miércoles, 30 de agosto de 2017

MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Trabajando día y noche proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 9-13
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
Vosotros sois testigos, y Dios también, dé lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros los creyentes; sabéis perfectamente que tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos, animando con tono suave o enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha llamado a su reino y gloria.
También, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 138, 7-8. 9-10. 11-12ab
V/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.

V/. ¿A dónde iré lejos de tu aliento, 
a dónde escaparé de tu mirada? 
Si escalo el cielo, allí estás tú; 
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.

V/. Si vuelo hasta el margen de la aurora, 
si emigro hasta el confín del mar, 
allí me alcanzará tu izquierda, 
me agarrará tu derecha. R/.

V/. Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, 
que la luz se haga noche en torno a mí», 
ni la tiniebla es oscura para ti, 
la noche es clara como el día. R/.

EVANGELIO
Sois hijos de los que asesinaron a los profetas

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 23, 27-32

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: «si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas»! Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!

Palabra del Señor.

martes, 29 de agosto de 2017

29 Agosto. MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA, memoria obligatoria


PRIMERA LECTURA
Deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-8
Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil ni mucho menos; a pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor apoyados en nuestro Dios para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición.
Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha probado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos no para contentar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestras intenciones.
Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos.
Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 138, 1-3. 4-6.
V/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
V/. Señor, tú me sondeas y me conoces: me conoces cuando me siento y me levanto, de lejos penetras mis
pensamientos, distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
V/. No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa; es sublime, y no lo abarco. R/.

EVANGELIO
Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró:
-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre:
-«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
-«La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Palabra del Señor.

lunes, 28 de agosto de 2017

LUNES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para vivir aguardando la vuelta de su Hijo, a quien ha resucitado

Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5. 8b-10

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo.
A vosotros, gracia y paz.
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones.
Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor.
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien.
Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús
desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que os libra del castigo futuro.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b.
V/. El Señor ama a su pueblo.
R/. El Señor ama a su pueblo.


V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, 

resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; 
que se alegre Israel por su Creador, 
los hijos de Sión por su Rey. R/.

V/. Alabad su nombre con danzas, 

cantadle con tambores y cítaras; 
porque el Señor ama a su pueblo, 
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

V/. Que los fieles festejen su gloria 

y canten jubilosos en filas, 
con vítores a Dios en la boca; 
es un honor para todos sus fieles. R/.


EVANGELIO
¡Ay de vosotros, guías ciegos!

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 23, 13-22

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos ! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones ! Vuestra sentencia será por eso más severa.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: «Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga» ! ¡Necios y ciegos ! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro ? O también: «Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga».
¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda ? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.

Palabra del Señor.

domingo, 27 de agosto de 2017

VIGESIMO PRIMER DOMINGO


PRIMERA LECTURA
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David

Lectura del Profeta de Isaías 22, 19-23

Así dice el Señor a Sobna, mayordomo de palacio:
Te echaré de tu puesto,
te destituiré de tu cargo.
Aquel día llamaré a mi siervo,
a Eliacín, hijo de Elcías:
le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda,
le daré tus poderes;
será padre para los habitantes de Jerusalén,
para el pueblo de Judá.
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David:
lo que él abra nadie lo cerrará,
lo que él cierre nadie lo abrirá.
Lo hincaré como un clavo en sitio firme,
dará un trono glorioso a la casa paterna.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc
V/. Señor, tu misericordia es eterna, 
no abandones la obra de tus manos.
R/. Señor, tu misericordia es eterna, 
no abandones la obra de tus manos.

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón; 
delante de los ángeles tañeré para ti.
Me postraré hacia tu santuario, 
daré gracias a tu nombre.
R/. Señor, tu misericordia es eterna, 
no abandones la obra de tus manos.

V/. Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

V/. El Señor es sublime, se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

SEGUNDA LECTURA
El es origen, guía y meta del universo

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento
el de Dios!
¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
¿Quién conoció la mente del Señor?
¿Quién fue su consejero?
¿Quién le ha dado primero para que él le devuelva?
El es el origen, guía y meta del universo.
A él la gloria por los siglos. Amén.
Palabra de Dios

EVANGELIO
Tu eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los cielos

 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y
preguntaba a sus discípulos:
—¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
Ellos contestaron:
—Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías
o uno de los profetas.
El les preguntó:
—Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
—Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió:
—¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que esta en el cielo.
Ahora te digo yo:
—Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los Cielos;
lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Palabra del Señor.

sábado, 26 de agosto de 2017

26 de agosto. Santa TERESA DE JESÚS JORNET E IBARS, Virgen, Patrona de la ancianidad, Memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Parte tu pan con el hambriento

Lectura del libro de Isaías 58, 6-11

Así dice el Señor:
«El ayuno que yo quiero es éste:
Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos;
partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»
Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia,
cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña.» Palabra de Dios.

