sábado, 27 de enero de 2018

DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca

Lectura del libro del Deuteronomio 18, 15-20

Moisés habló al pueblo, diciendo:
—«Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir."
El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá.”»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 (R/.: 8)
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.


SEGUNDA LECTURA
La soltera se preocupa de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32-35

Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 4, 16
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.

EVANGELIO
Enseñaba con autoridad

 +Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su
doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
—«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó:
—«Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
—«¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor.

lunes, 22 de enero de 2018

SAN VICENTE, diácono y mártir, m. obligatoria

PRIMERA LECTURA
Quien resucitó al Señor Jesús, también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 4, 7-15

Hermanos: Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados;
acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros.
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé» , también nosotros creemos y por eso hablamos, sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros.
Todo es para vuestro bien.
Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 5b)
R. El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R.


Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R.


Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.


El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. R.


EVANGELIO
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre
 + Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
-«No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»
Palabra del Señor.

sábado, 20 de enero de 2018

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Los ninivitas se convirtieron de su mala vida

Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10

En aquellos di as, vino la palabra del Señor sobre Jonás:
—«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.»
Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando:
—«¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»
Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco,
grandes y pequeños.
Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9 (R/.: 4a)
R/. Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.


SEGUNDA LECTURA
La representación de este mundo se termina

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 29-31

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.
Palabra de Dios.

Aleluya Mc 1,15
Está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio.

EVANGELIO
Convertíos y creed en el Evangelio

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
—«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
—«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a
su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate!

Comienzo del segundo libro de Samuel 1, 1-4. 11-12. 19. 23-27

En aquellos días, al volver de su victoria sobre los amalecitas, David se detuvo dos días en Sicelag.
Al tercer día de la muerte de Saúl, llegó uno del ejército con la ropa hecha jirones y polvo en la cabeza; cuando llegó, cayó a tierra, postrándose ante David.
David le preguntó: ¿De dónde vienes? Respondió: Me he escapado del campamento israelita.
David dijo: ¿Qué ha ocurrido? Cuéntame.
El respondió: Pues que la tropa ha huido de la batalla y ha habido muchas bajas entre la tropa, y muchos muertos, y hasta han muerto Saúl y su hijo Jonatán.
Entonces David agarró sus vestiduras y las rasgó, y sus acompañantes hicieron lo mismo.
Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor, por la casa de Israel, porque habían muerto a espada.
Y dijo David: «¡Ay, la flor de Israel, herida en tus alturas! Cómo cayeron los valientes! Saúl y Jonatán, mis amigos queridos: ni vida ni muerte los pudo separar; más rápidos que águilas, más bravos que leones.
Muchachas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía de púrpura y de joyas, que enjoyaba con oro vuestros vestidos.
¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate! ¡Jonatán, herido en tus alturas! ¡Cómo sufro por ti, Jonatán, hermano mío! ¡Ay, cómo te quería! Tu amor era para mí más maravilloso que el amor de mujeres.
¡Cómo cayeron los valientes, los rayos de la guerra perecieron! »
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 79, 2-3. 5-7.
V/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.

V/. Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como a un rebaño; tú que te sientas sobre querubines, resplandece ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

V/. Señor Dios de los Ejércitos, ¿hasta cuándo estarás airado mientras tu pueblo te suplica? Les diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos; nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros. R/.


EVANGELIO 

Su familia decía que no estaba en sus cabales
+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 20-21

En aquel tiempo, volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.

Palabra del Señor. 

