sábado, 30 de abril de 2016

DOMINGO VI DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros,
no imponeros más cargas que las indispensables

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 1-2. 22-29

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.
Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta:
«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.
Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 4)
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
O bien:
Aleluya.


El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.
 
SEGUNDA LECTURA
Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 10-14. 22-23

El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.
Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.
Palabra de Dios.
 
Aleluya Jn 14, 23
El que me ama guardará mi palabra —dice el Señor—, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
 
EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
— «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA QUINTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Ven a Macedonia y ayúdanos

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 1-10

En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Habla allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego.
Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas.
Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: «Ven a Macedonia y ayúdanos.»
Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 99, 1-2. 3. 5 (R/.: 1)
R/. Aclama al Señor, tierra entera.
O bien:
Aleluya
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R/.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R/.
 
Aleluya Col 3,1
Ya que habéis resucitado con Cristo,
buscad los bienes de allá arriba,
donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios.
 
EVANGELIO
No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra."
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.

jueves, 28 de abril de 2016

JUEVES DE LA QUINTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 7-21

En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
—«Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús .»
Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago resumió la discusión, diciendo:
—«Escuchadme, hermanos: Simón ha contado la primera intervención de Dios para escogerse un pueblo entre los gentiles. Esto responde a lo que dijeron los profetas:
"Después volveré para levantar de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie,
para que los demás hombres busquen al Señor,
y todos los gentiles que llevarán mi nombre:
lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo."
Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados. Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado.»
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 10 (R/.: cf. 3)
R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
O bien:
Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R/.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.
 
Aleluya Jn 10, 27
Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco. y ellas me siguen.
 
EVANGELIO
Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»
Palabra del Señor.

miércoles, 27 de abril de 2016

MIÉRCOLES DE LA QUINTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Se decidió que subieran a Jerusalén
a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 1-6

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. La Iglesia los proveyó para el viaje; atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los gentiles y alegrándolos mucho con la noticia. Al llegar a Jerusalén, la Iglesia, los
apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos contaron lo que Dios habla hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo:
—«Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés.»
Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 121, 1-2. 4-5 (R/.: cf. 1)
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
O bien:
Aleluya.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestro pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
 
Aleluya Jn 15, 4a. 5b
Permaneced en mi, y yo en vosotros
—dice el Señor—;
el que permanece en mi da fruto abundante.
 
EVANGELIO
El que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor.

martes, 26 de abril de 2016

SAN ISIDORO, Obispo, Confesor y Doctor



26 de abril
SAN ISIDORO,

Obispo, Confesor y Doctor
Ya la segur está aplicada a la raíz de los árboles,
y todo árbol que no produce buen fruto
será cortado y echado al fuego.(Mateo, 3, 10).

   San Isidoro, sucesor de San Leandro, su hermano, en la sede arzobispal de Sevilla, fue el personaje más ilustre de la Iglesia de España y el alma y nervio de lo que se hizo en su tiempo para mantener la fe y las buenas costumbres. Sintiendo próximo su fin, se hizo conducir a la iglesia por dos obispos, uno de los cuales cubriólo con un cilicio, poniéndole el otro ceniza en la cabeza. Elevando, entonces, sus ojos al cielo, pidió perdón a Dios por sus pecados; y después de haber recibido el Santo Viático, se encomendó a la oración de los asistentes, perdonó a sus deudores lo que le debían e hizo distribuir entre los pobres el dinero que le quedaba. Murió el 4 abril del año 636, después de 37 años de laborioso episcopado, y fue enterrado en la catedral de Sevilla entre su hermano San Leandro y su hermana Santa Florentina.

sábado, 23 de abril de 2016

DOMINGO V DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14, 21b-27

En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13ab (R.: cf. 1)
R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.
O bien:
Aleluya.
El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R.
 
SEGUNDA LECTURA
Dios enjugará las lágrimas de sus ojos

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: —«Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.» Y el que estaba sentado en el trono dijo: —«Todo lo hago nuevo.»
Palabra de Dios.
 
Aleluya Jn 13, 34
Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—: que os améis unos a otros, como yo os he amado.
 
EVANGELIO
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
—«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Sabed que nos dedicamos a los gentiles
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:
—«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 (R/.: 3cd)
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
O bien:
Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Aleluya Jn 8, 31b-32
Si os mantenéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la verdad
—dice el Señor—.

EVANGELIO
Quien me ha visto a mí ha visto al Padre
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 7-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice:
—«Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica:
—«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mi ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mi? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»
Palabra del Señor.

viernes, 22 de abril de 2016

VIERNES DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
—«Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante
el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo:
"Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy."»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 2, 6-7. 8-9. 10-11 (R/.: 7)
R/. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
O bien:
Aleluya.
«Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo.» Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tu eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.» R/.
«Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza.» R/.
Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad, los que regís la tierra: servid al Señor con temor, rendidle homenaje temblando. R/.

Aleluya Jn 14, 6
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—¡ nadie va al Padre, sino por mí.

EVANGELIO
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mi. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice:
—«Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
—«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mi.»
Palabra del Señor.

jueves, 21 de abril de 2016

JUEVES DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la vela en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la Ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir:
—«Hermanos, si queréis exhortar al pueblo, hablad.»
Pablo se puso en pie y, haciendo seña de que se callaran, dijo:
—«Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años los alimentó en el desierto, aniquiló siete naciones en el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, unos cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. Lo depuso y nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias."»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 21-22. 25 y 27 (R/.: cf. 2a)
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
O bien:
Aleluya.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R/.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R/.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder. El me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» R/.

