14 de abril
SANTOS TIBURCIO,
VALERIO y MÁXIMO,(*)
Mártires
El precepto mío es que os
améis unos a otros.(Juan, 15, 12)..
améis unos a otros.(Juan, 15, 12)..
Valerio, que se casó con
Cecilia, fue por ésta convertido y consintió desde el primer día de
casamiento en vivir en continencia perfecta. Él, a su vez, convirtió a su
hermano Tiburcio, con quien después de haber distribuido sus bienes a los
pobres, se dedicó a sepultar los cuerpos de los cristianos muertos por la
fe. Conducidos ante Almaquio, prefecto de Roma, perseveraron en su fe y
fueron decapitados. Máximo, que los conducía al suplicio, de tal modo fue
movido por sus palabras y entereza que renunció a las supersticiones del
paganismo y obtuvo con ellos la corona del martirio.
I. Ten caridad para con todos,
pero no te vincules sino con pocos. Que tus amigos sean los amigos de
Dios; si tales son, progresarás en la virtud en su compañía. Fieles son
los amigos que temen a Dios; no sucede lo mismo con los que no le temen.
En efecto, ¿cómo tendrían para contigo una fidelidad que no tienen para
con Dios? ¿Te estarían más obligados que no lo están a Dios? ¿O esperarían
de ti mayores recompensas? ¿Mayores castigos temerían, acaso, de tu
parte?
II. El fin de tus amistades
debe ser transcurrir suave y santamente tu vida, aprovechar el buen
ejemplo y los saludables consejos de tus amigos, y contribuir también, de
tu parte, a su santificación. Si el comer bien, el interés o los placeres,
son los motivos que te mueven para el cultivo de la amistad, no será ésta
duradera. ¿Cómo trabajas para santificar a tus amigos? ¿Te haces más
santo frecuentándolos? ¿No imitas más bien sus vicios que sus
virtudes?
III. Resultado de estas
amistades verdaderas debe ser que alivies a tus amigos en todas sus
necesidades tanto espirituales cuanto temporales; debes sacrificar tus
comodidades, tus bienes, tu vida misma, para sacarlos de la miseria y, con
mayor razón, del pecado o de la ocasión de ofender a Dios. En fin, no te
olvides nunca que Jesucristo debe siempre ocupar el primer lugar en todas
tus amistades, que siempre sea su nudo y su lazo. Elige para amigo,
antes que a todo otro, a Aquél que permanecerá siéndote fiel en el día de
tu muerte, cuando todo lo demás te haya sido arrebatado. (San Bernardo).
El buen ejemplo
Orad por vuestros amigos.
ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente,
os lo rogamos, que celebrando la solemnidad de vuestros santos mártires
Tiburcio, Valerio y Máximo, aprendamos a imitar sus virtudes.
Por J. C. N. S.
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