viernes, 19 de enero de 2018

VIERNES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
No extenderé la mano contra él, porque es el ungido del Señor
Lectura del primer libro de Samuel 24, 3-21
En aquellos días, Saúl, con tres mil soldados de todo Israel, marchó en busca de David y su gente hacia las Peñas de los Rebecos; llegó a unos apriscos de ovejas junto al camino, donde había una cueva, y entró a hacer sus necesidades.
David y los suyos estaban en lo más hondo de la cueva, y le dijeron a David sus hombres: Este es el día del que te dijo el Señor: «Yo te entrego tu enemigo».
Haz con él lo que quieras.
Pero él les respondió: ¡Dios me libre de hacer eso a mi Señor, el ungido del Señor, extender la mano contra él ! Y les prohibió enérgicamente echarse contra Saúl, pero él se levantó sin meter ruido y le cortó a Saúl el borde del manto, aunque más tarde le remordió la conciencia por haberle cortado a Saúl el borde del manto.
Cuando Saúl salió de la cueva y siguió su camino, David se levantó, salió de la cueva detrás de Saúl y le gritó: ¡Majestad! Saúl se volvió a ver, y David se postró rostro en tierra rindiéndole vasallaje.
Le dijo:
¿Por que haces caso a lo que dice la gente, que David anda buscando tu ruina? Mira, lo estás viendo hoy con tus propios ojos: el Señor te había puesto en mi poder dentro de la cueva; me dijeron que te matara, pero te respeté y dije que no extendería la mano contra mi señor, porque eres el Ungido del Señor.
Padre mío, mira en mi mano el borde de tu manto; si te corté el borde del manto y no te maté, ya ves que mis manos no están manchadas de maldad, ni de traición, ni de ofensa contra ti, mientras que tú me acechas para matarme.
Que el Señor sea nuestro juez.
Y que él me vengue de ti; que mi mano no se alzará contra ti.
Como dice el viejo refrán: «La maldad sale de los malos» , mi mano no se alzará contra ti.
¿Tras de quién ha salido el rey de Israel ? ¿A quién vas persiguiendo? ¡A un perro muerto, a una pulga! El Señor sea juez y sentencie nuestro pleito, vea y defienda mi causa, librándome de tu mano.
Cuando David terminó de decir esto a Saúl, Saúl exclamó: Pero, ¿es ésta tu voz, David, hijo mío? Luego levantó la voz, llorando, mientras decía a David: ¡Tú eres inocente, y no yo! Porque tú me has pagado con bienes, y yo te he pagado con males; y hoy me has hecho el favor más grande, pues el Señor me entregó a ti y tú no me mataste.
Porque si uno encuentra a su enemigo, ¿lo deja marchar por las buenas? ¡El Señor te pague lo que hoy has hecho conmigo! Ahora, mira, sé que tú serás rey y que el reino de Israel se consolidará en tu mano.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 56, 2. 3-4. 6 y 11.
V/. Misericordia, Dios mío, misericordia.
R/. Misericordia, Dios mío, misericordia.

V/. Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas, mientras pasa la calamidad. R/.

V/. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
Desde el cielo me enviará la salvación, confundirá a los que ansían matarme, enviará su gracia y su lealtad. R/.

V/. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria.
Por tu bondad que es más grande que los cielos, por tu fidelidad que alcanza a las nubes. R/.


 
EVANGELIO
Llamó a los que quiso y los hizo sus compañeros

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 13-19

En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso, y se fueron con él.
A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges─Los Truenos─, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, que lo entregó.
Palabra del Señor.

jueves, 18 de enero de 2018

JUEVES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Mi padre Saúl te busca para matarte

Lectura del primer libro de Samuel 18, 6-9; 19, 1-7

Cuando volvieron de la guerra, después de haber matado David al filisteo, las mujeres de todas las poblaciones de Israel salieron a cantar y recibir con bailes al rey Saúl, al son alegre de panderos y sonajas.
Y cantaban a coro esta copla: «Saúl mató a mil, David a diez mil».
A Saúl le sentó mal aquella copla, y comentó enfurecido: ¡Diez mil a David, y a mí mil! ¡Ya sólo le falta ser rey! Y a partir de aquel día Saúl le tomó ojeriza a David.
Delante de su hijo Jonatán y de sus ministros, Saúl habló de matar a David.
Jonatán, hijo de Saúl, quería mucho a David y le avisó: Mi padre Saúl te busca para matarte.
Estate atento mañana y escóndete en sitio seguro; yo saldré e iré al lado de mi padre, al campo donde tú estés; le hablaré de ti y, si saco algo en limpio, te lo comunicaré.
Así pues, Jonatán habló a su padre Saúl en favor de David: ¡Que el rey no ofenda a su siervo David! El no te ha ofendido, y lo que él hace es en tu provecho: se jugó la vida cuando mató al filisteo y el Señor dio a Israel una gran victoria; bien que te alegraste al verlo.
¡No vayas a pecar derramando sangre inocente, matando a David sin motivo! Saúl hizo caso a Jonatán y juró: ¡Vive Dios, no morirá! Jonatán llamó a David y le contó la conversación; luego lo llevó donde Saúl y David siguió en palacio como antes.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 55, 2-3. 9-10. 11-12. 13.
V/. En Dios confío y no temo.
R/. En Dios confío y no temo.