O bien:
También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 14-18

Queridos hermanos:
Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos.
El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.
Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Sal 150, 1. 2. 3. 4. 5 (R.: 1a)

R. Alabad al Señor en su templo.

O bien:
Aleluya.

Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. R.
Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. R.
Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras. R.
Alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas. R.
Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta alabe al Señor. R.

EVANGELIO
Cada vez que lo hicisteis con mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-40

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.”
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”
Y el rey les dirá:
“Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.”»
Palabra del Señor.

viernes, 25 de agosto de 2017

VIERNES DE LA VIGÉSIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Noemí, con Rut la moabita, volvió a Belén.

Comienzo del libro de Rut 1, 1. 3-6. 14b-16. 22

En tiempo de los Jueces, hubo hambre en el país, y un individuo emigró, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la campiña de Moab.
Elimelec, el marido de Noemí, murió, y quedaron con ella sus dos hijos, que se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orfá y la otra Rut.
Pero al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos.
Al enterarse de que el Señor se había ocupado de su pueblo, dándole pan, Noemí, con sus dos nueras, emprendió el camino de vuelta desde la campiña de Moab.
De nuevo rompieron a llorar.
Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí.
Noemí le dijo: Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios.
Vuélvete tú con ella.
Pero Rut contestó: No insistas en que te deje y me vuelva.
Donde tú vayas, yo iré; donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo es el mío, tu Dios es mi Dios.
Así fue cómo Noemí, con su nuera Rut la moabita, volvió de la campiña de Moab.
Empezaba la siega de la cebada cuando llegaron a Belén.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 145, 5-6ab. 6c-7. 8-9a. 9bc-10
V/. Alaba, alma mía, al Señor.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.

V/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, 
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra, el mar, y cuanto hay en él. R/.

V/. Que mantiene su fidelidad perpetuamente, 
que hace justicia a los oprimidos, 
que da pan a los hambrientos, 
El Señor liberta a los cautivos. R/.

V/. El Señor abre los ojos al ciego, 
el Señor endereza a los que ya se doblan, 
el Señor ama a los justos, 
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

V/. Sustenta al huérfano y a la viuda 
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, 
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.


EVANGELIO
Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? El le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser».
Este mandamiento es el principal y primero.
El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.
Palabra del Señor.

miércoles, 23 de agosto de 2017

MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Habéis dicho: Que reine un rey sobre nosotros, siendo así que vuestro rey es el Señor

Lectura del libro de los Jueces 9, 6-15

En aquellos días, los de Siquén y todos los de El Terraplén se reunieron para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén.
En cuanto se enteró Yotán fue y, en pie sobre la  cumbre del monte Garizín, les dijo a voz en grito: ¡Oídme, vecinos de Siquén, así Dios os escuche! Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: «¡Sé nuestro rey! ».
Pero dijo el olivo: «¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles? » Entonces dijeron a la higuera: «¡Ven a ser nuestro rey! » Pero dijo la higuera: «¿Y voy a dejar mi dulce fruto sabroso, para ir a mecerme sobre los árboles? » Entonces dijeron a la vid: «¡Ven a ser nuestro rey! » Pero dijo la vid: «¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles? » Entonces dijeron todos a la zarza: «¡Ven a ser nuestro rey! » Y les dijo la zarza: «Si de veras queréis ungirme rey vuestro, venid a cobijaros bajo mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 20, 2-3. 4-5. 6-7. R7.
V/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
R/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.


V/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza

y cuánto goza con tu victoria! 
Le has concedido el deseo de su corazón, 
no le has negado lo que pedían sus labios. R/.

V/. Te adelantase a bendecirlo con el éxito, 

y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido, 

años que se prolongan sin término. R/.

V/. Tu victoria ha engrandecido su fama,

lo has vestido de honor y de majestad.
Le concedes bendiciones incesantes, 

lo colmas de gozo en tu presencia. R/.

EVANGELIO
¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.
Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido.
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? Le respondieron: Nadie nos ha contratado.
El les dijo: Id también vosotros a mi viña.
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.
Entonces se pusieron a protestar contra el amo: Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.
El replicó a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia.
¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete.
Quiero darle a este último igual que a ti.
¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú  envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.
Palabra del Señor.

martes, 22 de agosto de 2017

22 de agosto. SANTA MARÍA REINA, memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Un hijo se nos ha dado

Lectura del libro de Isaías 9, 1-3. 5-6

 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, lleva a hombros el principado, y es su nombre:
«Maravilla de Consejero, Dios guerrero,
Padre perpetuo, Príncipe de la paz.»
Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino.
Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre.
El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: 2)

R. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
O bien:
Aleluya.


Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R.
De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R.

Aleluya Lc 1, 28

Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las mujeres.

EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
-«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo .»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
-«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel:
-«¿Como será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
-«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó:
-«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.

