sábado, 30 de junio de 2018

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo

Lectura del libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes.
Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal.
Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 29, 2 y 4. 5-6.11 y 12a y 13b (R/.: 2a)
R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. R/.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.


SEGUNDA LECTURA
Vuestra abundancia remedia la falta que tienen los hermanos pobres

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo los Corintios 8, 7. 9. 13-15

Hermanos:
Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad.
Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.
Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad.
Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.»
Palabra de Dios.

Aleluya cf. 2Tm 1, 10
Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte
y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.
 
EVANGELIO
Contigo hablo, niña, levántate 
+Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-43
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
—«Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría.
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:
—«¿Quién me ha tocado el manto?»
Los discípulos le contestaron:
—«Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo:
—«Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
—«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
—«No temas; basta que tengas fe.»
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo:
—«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta está dormida.»
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
-«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate
»).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor.

CONMEMORACIÓN DE SAN PABLO, Apóstol

30 de Junio
CONMEMORACIÓN DE SAN PABLO,
Apóstol
  He peleado el buen combate, he terminado la carrera,
he guardado la fe. No me queda sino esperar
la corona de justicia que me está reservada,
y que el Señor, justo Juez, me dará en el gran día,
a mí y a todos los que aman su venida. 

(2 Timoteo, 4, 7.8).

   ¿Quién podría enumerar los trabajos emprendidos por San Pablo, los peligros que ha afrontado, los países que ha recorrido, los pueblos que ha conquistado para la verdad? Nada asusta a su flaqueza: sabe que todo lo puede en Aquél que lo conforta; nada detiene ni cansa a su celo; sabe que tendrá la eternidad para descansar; nada calma la sed que tiene de sufrir: sabe que los sufrimientos de aquí abajo nada son comparados con el peso de eterna gloria que será su recompensa en el cielo.

MEDITACIÓN NUESTRAS BUENAS OBRAS
NOS SIGUEN AL OTRO MUNDO
  
   I. Tener fervor en el servicio de Dios, es hacer todo lo que Dios nos pide con ardor, con prontitud y con alegría. Un hombre fervoroso vuela allí donde le llama el deber. Busca grandes ocasiones de dar a Dios pruebas de su amor; no desprecia las pequeñas; nada le parece difícil, por nada tiene lo que ya ha hecho, arde en deseos de hacer algo más heroico en lo por venir para la gloria de Jesucristo. ¿Te hallas en estas disposiciones? Estuviste en ellas, ¿por qué no has perseverado? Vuelve lo antes posible a ese primer estado de fervor del que te relajaste.
   II. Un hombre fervoroso resiste generosamente a todas las tentaciones; un hombre tibio y flojo sucumbe en ellas. Nada cuesta a un cristiano que está animado de este hermoso fuego: todo incomoda a un cristiano frío, todo le parece difícil e insoportable. El hombre fervoroso está siempre feliz y siempre contento, porque Dios derrama en su alma consolaciones celestiales para recompensarlo por los placeres del mundo que le sacrifica; el cristiano flojo y tibio no goza de los consuelos del Cielo, porque no es lo suficientemente fiel a Dios como para merecerlos.
   III. El medio para encender el fervor en tu corazón es, en primer lugar, servir a Dios cada día como si cada día comenzases a servirle; es olvidar el poco bien qué ya hayas hecho, es considerarte como un servidor inútil. Compara lo que has hecho por Dios con lo que Jesucristo ha hecho por ti. En segundo lugar, cada día sirve a Dios como si fuese el último de tu vida. ¿Qué harías ahora si estuvieras seguro de morir mañana?

El fervor
Orad
por los que trabajan
en la salvación de las almas.
 
ORACIÓN
  Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del bienaventurado Pablo, apóstol, nos haga agradables a Vuestra Majestad, a fin de que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos.