V/. Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todo el día; todo el día me hostigan mis enemigos, me atacan en masa. R/.

V/. Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío.
Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco y así sabré que eres mi Dios. R/.

V/. En Dios, cuya promesa alabo, en el Señor, cuya promesa alabo, en Dios confío y no temo: ¿qué podrá hacerme un hombre? . R/.

V/. Te debo, Dios mío, los votos que hice; los cumpliré con acción de gracias. R/.



EVANGELIO
Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero Jesús les prohibía que lo diesen a conocer

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 7-12

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea.
Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón.
Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío.
Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: Tú eres el Hijo de Dios.
Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.
Palabra del Señor.

miércoles, 17 de enero de 2018

MIÉRCOLES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Venció David al filisteo con la honda y una piedra

Lectura del primer libro de Samuel 17, 32-33. 37. 40-51.

En aquellos días, Saúl mandó llamar a David, y éste le dijo: Majestad, no os desaniméis.
Este servidor tuyo irá a luchar con ese filisteo.
Pero Saúl le contestó: No podrás acercarte a ese filisteo para luchar con él, porque eres un muchacho, y él es un guerrero desde mozo.
David replicó: El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de las manos de ese filisteo.
Entonces Saúl le dijo: Anda con Dios.
Agarró la cayada, escogió cinco cantos de arroyo, se los echó al zurrón, empuñó la honda y se acercó al filisteo.
Este, precedido de su escudero, iba avanzando, acercándose a David; lo miró de arriba abajo y lo despreció, porque era un muchacho de buen color y guapo, y le gritó: ¿Soy yo un perro, para que vengas a mí con un palo? Luego maldijo a David, invocando a sus dioses, y le dijo: Ven acá, y echaré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.
Pero David le contestó: Tú vienes hacia mí armado de espada, lanza y jabalina; yo voy hacia ti en nombre del Señor de los Ejércitos, Dios de las huestes de Israel, a las que has desafiado.
Hoy te entregará el Señor en mis manos; te venceré, te arrancaré la cabeza de los hombros y echaré tu cadáver y los cadáveres del campamento filisteo a las aves del cielo y las fieras de la tierra; y todo el mundo reconocerá que hay un Dios en Israel; y todos los aquí reunidos reconocerán que el Señor da la victoria sin necesidad de espadas ni lanzas, porque ésta es una guerra del Señor y él os entregará en nuestro poder.
Cuando el filisteo se puso en marcha y se acercaba en dirección a David, éste salió de la formación y corrió velozmente en dirección al filisteo; echó mano al zurrón, sacó una piedra, disparó la honda y le pegó al filisteo en la frente: la piedra se le clavó en la frente, y cayó de bruces en tierra.
Así venció David al filisteo, con la honda y una piedra; lo mató de un golpe, sin empuñar espada.
David corrió y se paró junto al filisteo, le agarró la espada, la desenvainó y lo remató, cortándole la cabeza.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 143, 1. 2. 9-10.
V/. Bendito el Señor, mi Roca.
R/. Bendito el Señor, mi Roca.


V/. Bendito el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea. R/.


V/. Mi bienhechor, mi alcázar, baluarte donde me pongo a salvo, mi escudo y mi refugio, que me somete los pueblos. R/.


V/. Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, tocaré para ti el arpa de diez cuerdas: para ti, que das la victoria a los reyes y salvas a David tu siervo.
Defiéndeme de la espada cruel. R/.




EVANGELIO
¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre con parálisis en un brazo.
Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.
Jesús le dijo al que tenía la parálisis: Levántate y ponte ahí en medio.
Y a ellos les preguntó: ¿Qué está permitido en sábado? , ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir? Se quedaron callados.
Echando en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: Extiende el brazo.
Lo extendió y quedó restablecido.
En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.

