14 de marzo
SANTA MATILDE,
Reina
SANTA MATILDE,
Reina
Este pueblo me honra con los labios;
pero su corazón lejos está de mí.
(Mateo, 15, 8).
(Mateo, 15, 8).
¡Admirable espectáculo! una reina enseña
a sus súbditos las verdades de la religión; ¡llega hasta enseñarles una
profesión a fin de ponerlos en condiciones de ganarse la vida! Su hospitalidad
con los peregrinos, su generosidad con los pobres, pruebas son de esa misma
caridad que manaba de su ardiente amor por Jesucristo. Todas las mañanas las
consagraba a la oración y asistencia a la santa Misa. Próxima a morir
distribuyó cuantiosos tesoros entre los pobres, como si hubiese querido ganar
el favor de aquellos que custodian las puertas del paraíso.
MEDITACIÓN
TRES VENTAJAS
DE LA ORACIÓN
TRES VENTAJAS
DE LA ORACIÓN
I. Es un honor tan grande para el hombre
poder hablar a Dios en la oración, que, para comprenderlo, sería preciso
concebir la infinita majestad de Dios. Si hubiese permitido que únicamente un
hombre sobre la tierra pudiese rogarle, si hubiese prometido escucharlo en
todos sus pedidos, de todas partes se acudiría a ese hombre, para obtener, por
su intermedio, las gracias del Señor. Dios nos ha permitido que le oremos en
todo tiempo y en todo lugar; ha prometido concedernos lo que le pidamos, y
nosotros despreciamos esta concesión, y en nada apreciamos este honor. Yo hablaré a mi Dios, yo, que no soy sino ceniza y
polvo.
II. La oración es la llave de los
tesoros de Dios, nos enriquece con todos los bienes de la naturaleza y de la
gracia; prueba tú lo poderosa que es. Recurre a Dios como a tu padre. Dirígete
a Él como un pobre que tiene conciencia de su indigencia y se juzga indigno de
obtener algo. Cuando hayas sido escuchado, atribuye el beneficio recibido a la
pura bondad de Jesucristo. La oración se eleva, y la misericordia desciende. (San Agustín).
III. Nada hay más dulce que conversar con
Dios en la oración: en ella lo conocemos más perfectamente, lo amamos más
ardientemente; y este conocimiento y este amor, que constituyen el paraíso de
los bienaventurados, es el comienzo de la felicidad de los hombres sobre la
tierra. No pido otro testigo de esta verdad que tú mismo: ¿no es verdad, acaso,
que las lágrimas de contrición que has derramado llorando tus pecados en la
oración, tienen dulzuras que no podrías expresar, encantos infinitamente
superiores a todos los placeres de aquí abajo?
La oración
Rogad por la paz de las familias.
Rogad por la paz de las familias.
ORACIÓN
Escuchadnos, Oh Dios Salvador
nuestro, y haced que la solemnidad de la bienaventurada Matilde, al mismo
tiempo que regocija nuestra alma, la enriquezca con los sentimientos de una
tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.