3 de Mayo
INVENCIÓN o HALLAZGO
DE LA SANTA CRUZ(*) |
Quien no carga con su cruz
y me sigue no es digno de mí.
(Mateo, 10,38).
El emperador Constantino había visto una cruz en
el cielo, en la cual estaban escritas estas palabras: CON ESTE SIGNO VENCERÁS;
en efecto, derrotó totalmente al tirano Majencio. Santa Elena, su madre, en
agradecimiento de este favor, dispuso se hiciesen búsquedas en Jerusalén para
dar con la verdadera cruz. Descubriéronse tres. Un milagro dio a conocer con
certeza cuál era aquélla de la que pendiera el precio de nuestra redención.
La santa hízole construir un templo magnífico. Hoy celebra la Iglesia el
hallazgo o invención de este adorable tesoro.
I. Algunas personas se empeñan en evitar
las cruces, pero sin poder lograrlo: son los pecadores y los voluptuosos.
Siempre en busca de placeres, no encuentran en su camino sino tristeza y aflicción
de espíritu. ¿Por qué esto? Porque el hombre que no busca a Dios jamás está
contento; sus deseos y sus pasiones lo atormentan, y Dios mismo se complace en enviarle sufrimientos para desasirlo de las
creaturas y
volverlo a Él. El pecador no puede ser dichoso, porque donde no hay virtud
no hay verdadera dicha. (Salviano).
II. Otros hay que buscan las cruces y las mortificaciones y que, en efecto, las encuentran. Es lo
que sucede a los que comienzan
a servir a Dios; no tienen todavía bastante valor ni suficiente amor de Dios que
les haga encontrar dulces y agradables las aflicciones: sienten aún las asperezas
y la amargura ¡dichosos si continúan en este arduo ejercicio de la mortificación
sin desanimarse!
III. Las almas santas buscan las cruces con diligencia, pero no las encuentran. San Francisco
Javier las deseó en aumento
progresivo; pidió Santa Teresa padecer o morir; y, como San Pablo, superabundaron de gozo en medio de sus aflicciones. Es
que el prolongado
sufrimiento, su amor a Dios y el consuelo que el Señor difunde en sus almas, los hace
felices en este
mundo mientras ellos buscan la felicidad del cielo. Persiguen la dicha y ya son dichosos;
la buscan y ya la encontraron. (San Euquerio).
El amor a la cruz
Orad por los infieles.
Orad por los infieles.
ORACIÓN
Oh Dios, que en el hallazgo maravilloso de
vuestra cruz salutífera, habéis renovado los milagros de vuestra Pasión,
haced que adquiramos, por el valor de este árbol de vida, la recompensa de la vida
eterna. Por J. C. N. S. Amén.