8 de diciembre
LA INMACULADA CONCEPCIÓN
DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, Patrona de España.
La Virgen María, por un privilegio único en vista de
su destino divino, fue concebida sin pecado.
Nunca el demonio tuvo poder alguno sobre Ella, porque estuvo exenta de
pecado original. Debes honrar muy especialmente esta prerrogativa de la
Madre de Dios, porque es el comienzo de su
santificación y de su gloria. Regocíjate con Ella por la dicha que tuvo
de ser librada del pecado de Adán, y recibir más gracias, en ese momento
feliz de su
Concepción, que la que nunca poseyeron los hombres y los ángeles juntos.
I. María fue concebida sin pecado; es éste un
favor que Dios pudo hacerle, porque nada es
imposible para su omnipotencia. Reina de los Ángeles, Madre de mi
Salvador, estoy lleno de alegría cuando considero que el pecado nunca
entró en vuestra alma, y habéis estado plena de gracias desde vuestra
concepción. Lo creo, Virgen Santísima, y por todas partes sostendré el
honor de vuestra Inmaculada
Concepción.
II. Dios ha
debido por una cierta conveniencia, preservar a María del pecado
original. Padre eterno, ¿hubierais podido acaso permitir que vuestra
queridísima Hija, la Madre de vuestro Hijo, fuese, aunque sea por un
instante, esclava del demonio? ¿Podíais Vos, Espíritu Santo, dejar que
penetrara vuestro
enemigo en el corazón de vuestra Esposa muy amada? y Vos, Verbo eterno,
¿Podíais dejar que se profanase el templo donde debíais habitar?
¡Oh, no! sería injuriar a vuestro amor filial sólo pensarlo. Creemos,
pues, con la Iglesia católica que la Bienaventurada Virgen María ha
sido, por privilegio único de Dios, enteramente preservada de la mancha
original desde el primer instante de su Concepción. (Pío IX).
III. Cuando, después de haber
puesto nuestros ojos en la Virgen Inmaculada, los bajamos a nosotros
mismos,
¡cuán diferentes nos encontramos a nuestra Madre! ¡Nacemos pecadores,
vivimos en el crimen y estamos expuestos a morir en el pecado! Pero Vos,
Virgen Santa, vendréis en nuestra ayuda: no dejaréis perecer a vuestros
hijos. El que recurre a María no puede perecer: es el fundamento de toda esperanza. (San Bernardo).
La devoción
a la
Inmaculada Concepción.
Orad por las Congregaciones
de la Santísima Virgen.
a la
Inmaculada Concepción.
Orad por las Congregaciones
de la Santísima Virgen.
ORACIÓN
Oh Dios que, por la
Inmaculada
Concepción de la Virgen, habéis preparado un santuario digno para
vuestro Hijo, dignaos, después de haberlo preservado de toda mancha en
previsión de la muerte de este mismo Hijo, concedernos a nosotros, por
su intercesión, la gracia de llegar hasta Vos, purificados de toda
mancha.
Por J. C. N. S. Amén.
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AD DIEM ILLUM LAETISSIMUN,Encíclica de San Pío X, anunciando al Orbe Cristiano el Jubileo extraordinario a propósito del aniversario del Dogma de la Inmaculada Concepción, la devoción a la Sma. Virgen, 2/2/1904
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FULGENS CORONA, Encíclica de Pío XII, con motivo del primer centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, 8/9/1953