miércoles, 14 de diciembre de 2011

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Cielos, destilad el rocío
Lectura del libro de Isaías 45, 6b-8. 18. 21b-26
«Yo soy el, Señor, y no hay otro:
artífice de la luz, creador de las tinieblas,
autor de la paz, creador de la desgracia;
yo, el Señor, hago todo esto.
Cielos, destilad el rocío;
nubes, derramad la victoria;
ábrase la tierra, y brote la salvación,
y con ella germine la justicia;
yo, el Señor, lo he creado.»
Así dice el Señor, creador del cielo
–él es Dios–,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor, y no hay otro.
No hay otro Dios fuera de mí.
Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios, y no hay otro.
Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
"Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua";
dirán: "Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder."
A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él;
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.» 

Palabra de Dios.



Salmo responsorial Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14 (R.: cf. Is 45, 8)

R. Cielos, destilad el rocío;
      nubes, derramad al justo.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

La misericordia y la fidelidad se encuentra
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.



Aleluya  Is 40, 9-10
Alza fuerte la voz, heraldo;
mirad, el Señor Dios llega con poder.



EVANGELIO

Anunciad a Juan lo que habéis visto y oído
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:
–«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»
Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron:
–«Juan, el Bautista, nos ha mandado a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?"»
Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Después contestó a los enviados:
–«Id a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí.» 

Palabra del Señor.