martes, 2 de junio de 2020

MARTES DE LA NOVENA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pedro 3, 12-15a. 17-18
Queridos hermanos: Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos consumidos por el fuego y se derretirán los elementos.
Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia.
Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables.
Considerad que la paciencia de nuestro Señor es nuestra salvación.
Así, pues, vosotros, queridos hermanos, estáis prevenidos; tened cuidado de que no os arrastre el error de esos hombres sin principios y perdáis pie.
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea la gloria ahora y hasta el día eterno.
Amén.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 89, 2. 3-4. 10. 14 y 16
V/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

V/. Antes que naciesen los montes, o fuera engendrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre tú eres Dios. R/.

V/. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: Retornad, hijos de Adán.
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó, una vela nocturna. R/.

V/. Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan. R/.


V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo; que tus siervos vean tu acción y sus hijos, tu gloria. R/.


EVANGELIO
Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios, a Dios
+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 13-17
En aquel tiempo, mandaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron: Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente.
¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos? Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: ¿Por qué intentáis cogerme ? Traedme un denario, que lo vea.
Se lo trajeron.
Y él les preguntó: ¿De quién es esta cara y esta inscripción? Le contestaron: Del César.
Les replicó: Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios.
Se quedaron admirados. 
Palabra del Señor