Palabra del Señor.

martes, 16 de enero de 2018

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Ungió Samuel a David en medio de sus hermanos, y en aquel momento lo invadió el espíritu del Señor

Lectura del primer libro de Samuel 16, 1-13

En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado como rey de Israel ? Llena tu cuerno de aceite y vete.
Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.
Samuel contestó: .
¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me mata.
El Señor le dijo: Llevas una novilla y dices que vas a hacer un sacrificio al Señor.
Convidas a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás al que yo te diga.
Samuel hizo lo que le mandó el Señor.
Cuando llegó a Belén, los ancianos del pueblo fueron ansiosos a su encuentro: ¿Vienes en son de paz? Respondió: Sí, vengo a hacer un sacrificio al Señor.
Purificaos y venid conmigo al sacrificio.
Purificó a Jesé y a sus hijos y los convidó al sacrificio.
Cuando llegaron, vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante el Señor su ungido».
Pero el Señor dijo a Samuel:
No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado.
La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón.
Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel; y Samuel, dijo: Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.
Jesé hizo pasar a Sama; y Samuel dijo: Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.
Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo: A ninguno de éstos ha elegido el Señor.
Preguntó entonces Samuel a Jesé: ¿No quedan ya más muchachos? El respondió: Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.
Dijo entonces Samuel a Jesé: Manda que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.
Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia.
Dijo el Señor: Levántate y úngelo, porque éste es.
Tomó Samuel el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos.
En aquel momento invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante.
Samuel emprendió la vuelta a Ramá.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 88, 20. 21-22. 27-28
V/. Encontré a David mi siervo.
R/. Encontré a David mi siervo.


V/. Un día hablaste en visión a tus amigos: He ceñido la corona a un héroe, he levantado a un soldado sobre el pueblo. R/.


V/. Encontré a David mi siervo y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R/.


V/. El me invocará: Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora, y yo lo nombraré mi primogénito, excelso entre los reyes de la tierra. R/.



EVANGELIO
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 23-28

Un sábado atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido? El les respondió: ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.
Y añadió: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del Hombre es señor también del sábado.
 

Palabra del Señor.

lunes, 15 de enero de 2018

LUNES DE LA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Obedecer vale más que un sacrificio. El Señor te rechaza hoy como rey
Lectura del primer libro de Samuel 15, 16-23
En aquellos días, Samuel dijo a Saúl: Déjame que te cuente lo que el Señor me ha dicho esta noche.
Contestó Saúl: Dímelo.
Samuel dijo: Aunque te creías pequeño, eres la cabeza de las tribus de Israel, porque el Señor te ha nombrado rey de Israel.
El Señor te envió a esta campaña con orden de exterminar a esos pecadores amalecitas, combatiendo hasta acabar con ellos.
¿Por qué no has obedecido al Señor? ¿Por qué has echado mano a los despojos, haciendo lo que el Señor reprueba? Saúl replicó: ¡Pero si he obedecido al Señor! He hecho la campaña a la que me envió, he traído a Agag, rey de Amalec, y he exterminado a los amalecitas.
Si la tropa tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor de lo destinado al exterminio, lo hizo para ofrecérselas en sacrificio al Señor tu Dios en Guilgal.
Samuel contestó: ¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos, o quiere que obedezcan al Señor? Obedecer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que grasa de carneros.
Pecado de adivinos es la rebeldía, crimen de idolatría es la obstinación.
Por haber rechazado al Señor, el Señor te rechaza hoy como rey.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 49, 8-9. 16bc-17. 21 y 23.
V/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.

V/. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa ni un cabrito de tus rebaños. R/.

V/. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?. R/.

V/. Esto haces, ¿y me voy a callar? ¿crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara. R/.

V/. El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios. R/.



EVANGELIO
El novio está con ellos

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 18-22

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno.
Vinieron unos y le preguntaron a Jesús.
Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan.
¿Por qué los tuyos no? Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos ? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.
Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán.
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto─lo nuevo de lo viejo─ y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.

Palabra del Señor. 

sábado, 13 de enero de 2018

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Habla, Señor, que tu siervo te escucha
Lectura del primer libro de Samuel 3, 3b-10. 19
En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió:
-«Aquí estoy.»
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado; vuelve a acostarte.»
Samuel volvió a acostarse.
Volvió a llamar el Señor a Samuel.
Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte.»
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel:
—«Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha.”»
Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes:
—«¡Samuel, Samuel!» 
Él respondió: -«Habla, que tu siervo te escucha.» Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 2 y 4ab. 7. 8-9. 10 (R/.: 8a y 9a)
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito; me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio. R/.

