23 de febrero
SAN POLlCARPO,*
Obispo y Mártir
SAN POLlCARPO,*
Obispo y Mártir
Bienaventurados los que tienen hambre y sed
de la justicia, porque ellos serán saciados.
(San Mateo, 5, 6).
(San Mateo, 5, 6).
Policarpo va
a Roma a consultar al Papa Aniceto, y es recibido por éste con muestras del
mayor respeto. Marción lo encuentra y le pregunta si lo conoce. "Sí,
responde el santo al hereje, yo te conozco como al hijo mayor de Satanás".
De vuelta a Esmirna, se lo quiere forzar a que injurie a Jesucristo. "Hace
ochenta y seis años que lo sirvo, responde, y ningún mal me ha hecho. ¿Cómo,
pues, podría injuriar a mi Rey y Salvador?" Se lo pone en la hoguera,
cúrvanse como un arco a su alrededor las llamas. Se le da un lanzazo, y la
sangre brota de la herida en tan gran cantidad que apaga el fuego.
MEDITACIÓN
SOBRE LA JUSTICIA
SOBRE LA JUSTICIA
I. Da a Dios lo que le debes: obediencia como a tu
soberano, amor y reconocimiento como a tu padre y bienhechor. ¿De quién has
recibido más y de quién esperas más? Es pues muy justo que lo ames sobre todas
las cosas, y que pierdas tus riquezas, tus honores y tu vida antes que
ofenderlo. ¿Cómo te conduces con Dios? Si no le tributas los deberes que la
justicia te impone, un día experimentarás los terribles efectos de su cólera. ¡Ah!
Señor, no entres a juicio con tu siervo (Salmo 142).
II. Debes respeto y obediencia a tus superiores como a
Jesucristo; debes amar a tus iguales como a hermanos; debes tener caridad para
tus inferiores, pues son miembros de Jesucristo. Interpreta para bien todos los
actos de tu prójimo, y no te inquietes por lo que se piense de ti. Piensa de
Agustín lo que quieras, con tal que mi conciencia nada me reproche delante de
Dios. (San Agustín).
III. Hazte justicia a ti mismo, poniéndote debajo de
todos los demás; condena tus faltas; cuando te acusen, rara vez toma la palabra
para defenderte. Sujeta tu cuerpo a tu alma, tu alma a la razón y tu razón a
Dios: he aquí el orden establecido por Dios y que debes observar. Júzgate tú
mismo con tanta severidad cuanta empleas en criticar los actos de los demás, y
nada tendrán los hombres que reprenderte.
La fidelidad a la gracia
Orad por la
conversión de los herejes.
Orad por la
conversión de los herejes.
ORACIÓN
Oh Dios, que cada año nos dais un nuevo motivo de gozo
con la solemnidad del bienaventurado Policarpo, vuestro pontífice mártir, haced
que celebrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su
protección. Por N. S. J. C. Amén.
- * Santoral de Juan Esteban
Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)