19 de febrero
SAN GABINO,*
Mártir
Mártir
No me avergüenzo del Evangelio.
(Romanos, 1, 16).
(Romanos, 1, 16).
San Gabino, después de la muerte de su esposa, fue ordenado sacerdote. Fue de gran ayuda para el gobierno de la Iglesia, al lado de San Cayo, su hermano, que sucedió al Papa Eutiquio. Recorría los bosques, penetraba en las cavernas, donde la persecución obligaba a refugiarse a los cristianos; con frecuencia pasaba las noches en el hueco de las rocas, y, para fortificar a esos generosos atletas, allí ofrecía el Sacrificio divino. Su celo le mereció la palma del martirio.
I. Un cristiano debe creer todo lo que se dice
en el Evangelio; debe escuchar cada una de sus palabras como si
Jesucristo mismo le hablase, dice San Agustín. ¿Crees verdaderamente en
todas las Verdades del Evangelio? ¿Crees que Jesucristo ha muerto por
ti, que existe un infierno para los pecadores y un
paraíso para los justos? ¡Ah! si tuvieses fe viva, si creyeses
firmemente en estas verdades, ¿qué no harías para ganar ese paraíso y
para evitar ese infierno?
II. No basta creer lo que nos enseña el Evangelio, es
preciso que nuestra fe vaya acompañada de buenas obras, que mostremos
con nuestros actos que creemos en el Evangelio. Crees por el testimonio
del Evangelio que los pobres y los afligidos son bienaventurados, y
rehúyes la pobreza y las aflicciones.
¡Veneras la cruz en los altares, y sientes horror por ella
en tu corazón! ¿Hasta cuándo tus acciones desmentirán tu creencia? Toma
el Evangelio, examina sus principales máximas: verás en este
espejo el miserable estado de tu alma, y confesarás, con San Jerónimo,
que nada es más fácil que parecer cristiano y nada más difícil que
serlo en realidad. Lo que es grande, es ser cristiano, no el parecerlo. (San
Jerónimo).
III. No hay que avergonzarse de tomar la defensa del
Evangelio contra los infieles, los herejes, los impíos y los malos
cristianos. Debes estar pronto para derramar toda tu sangre por el
Evangelio, y temes a menudo decir una palabra, exponerte a una burla por
defenderlo contra un libertino. No me avergüenzo del Evangelio. (San Pablo).
La fe
Orad por los que sufren persecución.
Orad por los que sufren persecución.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, haced, os suplicamos, que
celebrando el nacimiento al cielo del bienaventurado Gabino, vuestro
mártir, seamos fortificados por sus oraciones en el amor de vuestro
Nombre. Por
J. C. N. S. Amén.