Entonces yo digo: «Aquí estoy —como está escrito en mi libro- para hacer tu voluntad.» Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios; Señor, tú lo sabes. R/.


SEGUNDA LECTURA
Vuestros cuerpos son miembros de Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 13c-15a. 17-20

Hermanos:
El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo.
Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
El que se une al Señor es un espíritu con él.
Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios.
No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros.
Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 1, 41. 17b
Hemos encontrado al Mesías, que es Cristo;
la gracia y la verdad vinieron por medio de él.

EVANGELIO
Vieron dónde vivía y se quedaron con él

+Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
—«Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
—«¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron:
—«Rabí (que significa Maestro), ¿donde vives?»
Él les dijo:
—«Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
—«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
—«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Ese es el hombre de quien habló el Señor; Saúl regirá a su pueblo
Lectura del primer libro de Samuel 9, 1-4. 17-19; 10, 1a
Había un hombre de Loma de Benjamín, llamado Quis, hijo de Abiel, de Seror, de Becorá, de Afiaj, benjaminita, de buena posición.
Tenía un hijo que se llamaba Saúl, un mozo bien plantado; era el israelita más alto: sobresalía por encima de todos, de los hombros arriba.
A su padre Quis se le habían extraviado unas burras; y dijo a su hijo Saúl: Llévate a uno de los criados y vete a buscar las burras.
Cruzaron la serranía de Efraín y atravesaron la comarca de Salisá, pero no las encontraron.
Atravesaron la comarca de Saalín, y nada.
Atravesaron la comarca de Benjamín, y tampoco.
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le avisó: Ese es el hombre de quien te hablé; ése regirá a mi pueblo.
Saúl se acercó a Samuel en medio de la entrada y le dijo: Haga el favor de decirme dónde está la casa del vidente.
Samuel le respondió: Yo soy el vidente.
Sube delante de mí al altozano; hoy coméis conmigo, y mañana te dejaré marchar y te diré todo lo que piensas.
Tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: ¡El Señor te unge como jefe de su heredad! Tú regirás al pueblo del Señor y le librarás de la mano de los enemigos que lo rodean.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 20, 2-3. 4-5. 6-7.
V/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
R/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

V/. ¡Señor, el rey se alegra por tu fuerza, y cuánto goza con tu victoria! Le has concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios. R/.

V/. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida y se la has concedido, años que se prolongan sin término. R/.

V/. Tu victoria ha engrandecido su fama, lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo en tu presencia. R/.

 
EVANGELIO
No he venido a llamar justos, sino pecadores

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 13-17

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él y les enseñaba.
Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme.
Se levantó y lo siguió.
Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: ¡De modo que come con recaudadores y pecadores! Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.
No he venido a llamar justos, sino pecadores.

Palabra del Señor. 

viernes, 12 de enero de 2018

VIERNES DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Gritareis contra el rey, pero Dios no os responderá
Lectura del primer libro de Samuel 8, 4-7. 10-22a
En aquellos días, los ancianos de Israel se reunieron y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá.
Le dijeron: Mira, tú eres ya viejo, y tus hijos no se comportan como tú.
Nómbranos un rey que nos gobierne, como se hace en todas las naciones.
A Samuel le disgustó que le pidieran ser gobernados por un rey, y se puso a orar al Señor.
El Señor le respondió: Haz caso al pueblo en todo lo que te pidan.
No te rechazan a ti, sino a mí; no me quieren por rey.
Samuel comunicó la palabra del Señor a la gente que le pedía un rey: Estos son los derechos del rey que os regirá: A vuestros hijos los llevará para enrolarlos en sus destacamentos de carros y caballería, y para que vayan delante de su carroza; los empleará como jefes y oficiales en su ejército, como aradores de sus campos y segadores de su cosecha, como fabricantes de armamento y de pertrechos para sus carros.
A vuestras hijas se las llevará como perfumistas, cocineras y reposteras.
Vuestros campos, viñas y los mejores olivares, os los quitará para dárselos a sus ministros.
De vuestro grano y vuestras viñas, os exigirá diezmos, para dárselos a sus funcionarios y ministros.
A vuestros criados y criadas, y a vuestros mejores burros y bueyes, se los llevará para usarlos en su hacienda.
De vuestros rebaños os exigirá diezmos.
¡Y vosotros mismos seréis sus esclavos! Entonces gritaréis contra el rey que os elegisteis, pero Dios no os responderá.
El pueblo no quiso hacer caso a Samuel, e insistió: No importa.
¡Queremos un rey! Así seremos nosotros como los demás pueblos.
Que nuestro rey nos gobierne y salga al frente de nosotros a luchar en nuestra guerra.
Samuel oyó lo que pedía el pueblo y se lo comunicó al Señor.
El Señor le respondió: Hazles caso y nómbrales un rey.
Palabra de Dios. 