SÁBADO DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Grita al Señor, laméntate, Sión

Lectura del libro de las Lamentaciones 2, 2. 10-14. 18-19

El Señor destruyó sin compasión todas las moradas de Jacob;
con su indignación demolió las plazas fuertes de Judá; derribó por tierra, deshonrados, al rey y a los príncipes.
Los ancianos de Sión se sientan en el suelo silenciosos, se echan polvo en la cabeza y se visten de sayal; las doncellas de Jerusalén humillan hasta el suelo la cabeza.
Se consumen en lágrimas mis ojos, de amargura, mis entrañas; se derrama por tierra mi hiel, por la ruina de la capital de mi pueblo; muchachos y niños desfallecen por las calles de la ciudad.
Preguntaban sus madres: ¿dónde hay pan y vino ? mientras desfallecían, como los heridos, por las calles de la ciudad, mientras expiraban en brazos de sus madres.
¿Quién se te iguala, quién se te asemeja, ciudad de Jerusalén? ¿A quién te compararé, para consolarte, Sión, la doncella? Inmensa como el mar es tu desgracia: ¿quién podrá curarte? Tus profetas te ofrecían visiones falsas y engañosas; y no te denunciaban tus culpas, para cambiar tu suerte; sino que te anunciaban visiones falsas y seductoras.
Grita con toda el alma al Señor, laméntate, Sión; derrama torrentes de lágrimas de día y de noche; no te concedas reposo, no descansen tus ojos.
Levántate y grita de noche, al relevo de la guardia; derrama con agua tu corazón en presencia del Señor; levanta hacia él las manos por la vida de tus niños, desfallecidos de hambre en las encrucijadas.

Palabra de Dios. 

Salmo responsorial Sal 73, 1-2. 3-5a. 5b-7. 20-21
V/. No olvides sin remedio la vida de tus pobres.
R/. No olvides sin remedio la vida de tus pobres.


V/. ¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre abandonados, y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo, de la tribu que rescataste para posesión tuya, del monte Sión donde pusiste tu morada. R/.


V/. Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio: el enemigo ha arrasado del todo el santuario.
Rugían los agresores en medio de tu asamblea, levantaron sus propios estandartes. R/.


V/. En la entrada superior abatieron a hachazos el entramado; después, con martillos y mazas, destrozaron todas las esculturas; prendieron fuego a tu santuario, derribaron y profanaron la morada de tu nombre. R/.


V/. Piensa en tu alianza: que los rincones del país están llenos de violencias.
Que el humilde no se marche defraudado, que pobres y afligidos alaben tu nombre. R/.



EVANGELIO
Vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 5-17

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó diciéndole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.
El le contestó: Voy yo a curarlo.
Pero el centurión le replicó: Señor, ¿quién soy yo para que entres bajo mi techo? Basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes: y le digo a uno «ve», y va; al otro, «ven», y viene; a mi criado, «haz esto», y lo hace.
Cuando Jesús lo oyó quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe.
Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos; en cambio a los ciudadanos del Reino los echarán afuera, a las tinieblas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Y al centurión le dijo: Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.
Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles.
Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él con su palabra expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos.
Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «El tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades».

Palabra del Señor. 

martes, 26 de junio de 2018

MARTES DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David

Lectura del segundo libro de los Reyes 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36

En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros a Ezequías, para decirle: Decid a Ezequías, rey de Judá: «Que no te engañe tu Dios en quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria.
Tú mismo has oído cómo han tratado los reyes de Asiria a todos los países, exterminándolos, ¿y tú te vas a librar? » Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó; después subió al templo, la desplegó ante el Señor y oró:
«Señor Dios de Israel, sentado sobre querubines: Tú solo eres el Dios de todos los reinos del mundo.
Tú hiciste el cielo y la tierra.
Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira.
Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo.
Es verdad, Señor: los reyes de Asiria han asolado todos los países y su territorio, han quemado todos sus dioses, porque no son dioses, sino hechura de manos humanas, leño y piedra y los han destruido.
Ahora, Señor Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo, Señor, eres Dios».
Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Así dice el Señor Dios de Israel: «He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria.
Esta es la palabra que el Señor pronuncia contra él: «Te desprecia y te burla la doncella, ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén.
Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte Sión los supervivientes.
¡El celo del Señor lo cumplirá! Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud; por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad oráculo del Señor.
Yo escudaré a esta ciudad para salvarla por mi honor y el de David, mi siervo.
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres.
Por la mañana, al despertar, los encontraron ya cadáveres.
Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.