MARTES DE LA VIGÉSIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Gedeón, salva a Israel ¡Yo te envío!

Lectura del libro de los Jueces 6, 11-24a

En aquellos días, el ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, propiedad de Joá de Abiezer, mientras su hijo Gedeón estaba trillando trigo a látigo en el lagar, para esconderse, de los madianitas.
El ángel del Señor se le apareció y le dijo: El Señor está contigo, valiente.
Gedeón respondió: Perdón; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha venido encima todo esto? ¿Dónde han quedado aquellos prodigios que nos contaban nuestros padres: «De Egipto nos sacó el Señor» ? La verdad es que ahora el Señor nos ha desamparado y nos ha entregado a los madianitas.
El Señor se volvió a él y le dijo: Vete, y con tus propias fuerzas salva a Israel de los madianitas.
¡Yo te envío! Gedeón replicó: Perdón; ¿cómo puedo yo librar a Israel? Precisamente mi familia es la menor de Manasés, y yo soy el más pequeño en casa de mi padre.
El Señor contestó: Yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Gedeón insistió: Si he alcanzado tu favor, dame una señal de que eres tú quien habla conmigo.
No te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda y te la presente.
El Señor dijo: Aquí me quedaré hasta que vuelvas.
Gedeón marchó a preparar un cabrito y unos panes ázimos con media fanega de harina; colocó luego la carne en la cesta y echó el caldo en el puchero; se los llevó al Señor y se los ofreció bajo la encina.
El ángel del Señor le dijo: Coge la carne y los panes ázimos, colócalos sobre esta roca y derrama el caldo.
Así lo hizo.
Entonces el ángel del Señor alargó el cayado que llevaba, tocó la carne y los panes, y se levantó de la roca una llamarada que los consumió.
Y el ángel del Señor desapareció de su vista.
Cuando Gedeón vio que se trataba del ángel del Señor, exclamó: ¡Ay, Dios mío ! , que he visto el ángel del Señor cara a cara.
Pero el Señor le dijo: ¡Paz! No temas, no morirás.
Entonces Gedeón levantó allí un altar al Señor y le puso el nombre de «Señor de la Paz».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 84, 9. 11-12. 13-14.
V/. El Señor anuncia la paz a su pueblo.
R/. El Señor anuncia la paz a su pueblo.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón». R/.
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo. R/.
V/. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. R/.



EVANGELIO
Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 23-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Creedme: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos.
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: Entonces, ¿quién puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.
Entonces le dijo Pedro: Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos va a tocar?
Jesús les dijo: Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos, para regir a las doce tribus de Israel.
El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.

Palabra del Señor.

lunes, 21 de agosto de 2017

LUNES DE LA VIGÉSIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El Señor hacía surgir Jueces, pero ni a los Jueces hacían caso

Lectura del libro de los Jueces 2, 11-19

En aquellos días, los israelitas hicieron lo que el Señor reprueba; dieron culto a los ídolos, abandonaron al Señor Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron tras otros dioses, dioses de las naciones vecinas, y los adoraron, irritando al Señor.
Abandonaron al Señor y dieron culto a Baal y Astarté.
El Señor se encolerizó contra Israel: los entregó a bandas de saqueadores que los saqueaban, los vendió a los enemigos de alrededor, y los israelitas no podían resistirles.
En todo lo que emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra, exactamente como él les había dicho y jurado, llegando así a una situación desesperada.
Entonces el Señor hacía surgir Jueces, que los libraban de las bandas de salteadores; pero ni a los Jueces hacían caso, sino que se prostituían con otros dioses, dándoles culto, desviándose muy pronto de la senda por donde habían caminado sus padres, obedientes al Señor.
No hacían como ellos.
Cuando el Señor hacía surgir Jueces, el Señor estaba con el Juez; y, mientras vivía el Juez, los salvaba de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus opresores.
Pero en cuanto moría el Juez, recaían y se portaban peor que sus padres, yendo tras otros dioses, rindiéndoles adoración; no se apartaban de sus maldades ni de su conducta obstinada.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 105, 34-35. 36-37. 39-40. 43ab y 44
V/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
V/. No exterminaron a los pueblos que el Señor les había mandado; emparentaron con los gentiles imitaron sus costumbres. R/.
V/. Adoraron sus ídolos y cayeron en sus lazos; inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas. R/.
V/. Se mancharon con sus acciones, y se prostituyeron con sus maldades.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo y aborreció su heredad. R/.
V/. Cuántas veces los libró: mas ellos, obstinados en su actitud, perecían por sus culpas.
Pero él miró su angustia y escuchó sus gritos. R/.