Salmo responsorial Sal 88, 16-17. 18-19.
V/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
V/. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R/.
V/. Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo y el Santo de Israel, nuestro rey. R/.
 

EVANGELIO
El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 1-12

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa.
Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta.
El les proponía la Palabra.
Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: Hijo, tus pecados quedan perdonados.
Unos letrados, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla éste así? Blasfema.
¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios? Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico «tus pecados quedan perdonados» o decirle «levántate, coge la camilla y echa a andar» ? Pues, para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados... entonces le dijo al paralítico: Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.
Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: Nunca hemos visto una cosa igual.

Palabra del Señor.

jueves, 11 de enero de 2018

JUEVES DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Derrotaron a los israelitas y el Arca de Dios fue capturada
Lectura del primer libro de Samuel 4, 1-11
Por entonces se reunieron los filisteos para atacar a Israel.
Los israelitas salieron a enfrentarse con ellos y acamparon junto a Piedrayuda, mientras que los filisteos acampaban en El Cerco.
Los filisteos formaron en orden de batalla frente a Israel.
Entablada la lucha, Israel fue derrotado por los filisteos; de sus filas murieron en el campo unos cuatro mil hombres.
La tropa volvió al campamento, y los ancianos de Israel deliberaron: ¿Por qué el Señor nos ha hecho sufrir hoy una derrota a manos de los filisteos ? Vamos a Siló, a traer el Arca de la Alianza del Señor, para que esté entre nosotros y nos salve del poder enemigo.
Mandaron gente a Siló, a por el Arca de la Alianza del Señor de los Ejércitos entronizado sobre Querubines.
Los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, fueron con el Arca de la Alianza de Dios.
Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel lanzó a pleno pulmón el alarido de guerra, y la tierra retembló.
Al oír los filisteos el estruendo del alarido, se preguntaron: ¿Qué significa ese alarido que retumba en el campamento hebreo ? Entonces se enteraron de que el Arca del Señor había llegado al campamento, y, muertos de miedo, decían: ¡Ha llegado su dios al campamento! ¡Ay de nosotros! Es la primera vez que nos pasa esto.
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos, los dioses que hirieron a Egipto con toda clase de calamidades y epidemias ? ¡Valor, filisteos ! Sed hombres, y no seréis esclavos de los hebreos como lo han sido ellos de nosotros.
¡Sed hombres, y al ataque!
Los filisteos se lanzaron a la lucha y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada.
Fue una derrota tremenda: cayeron treinta mil de la infantería israelita.
El Arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, murieron.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 43, 10-11. 14-15. 24-25
V/. Redímenos, Señor, por tu misericordia.
R/. Redímenos, Señor, por tu misericordia.

V/. Ahora nos rechazas v nos avergüenzas, y ya no sales, Señor, con nuestras tropas: nos haces retroceder ante el enemigo, y nuestro adversario nos saquea. R/.

V/. Nos haces el escarnio de nuestros vecinos, irrisión y burla de los que nos rodean.
Nos has hecho el refrán de los gentiles, nos hacen muecas las naciones. R/.

V/. Despierta, Señor, ¿por qué duermes? levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro y olvidas nuestra desgracia y opresión R/.


