28 de noviembre
Las zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo
nidos, mas el Hijo del hombre no tiene dónde
reclinar su cabeza.(Mateo, 8, 20).
nidos, mas el Hijo del hombre no tiene dónde
reclinar su cabeza.(Mateo, 8, 20).
San Esteban el joven fue, antes
de nacer, ofrecido al Señor por sus padres. Él mismo se consagró al
servicio de Dios abrazando la vida religiosa lo más pronto que pudo.
Pidió una habitación sin techo, a fin de estar expuesto a todas las
inclemencias de la
intemperie. Constantino Coprónimo le prohibió que honrara las imágenes
de los santos, pero le respondió el santo que estaba dispuesto a morir
antes que
cumplir su prohibición. Esta generosa respuesta le mereció la corona
del martirio,
en el año 764.
I.
Hay que sufrir con paciencia y sin
murmuración lo que no puede evitarse; soporta, pues, con resignación el
frío, el calor y todas las molestias de las estaciones. Estas
incomodidades te son comunes con todos los hombres; sopórtalas, pero de
manera que no sea común; recíbelas en expiación de los
pecados que has cometido; esto disminuirá proporcionalmente lo que
debes sufrir en el purgatorio, y
embellecerá tu corona en el cielo. ¿Tú, que has merecido el infierno con
tus crímenes, te atreves a quejarte del frío del invierno y de los
calores del verano? Cesará de quejarse quien comprenda que merece los
sufrimientos que lo afligen. (San Cipriano).
II. Tú soportas estas incomodidades sin murmurar,
cuando hay algún provecho que obtener, algún honor que esperar. ¿Acaso
el mercader, el soldado, el agricultor, no menosprecian las borrascas,
las
tempestades y el rigor de las estaciones cuando se trata de sus
intereses? ¿Por ventura tantos hombres
virtuosos como hay que sufren por amor de Jesucristo, no tienen un
cuerpo como el tuyo? Acostúmbrate, como ellos, al sufrimiento.
III. Jesucristo se expuso a
todos estos tormentos por amor
nuestro; míralo en el pesebre, en Egipto, en sus viajes, en la cruz;
por todas partes se expuso a los rigores de las estaciones. Su cuerpo,
que estaba unido a la divinidad, hubiera podido, milagrosamente, hacerse
impasible, pero Jesús no lo quiso,
¡Y tú quisieras cambiar el orden de las estaciones y las leyes de la
naturaleza para no tener nada que te aflija!
¡El Hijo de Dios ha sufrido para hacer de nosotros hijos de Dios, y el hijo del hombre nada quiere sufrir
para continuar siendo hijo de Dios! (San Cipriano).
La paciencia
Orad por los pobres.
Orad por los pobres.
ORACIÓN
Haced, os conjuramos,
oh Dios omnipotente, que la
intercesión del bienaventurado mártir Esteban, cuyo nacimiento al cielo
celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre.
Por J. C. N. S. Amén.