Palabra del Señor.

Salmo responsorial Sal 47, 2-3a. 3b-4. 10-11
V/. Dios ha fundado su ciudad para siempre.
R/. Dios ha fundado su ciudad para siempre.


V/. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.
Su Monte Santo, una altura hermosa, alegría de toda la tierra. R/.


V/. El monte Sión, vértice del cielo, ciudad del gran rey.
Entre sus palacios, Dios descuella como un alcázar. R/.


V/. Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, oh Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia. R/.





EVANGELIO
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 6. 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas.
Entrad por la puerta estrecha.
Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.
Palabra de Señor.

lunes, 25 de junio de 2018

LUNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El Señor arrojó de su presencia a Israel y sólo quedó la tribu de Judá

Lectura del segundo libro de los Reyes 17, 5-8. 13-15a. 18

En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaría durante tres años.
El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaría, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.
Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios que los había sacado de Egipto, del poder del faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos, y que introdujeron los reyes que ellos se habían nombrado.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la Ley que di a vuestros padres, que le comuniqué por medio de mis siervos los profetas.
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor su Dios.
Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.
El Señor se irritó tanto contra Israel, que los arrojó de su presencia.
Sólo quedó la tribu de Judá.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 59, 3. 4-5. 12-13
V/. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda.
R/. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda.


V/. Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas, estabas airado, pero restáuranos. R/.


V/. Has sacudido y agrietado el país: repara sus grietas, que se desmorona.
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándole a beber un vino de vértigo. R/.


V/. Tú, oh Dios, nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas.
Auxílianos contra el enemigo, que la ayuda del hombre es inútil.
Con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos. R/.



EVANGELIO
Sácate primero la viga del ojo

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis y no os juzgarán.
Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo» , teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.

Palabra del Señor.

jueves, 21 de junio de 2018

JUEVES DE LA UNDÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Elías fue arrebatado en el torbellino y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu
Lectura del libro del Eclesiástico 48, 1-15
Surgió Elías, un profeta como un fuego, cuyas palabras eran horno encendido; les quitó el sustento del pan, con su celo los diezmó; con oráculo divino sujetó el cielo e hizo bajar tres veces fuego.
¡Qué terrible eras, Elías!, ¿quién se te compara en gloria? Tú resucitaste un muerto, sacándolo del Abismo por voluntad del Señor; hiciste bajar reyes a la tumba y nobles desde sus lechos; ungiste reyes vengadores y nombraste un profeta como sucesor.
Escuchaste en Sinaí amenazas y sentencias vengadoras en Horeb.
Un torbellino te arrebató a la altura, tropeles de fuego hacia el cielo.
Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel. Dichoso quien te vea antes de morir y más dichoso tú que vives.
Elías fue arrebatado en el torbellino y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu.
En vida hizo múltiples milagros y prodigios con sólo decirlo; en vida no temió a ninguno, nadie pudo sujetar su espíritu; no hubo milagro que lo excediera: bajo él revivió la carne; en vida hizo maravillas y en muerte, obras asombrosas.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7
V/. Alegraos, justos, con el Señor.
R/. Alegraos, justos, con el Señor.

V/. El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y Nube lo rodean, Justicia y Derecho sostienen su trono. R/.

V/. Delante de él avanza fuego, abrasando en torno a los enemigos; sus relámpagos deslumbran el orbe, y, viéndolos, la tierra se estremece. R/.

V/. Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

V/. Los que adoran estatuas se sonrojan, y los que ponen su orgullo en los ídolos.
Ante él se postran todos los dioses.  R/.


