martes, 2 de octubre de 2012

Santos Ángeles Custodios. Memoria obligada


2 de octubre
Santos Ángeles Custodios

PRIMERA LECTURA
Voy a enviar a un ángel que vaya delante de ti
Lectura del libro del Exodo 23, 20-23
Esto dice el Señor:
«Voy a enviar a un ángel que vaya delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre, y no perdonará tu rebeldía. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo te diga, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios, mis adversarios. Mi ángel irá delante de ti».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 90
R. Dios les ha ordenado a sus ángeles que nos cuiden.
Tú, que vives al amparo del Altísimo
y descansas a la sombra del todopoderoso,
dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza;
tú eres mi Dios y en ti confío”. R.
El te librará de la red del cazador
y de la peste funesta.
Te cubrirá con sus alas
y te refugiarás bajo sus plumas. R.
No te sucederá desgracia alguna,
ninguna calamidad caerá sobre tu casa,
pues el Señor ha dado a sus ángeles
la orden de protegerte a dondequiera que vayas. R.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores fieles que cumplen su voluntad.
Aleluya.

EVANGELIO
Sus ángeles en el cielo ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18,1-5. 10
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?»
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: «Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo».
Palabra del Señor.