EVANGELIO
La lepra se le quitó y quedó limpio

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: Si quieres, puedes limpiarme.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: quiero: queda limpio.
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
El lo despidió, encargándole severamente: No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.
Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor. 

miércoles, 10 de enero de 2018

MIÉRCOLES DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Habla, Señor, que tu siervo te escucha

Lectura del primer libro de Samuel 3 1-10. 19-20

En aquellos días, el pequeño Samuel servía en el templo del Señor bajo la vigilancia de Elí.
Por aquellos días las palabras del Señor eran raras y no eran frecuentes las visiones.
Un día estaba Elí acostado en su habitación; se le iba apagando la vista y casi no podía ver.
Aún ardía la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios.
El Señor llamó a Samuel y él respondió: Aquí estoy.
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy; vengo porque me has llamado.
Respondió Elí: No te he llamado; vuelve a acostarte.
Samuel volvió a acostarse.
Volvió a llamar el Señor a Samuel.
El se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy, vengo porque me has llamado.
Respondió Elí: No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte.
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy; vengo porque me has llamado.
Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho y dijo a Samuel: Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: «Habla, Señor, que tu siervo te escucha».
Samuel fue y se acostó en su sitio.
El Señor se presentó y le llamó como antes: ¡Samuel, Samuel! El respondió: Habla, Señor, que tu siervo te escucha.
Samuel crecía, Dios estaba con él, y ninguna de sus palabras dejó de cumplirse; y todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel era profeta acreditado ante el Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 2 y 5. 7-8a. 8b-9. 10.
V/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


V/. Yo esperaba con ansia al Señor: él se inclinó y escuchó mi grito.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, y no acude a los idólatras que se extravían con engaños. R/.


V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.


V/. Como está escrito en mi libro: «Para hacer tu voluntad». Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.


V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R/.



EVANGELIO
Curó a muchos enfermos de diversos males

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron.
Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó.
Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos.
La población entera se agolpaba a la puerta.
Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: Todo el mundo te busca.
El les respondió: Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido.
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor.

martes, 9 de enero de 2018

MARTES DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
El Señor se acordó de Ana, y dio a luz a Samuel
Lectura del primer libro de Samuel 1, 9-20
En aquellos días, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo del Señor, Ana se levantó y, desconsolada, rezó al Señor deshaciéndose en lágrimas e hizo este voto: «Señor de los Ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de tu esclava, si te acuerdas de mí y no me olvidas, si concedes a tu esclava un hijo varón, se lo ofreceré al Señor para toda la vida y la navaja no pasará por su cabeza».
Mientras repetía su oración al Señor, Elí la observaba.
Ana hablaba para sus adentros: movía los labios, sin que se oyera su voz.
Elí, creyendo que estaba borracha, le dijo: ¿Hasta cuándo vas a seguir borracha? Devuelve el vino que has bebido.
Ana respondió: No es eso, señor; no he bebido vino ni licores; lo que pasa es que estoy afligida y me desahogo con el Señor.
No me tengas por una mujer perdida, que hasta ahora he hablado movida por mi gran desazón y pesadumbre.
Entonces dijo Elí: Vete en paz.
Que el Señor de Israel te conceda lo que le has pedido.
Y ella respondió: Que tu sierva halle gracia ante ti.
La mujer se marchó, comió, y se transformó su semblante.
A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron.
Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de el1a.
Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: ¡Al Señor se lo pedí!
Palabra de Dios.

Salmo responsorial 1 S 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd
V/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.
R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.

V/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R/.

V/. Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R/.

V/. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R/.

V/. El levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R/.


EVANGELIO
Les enseñaba con autoridad

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 21-28

Llegó Jesús a Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: El Santo de Dios.
Jesús lo increpó: Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte salió.
Todos se preguntaron estupefactos: ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo.
Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor.

lunes, 8 de enero de 2018

LUNES DE LA PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho estéril

Comienzo del primer libro de Samuel 1, 1-8

Había un hombre sufita oriundo de Ramá, en la serranía de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihu, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo, para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los Ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés.
Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril.
Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril.
Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía.
Y Elcaná su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes?, ¿por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 115, 12-13. 14 y 17. 18-19.
V/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

V/. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R/.

V/. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R/.

V/. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo; en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. R/.



EVANGELIO
Convertíos y creed la Buena Noticia

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Palabra del Señor.