN ESTANISLAO DE KOSTKA,
Confesor
SAN ESTANISLAO DE KOSTKA,
Confesor
Dios, por el cual habéis sido llamados a
la compañía
de su Hijo Jesucristo Nuestro Señor, es fiel.
(1 Corintios, 1, 9).
de su Hijo Jesucristo Nuestro Señor, es fiel.
(1 Corintios, 1, 9).
San Estanislao, gentilhombre polaco, fue
invitado por la Santísima Virgen en persona a entrar en la Compañía de Jesús.
Gravemente enfermo en Viena en casa de un perverso luterano, dos veces recibió
la Santa Comunión de mano de los ángeles. De allí fue a encontrar a San Pedro Canisio y después, disfrazado de pobre peregrino,
se fue a pie a Roma, junto a San Francisco de Borja.
Fue modelo de santidad durante su noviciado. Tal era su amor para con Dios que
era menester, para moderar su ardor, aplicarle paños húmedos sobre el pecho.
Murió según su deseo el 15 de agosto, fiesta de la Asunción, el año 1568, a la
edad de 18 años.
I. Este joven conservó una pureza
angélica en medio de la corrupción del mundo, gracias a su devoción a la
Santísima Virgen, a su espíritu de mortificación y a la frecuencia en recibir
los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Sin la piedad y la
mortificación, no conservarás tú nunca la inocencia ni la gracia de Dios en el
mundo. La mortificación nos despega de las creaturas; la piedad nos une al
Creador.
II. Durante su noviciado, trabajó por
adquirir la santidad, con tanto ardor como si antes hubiese sido un gran
pecador. Si, por la gracia de Jesucristo, te has desembarazado de los bienes
del mundo, esfuérzate como valiente atleta de Jesucristo, en desapegarte de ti
mismo. He aquí el medio de ser coronado durante toda la eternidad. El atleta no obtiene victoria por el
solo hecho de desvestirse para la lucha: será coronado sólo después de haber
combatido valerosamente. (San Paulino).
III. El amor divino desató su hermosa
alma de su casto cuerpo con muerte exenta de dolor, de temor y de tristeza.
Nada le costaba dejar el mundo con sus riquezas y sus placeres: había
abandonado todo esto por Jesucristo. Antes bien, ¡cuán dulce le era ir a
recibir la recompensa que Jesús ha prometido a los que renuncian a todo para
seguirlo! El camino que tomó abrazando la vida religiosa es, lo confieso,
angosto y difícil, pero conduce a la felicidad. El camino del mundo es ancho y
cómodo, pero conduce al precipicio. La vía es estrecha, pero conduce al
cielo. (San Clemente de Alejandría).
La devoción
Orad por los que se consagran
a la vida religiosa.
Orad por los que se consagran
a la vida religiosa.
ORACIÓN
Oh Dios, que entre otros milagros de
vuestra sabiduría habéis dado, a una edad todavía tierna, una santidad
consumada, haced os lo suplicamos que a ejemplo del bienaventurado Estanislao,
ganando el tiempo perdido mediante un trabajo asiduo, marchemos rápidamente
hacia el descanso eterno. Por J. C. N. S. Amén.