Aleluya Ap 1, 5ab
Jesucristo, tú eres el testigo fiel,
el primogénito de entre los muertos;
tú nos amaste
y nos has librado de nuestros pecados por tu sangre.

EVANGELIO
El que recibe a mi enviado me recibe a mí
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 16-20
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo:
—«Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mi me recibe recibe al que me ha enviado.»
Palabra del Señor.

miércoles, 20 de abril de 2016

MIÉRCOLES DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Apartadme a Bernabé y a Saulo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 12, 24-13, 5
En aquellos días, la palabra de Dios cundía y se propagaba. Cuando cumplieron su misión, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose con ellos a Juan Marcos.
En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Moreno, Lucio el Cireneo, Manahén, hermano de leche del virrey Herodes, y Saulo.
Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el Espíritu Santo:
—«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado.»
Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.
Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para Chipre. Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, llevando como asistente a Juan.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R/.: 4)
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
O bien:
Aleluya
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R/.

Aleluya Jn 8, 12b
Yo soy la luz del mundo —dice el Señor—; el que me sigue tendrá la luz de la vida.

EVANGELIO
Yo he venido al mundo como luz
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 44-50
En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando:
—«El que cree en mí, no cree en mi, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.»
Palabra del Señor.


martes, 19 de abril de 2016

MARTES DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor.
Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 86, 1-3. 4-5. 6- 7 (R/.: Sal 116, 1a)
R/. Alabad al Señor, todas las naciones.
O bien:
Aleluya.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.» Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado.» R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Éste ha nacido allí.» Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti.» R/.

Aleluya Jn 10, 27
Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO
Yo y el Padre somos uno
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 22-30
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
—«¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.»
Jesús les respondió:
—«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatara de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Palabra del Señor.

lunes, 18 de abril de 2016

LUNES DE LA CUARTA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
También a los gentiles les ha otorgado Dios
la conversión que lleva a la vida

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 1-18

En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles hablan recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprocharon:
—«Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos.»
Pedro entonces se puso a exponerles los hechos por su orden:
—«Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: Algo que bajaba, una especie de toldo grande, cogido de los cuatro picos, que se descolgaba del cielo hasta donde yo estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros. Luego oí una voz que me decía: "Anda, Pedro, mata y come." Yo respondí: "Ni pensarlo, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro." La voz del cielo habló de nuevo: "Lo que Dios ha declarado puro, no lo llames tú profano." Esto se repitió tres voces, y de un tirón lo subieron todo al cielo.
En aquel preciso momento se presentaron, en la casa donde estábamos, tres hombres que venían de Cesarea con un recado para mí. El Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin más. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: "Manda recado a Jafa e invita a Simón Pedro a que venga; lo que te diga te traerá la salvación a ti y a tu familia."
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que habla bajado sobre nosotros al principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: "Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?»
Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
—«También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.»
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 41, 2-3; 42, 3. 4 (R/.: cf. 41, 3a)
R/. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo.
O bien:
Aleluya
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R/.
Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada. R/.
Que yo me acerque al altar de Dios, al Dios de mi alegría; que te dé gracias al son de la cítara, Dios, Dios mío. R/.
 
Aleluya Jn 10, 14
Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—, que conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.
 
EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
—«Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
—«Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»
Palabra del Señor.

sábado, 16 de abril de 2016

SÁBADO DE LA TERCERA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba,
animada por el Espíritu Santo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9, 31-42
En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla.
Pedro le dijo:
—«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama.»
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacia infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacia Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo:
—«Tabita, levántate.»
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 115, 12-13. 14-15. 16-17 (R/.: 12)
R/. ¿Cómo pagaré al Señor todo bien que me ha hecho?
O bien:
Aleluya.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R/.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. R/.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R/.

Aleluya cf. Jn 6, 63b. 68b
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna.

EVANGELIO
¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 60-69
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
—«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
—«¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
—«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mi, si el Padre no se lo concede.»
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
—«¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó:
—«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»
Palabra del Señor.

viernes, 15 de abril de 2016

VIERNES DE LA TERCERA SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Es un instrumento elegido por mí
para dar a conocer mi nombre a los pueblos
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9, 1-20
En aquellos días, Saulo seguía echando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse presos a Jerusalén a todos los que seguían el nuevo camino, hambres y mujeres.
En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente, una luz celeste lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
—«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
Pregunto el:
—«¿Quién eres, Señor?»
Respondió la voz:
—«Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad, y allí te dirán lo que tienes que hacer.»
Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no
veía. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión:
—«Ananías.»
Respondió él:
—«Aquí estoy, Señor.»
El Señor le dijo:
—«Ve a la calle Mayor, a casa de Judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista.»
Ananías contestó:
—«Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.»
El Señor le dijo:
—«Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre.»
Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo:
—«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo.»
Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y lo bautizaron. Comió, y le volvieron las fuerzas.
Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R/.: Mc 16, 15)
R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
O bien:
Aleluya.
Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R/.

Aleluya Jn 6, 56
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él —dice el Señor—.

EVANGELIO
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre si:
—«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo:
—«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
Palabra del Señor.