PRIMERA
LECTURA
Comed de mi
pan y bebed el vino que he mezclado
Lectura del libro de
los Proverbios 9, 1-6
La
Sabiduría se ha construido su casa
plantando
siete columnas,
ha
preparado el banquete,
mezclado
el vino y puesto la mesa;
ha
despachado a sus criados
para
que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad:
«Los
inexpertos que vengan aquí,
quiero
hablar a los faltos de juicio:
"Venid
a comer de mi pan
y
a beber el vino que he mezclado;
dejad
la inexperiencia y viviréis,
seguid
el camino de la prudencia."»
Palabra
de Dios.
Salmo
responsorial Sal 33, 2–3. 10–11. 12–13. 14–15 (R.:9a)
R.
Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo
al Señor en todo momento,
su
alabanza está siempre en mi boca;
mi
alma se gloría en el Señor:
que
los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Todos
sus santos, temed al Señor,
porque
nada les falta a los que le temen;
los
ricos empobrecen y pasan hambre,
los
que buscan al Señor no carecen de nada. R.
Venid,
hijos, escuchadme:
os
instruiré en el temor del Señor;
¿hay
alguien que ame la vida
y
desee días de prosperidad? R.
Guarda
tu lengua del mal,
tus
labios de la falsedad;
apártate
del mal, obra el bien,
busca
la paz y corre tras ella. R.
SEGUNDA
LECTURA
Daos cuenta
de lo que el Señor quiere
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Efesios 51,15-20
Hermanos:
Fijaos
bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión,
porque vienen días malos.
Por
eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.
No
os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del
Espíritu.
Recitad,
alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el
alma para el Señor.
Dad
siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Palabra
de Dios.
Aleluya Jn 6, 56
El
que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él –dice el Señor–.
EVANGELIO
Mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
+Lectura del santo
evangelio según san Juan 6, 51-58
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
–
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este
pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del
mundo.»
Disputaban
los judíos entre sí:
–
«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces
Jesús les dijo:
–
«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su
sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El
que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El
Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me
come vivirá por mi.
Éste
es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo
comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
Palabra
del Señor.