EVANGELIO
Si quieres llegar hasta el final vende lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno, para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno.
Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
El le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».
El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido.
¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente conmigo.
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Palabra del Señor.

lunes, 7 de agosto de 2017

LUNES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Yo solo no puedo cargar con este pueblo

Lectura del libro de los Números 11, 4b-15

En aquellos días, los israelitas dijeron: ¡Quién pudiera comer carne! Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones y puerros y cebollas y ajos.
Pero ahora se nos quita el apetito de no ver más que maná.
(El maná se parecía a semilla de coriandro con color de bedelio; el pueblo se dispersaba a recogerlo, lo molían en el molino o lo machacaban en el almirez, lo cocían en la olla y hacían con ello hogazas que sabían a pan de aceite.
Por la noche caía el rocío en el campamento y encima de él el maná).
Moisés oyó cómo el pueblo, familia por familia, lloraba, cada uno a la entrada de su tienda, provocando la ira del Señor; y disgustado, dijo al Señor: ¿Por qué tratas mal a tu siervo y no le concedes tu favor, sino que le haces cargar con todo este pueblo? ¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz, para que me digas: Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí a sus padres ? ¿De dónde sacaré pan para repartirlo a todo el pueblo? Vienen a mí llorando: Danos de comer carne.
Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas.
Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir; concédeme este favor, y no tendré que pasar tales penas.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 80, 12-13. 14-15. 16-17
V/. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
R/. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
V/. Mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: los entregué a su corazón obstinado, para que anduviesen según sus antojos. R/.
V/. Ojalá me escuchase mi pueblo, y caminase Israel por mi camino: en un momento humillaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios. R/.
V/. Los que aborrecen al Señor te adularían, y su muerte quedaría fijada; te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre. R/.
 
EVANGELIO
Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.
Al desembarcar vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos.
Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.
Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.
Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.
Les dijo: Traédmelos.
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente.
Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Palabra del Señor. 

viernes, 4 de agosto de 2017

VIERNES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
En las festividades del Señor os reuniréis en asamblea litúrgica
Lectura del libro del Levítico 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34b-37
El Señor habló a Moisés: Estas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo.
El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor.
El día quince del mismo mes, es la fiesta de los panes ázimos dedicada al Señor.
Comeréis panes ázimos durante siete días.
El primer día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno.
Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor.
Al séptimo os volveréis a reunir en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno.
El Señor habló a Moisés: Di a los israelitas: Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote.
Este la agitará ritualmente en presencia del Señor, para que os sea aceptada; la agitará el sacerdote el día siguiente al sábado.
Pasadas siete semanas completas a contar desde el día siguiente; al sábado día en que lleváis la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, haréis una nueva ofrenda al Señor.
El día diez del séptimo mes es el Día de la expiación.
Os reuniréis en asamblea litúrgica, haréis penitencia y ofreceréis una oblación al Señor.
El día quince del séptimo mes comienza la Fiesta de las Tiendas dedicada al Señor; y dura siete días.
El día primero os reuniréis en asamblea litúrgica.
No haréis trabajo alguno.
Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor.
Al octavo volveréis a reuniros en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor.
Es día de reunión religiosa solemne.
No haréis trabajo alguno.
Estas son las festividades del Señor, en las que os reuniréis en asamblea litúrgica, y ofreceréis al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponda a cada día.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 80, 3-4. 5-6ab. 10-11ab
V/. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
R/. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

V/. Acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las arpas; tocad la trompeta por la luna nueva, por la luna llena, que es nuestra Fiesta. R/.

V/. Porque es una ley en Israel, un precepto del Dios de Jacob, una norma establecida para José, al salir de la tierra de Egipto. R/.

V/. «No tendrás un Dios extraño, no adorarás un dios extranjero, yo soy el Señor, Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto». R/. 


EVANGELIO
¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 54-58
En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga.
La gente decía admirada: ¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas ? ¿No viven aquí todas sus hermanas ? Entonces, ¿de dónde saca todo eso ? Y desconfiaban de él.
Jesús les dijo: Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.
Palabra del Señor.

miércoles, 2 de agosto de 2017

MIÉRCOLES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Al ver la cara de Moisés, no se atrevieron a acercarse a él

Lectura del libro del Éxodo 34, 29-35

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor.
Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él.
Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló.
Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí.
Y cuando terminó de hablar con ellos se echó un velo por la cara.
Cuando entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida.
Cuando salía comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado.
Los israelitas veían la piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Palabra de Dios . 

Salmo responsorial Sal 98, 5. 6. 7. 9.
V/. Santo eres, Señor, Dios nuestro.
R/. Santo eres, Señor, Dios nuestro.


V/. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies: «El es santo». R/.


V/. Moisés y Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor, y él respondía. R/.


V/. Dios les hablaba desde la columna de nube, oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R/.


V/. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante su monte santo: «Santo es el Señor, nuestro Dios. R/.
 


EVANGELIO
Vende todo lo que tiene y compra el campo

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 44-45

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.

Palabra del Señor .