24 de abril
SAN FIDEL DE SIGMARINGA,
Mártir
SAN FIDEL DE SIGMARINGA,
Mártir
Os intimamos, hermanos, en nombre de
Nuestro
Señor Jesucristo, a que os apartéis de cualquiera de
vuestros hermanos que proceda desordenadamente.
(2 Tesalonicenses, 3, 6).
vuestros hermanos que proceda desordenadamente.
(2 Tesalonicenses, 3, 6).
Desde su infancia, este santo estuvo
adornado de todos los dones de la naturaleza y de la gracia. Encargado por una
familia noble de acompañar a tres jóvenes en un viaje a través de varios
estados de Europa, trató de inspirarles el amor a la religión y el gusto a la
piedad, más con sus ejemplos que con sus palabras. Algunas injusticias que no
pudo impedir en el ejercicio de su profesión de abogado lo impulsaron a huir de
los peligros del mundo. Se hizo capuchino y obró tantas conversiones que los
calvinistas resolvieron deshacerse de él. Cayó bajo sus puñales asesinos
invocando los nombres de Jesús y de María, el 24 de abril de
1622.
I. Huye de las malas compañías;
insensiblemente se insinúa el vicio e insensiblemente desaparece el amor a la virtud. Acaso resistas
en un principio, pero terminarás siendo arrastrado. Te familiarizarás con el
vicio y no te avergonzarás ni de decir, ni de hacer lo que dicen o hacen los
demás. ¡Desdichado! ¿Acaso tu misma experiencia no te ha demostrado ya cuán
peligrosas son las malas compañías? Mira las faltas ajenas como una
vergüenza, nunca como un ejemplo. (San Euquerio).
II. El demonio no tiene instrumento más
poderoso para perder un alma que un mal compañero; es el intérprete de su
voluntad y el ejecutor de sus órdenes. Inficiona el entendimiento con sus
máximas dañinas; arrastra la voluntad con sus ejemplos perniciosos. Es como un
pájaro, a quien el demonio mantiene en su trampa, que busca atraer otros a
ella. Opón tú a sus máximas y a sus ejemplos las máximas del Evangelio y los
ejemplos de los santos.
III. Abandona lo antes posible esa mala
compañía; huye de los habitantes de Sodoma, o, de lo contrario, prepárate a
perecer con ellos. Rompe con esa amistad peligrosa; por más santo que te creas,
te asemejarás a quien frecuentas. Conversa con las almas santas:
insensiblemente te inspirarán el amor a la virtud y el horror al
vicio.
Huir de las malas compañías
Orad por la Iglesia.
Orad por la Iglesia.
ORACIÓN
Oh Dios, que habéis abrasado al
bienaventurado Fidel con seráficos ardores de caridad, y que lo habéis coronado
con la palma del martirio y con el don de milagros por su celo en la
propagación de la fe, os suplicamos en nombre de sus méritos e intercesión, que
de tal modo nos confirméis en la fe y en la caridad por vuestra divina gracia
que podamos permanecer fieles hasta la muerte en vuestro servicio. Por J.
C. N. S.
- * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)