sábado
28 Abril 2012
San Luis María Grignion de Montfort
San Luis María Grignion de Montfort
Presbítero (1673-1716) Es el famoso autor de uno de los libros más
preciosos y más divulgados sobre la Virgen María: La verdadera devoción a la
Virgen María y también el celoso apóstol de la Consagración filial o Santa
Esclavitud en honor de esta misma Señora. Nació de padres cristianos en
Montfort (Bretaña francesa) el año 1673. Fue el segundo de dieciocho hermanos.
Su padre era muy autoritario y de un temperamento un tanto brusco.
Quizá de él heredó nuestro Santo este mismo temperamento contra el que luchó
durante toda su vida. Pasó su infancia con una señora muy buena cristiana que,
al no poderle educar su madre, le confió para que lo alimentara y formara en
los principios de la fe. Esta buena mujer dejó huellas
también muy hondas en su espíritu que nunca olvidará. Muchas noches las pasaba
entre los libros, pues su padre disponía de una bien nutrida biblioteca sobre
muchas materias que le interesaban al pequeño. Fue enviado al
colegio de los padres jesuitas de Rennes donde pasó ocho años entregado a los
estudios de humanidades. Aquí trabó gran amistad con los padres carmelitas de
esta ciudad que gozaban en aquel entonces de una bien merecida fama de santidad
y de profunda y filial devoción a la Virgen María.
Entre aquellos religiosos carmelitas que pertenecían a la célebre reforma
Turonense, aprendió sin duda la doctrina que después extendería y haría famosa
en la Iglesia de hacerlo todo En María, Con María, Por María y Para María...
Que más de medio siglo antes ya había extendido el célebre carmelita Venerable
Miguel de San Agustín y su dirigida Ven. María de Santa Teresa Petyt. Y muchos
siglos antes había practicado ya San Ildefonso de
Toledo. La ordenación sacerdotal, el 5 de junio de 1700
recibía este sacramento y desde entonces se entregó de lleno a su misión
evangelizadora. Él pidió ser enviado a las misiones para allí gastarse por
Cristo enseñando su doctrina, pero los superiores le hicieron ver que su puesto
estaba en su misma patria para que trabajara en defensa de la fe cristiana, que
aquellos días estaba tan duramente atacada por la herejía de los jansenistas,
que amenazaban inficionarlo todo con sus corrosivas doctrinas. Otra
faceta de San Luis fue el cuidado de los enfermos a los que amaba como a
Jesucristo y los cuidaba con mimos de madre a pesar de su aspereza de carácter.
Fue capellán de grandes hospitales y a todos atendía, consolaba y ayudaba
con medios materiales y espirituales. La Virgen María, a la que
llamaba «Reina de los corazones» con gran afecto, le asistía y protegía siempre.
De Ella escribió preciosos tratados y a Ella encomendaba todas sus empresas. A
Ella la llevaba en sus labios y en su corazón y Ella era quien obraba todos los
prodigios. Como le acompañaban un grupo de amigos en sus
apostolados misioneros y marianos... con ellos, y a petición de los mismos,
fundó la Congregación de Sacerdotes de la Compañía de María o Montfortianos,
hoy extendidos en todas partes.
Aquel hombre que había recorrido toda Francia y otras naciones llevando el
mensaje de Jesucristo y de María... a los cuarenta y tres años estaba extenuado
y partió al cielo el 27 de Abril de 1716. A su entierro acudieron más de cien
mil personas.
Oremos
Dios de sabiduría eterna, que hiciste del presbítero San Luis María
Grignion de Montfort un destacado testigo y maestro de la plena entrega a
Cristo, tu Hijo, por manos de su santa Madre; haz que nosotros, siguiendo éste
camino espiritual, contribuyamos a la extensión de tu reino en el mundo. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.