23 de noviembre
SAN CLEMENTE,
Papa y Mártir
  SAN CLEMENTE,
Papa y Mártir
A este siervo inútil arrojadlo
a las tinieblas exteriores;
allí será el llanto y el crujir de dientes.
(Mateo, 25, 30).
a las tinieblas exteriores;
allí será el llanto y el crujir de dientes.
(Mateo, 25, 30).
   San Clemente, cuarto Vicario de 
Jesucristo, en
el año 90, había sido discípulo de San Pablo y después de San Pedro. 
Desterrado a causa de su celo en
  Quersoneso, fue obligado a trabajar en las minas y en ellas convirtió a
 un gran número de paganos. Trajano
lo hizo arrojar al mar con un ancla atada al cuello. Mientras los 
cristianos oraban en la playa, las aguas retiráronse en la extensión de 
una legua, donde los cristianos encontraron un maravilloso templo de 
mármol y en su interior un sepulcro de piedra que contenía los restos 
del santo mártir. Los habitantes de la vecindad, sacudidos por este 
milagro, ocurrido hacia el año 100, se convirtieron a la fe cristiana.
   I. Dios 
castigará severamente a los cobardes servidores, que no hayan hecho 
fructificar el talento que les ha confiado. El hombre ha nacido para el 
trabajo; a pesar de la brevedad de la vida, pierdes tu tiempo en la 
pereza. Das acceso al demonio, que no te tentaría si te encontrase 
siempre ocupado. Mucho
 trabajo yo para dar contento a mis pasiones, me canso recorriendo
 los caminos de la iniquidad, ¡Y nada quiero hacer por la salvación de 
mi alma! Es tiempo ya de trabajar por el cielo. 
   II. Muchas causas tiene
 tu pereza: el temor de no obtener éxito, la aprensión de las 
dificultades, el
 respeto humano y el amor a tus comodidades son las principales. ¿De 
dónde proviene tanta negligencia por la obra de Dios, mientras empleas 
tanta solicitud en el logro de tus empresas temporales? Es porque no 
piensas en la temible majestad del Dios a quien sirves, es porque no 
consideras el poder de este Señor, que recompensará al servidor activo y
 diligente y
 castigará con suplicios eternos al servidor perezoso. ¡Maldito sea quien hace la obra de Dios con
 negligencia! (Jeremías).
    III. Tiempo vendrá en que ya no podrás trabajar más; 
perezoso, cuánto habrás de querer haber hecho cuando ese momento llegue.
 Piensa seriamente en esa hora suprema. Considera el buen ejemplo de 
tantas santas almas y la gloria que te está preparada en el cielo si 
trabajas con ardor; te avergonzarás de hacer tan poco para ganar el 
cielo, mientras trabajas tanto para la tierra. El pensamiento del cielo
 destierra la pereza. (San Gregorio).
 El fervor 
Orad por las almas del purgatorio
Orad por las almas del purgatorio
ORACIÓN
   Pastor eterno, considerad con benevolencia a
 vuestro rebaño y guardadlo con
protección constante por vuestro bienaventurado mártir y Soberano 
Pontífice Clemente, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. 
Por J. C. N. S. Amén.