EVANGELIO
Vosotros rezad así

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando recéis no uséis muchas palabras como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso.
No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.
Vosotros rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.
Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros.
Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

Palabra del Señor. 

miércoles, 20 de junio de 2018

MIÉRCOLES DE LA UNDÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo

Lectura del segundo libro de los Reyes 2, 1. 6-14

Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se marcharon de Guilgal.
Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor sólo me envía hasta el Jordán.
Eliseo respondió: ¡Vive Dios ! Por tu vida, no te dejaré. Y los dos siguieron caminando.
También marcharon cincuenta hombres de la comunidad de profetas y se pararon frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se detuvieron frente al Jordán; Elías cogió su manto, lo enrolló, golpeó el agua, el agua se dividió por medio, y así pasaron ambos a pie enjuto.
Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo: Pídeme lo que quieras antes de que me aparte de tu lado.
Eliseo pidió: Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu.
Elías comentó: ¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo tendrás; pero si no me ves, no lo tendrás.
Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo miraba y gritaba: ¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel! Y ya no lo vio más.
Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos; luego recogió el manto que se le había caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán; y, agarrando el manto de Elías, golpeó el agua, diciendo: ¿Dónde está el Dios de Elías, dónde? Golpeó el agua, el agua se dividió por medio y Eliseo cruzó.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 30, 20. 21. 24.
V/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
R/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.


V/. Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos. R/.


V/. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas; los ocultas en tu tabernáculo, frente a las lenguas pendencieras. R/.


V/. Amad al Señor, fieles suyos: el Señor guarda a sus leales y paga con creces a los soberbios. R/.




EVANGELIO
Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

Palabra del Señor.

martes, 19 de junio de 2018

MARTES DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Has hecho pecar a Israel

Lectura del primer libro de los Reyes 21, 17-29

Después de la muerte de Nabot, el Señor dirigió la palabra a Elías el tesbita: Anda, baja al encuentro de Ajab de Israel, que vive en Samaría.
Mira, está en la viña de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión.
Dile: Así dice el Señor: ¿Has asesinado, y encima robas ? » Por eso, así dice el Señor: «En el mismo sitio donde los perros han lamido la sangre de Nabot, también a ti los perros te lamerán la sangre».
Ajab dijo a Elías: ¡Con que me has sorprendido, enemigo mío! Y Elías repuso: ¡Te he sorprendido! Por haberte vendido, haciendo lo que el Señor reprueba, aquí estoy para castigarte; te dejaré sin descendencia, te exterminaré todo israelita varón, esclavo o libre.
Haré con tu casa como con la de Jeroboán, hijo de Nabal, y la de Basá, hijo de Ajías, porque me has irritado y has hecho pecar a Israel.
(También ha hablado el Señor contra Jezabel: Los perros la devorarán en el campo de Yezrael). A los de Ajab que mueran en poblado los devorarán los perros, y a los que mueran en descampado los devorarán las aves del cielo.
Y es que no hubo otro que se vendiera como Ajab para hacer lo que el Señor reprueba, empujado por su mujer Jezabel.
Procedió de una manera abominable, siguiendo a los ídolos, igual que hacían los amorreos a quienes el Señor había expulsado ante los israelitas.
En cuanto Ajab oyó aquellas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió un sayal y ayunó; se acostaba con el sayal puesto y andaba taciturno.
El Señor dirigió la palabra a Elías el tesbita: ¿Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? Por haberse humillado ante mí, no le castigaré mientras viva; castigaré a su familia en tiempo de su hijo.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 5-6a. 11 y 16
V/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

V/. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. R/.

V/. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.
¡Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío! y cantará mi lengua tu justicia. R/.


EVANGELIO
Amad a vuestros enemigos

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian.
Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Palabra del Señor. 

lunes, 18 de junio de 2018

LUNES DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Nabot ha muerto apedreado

Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16

Nabot el de Yezrael tenía una viña pegando al palacio de Ajab, rey de Samaría.
Ajab le propuso: Dame la viña para hacerme yo una huerta, ya que está cerca, pegando a mi casa; yo te daré en cambio una viña mejor, o, si prefieres, te pago en dinero.
Nabot le respondió: ¡Dios me libre de cederte la heredad de mis padres! Ajab marchó a casa malhumorado y enfurecido por la respuesta de Nabot el de Yezrael, aquello de: «No te cederé la heredad de mis padres».
Se tumbó en la cama, volvió la cara y no quiso probar alimento.
Su esposa Jezabel se le acercó y le dijo: ¿Por qué estás de mal humor y no quieres probar alimento? El contestó: Es que hablé a Nabot el de Yezrael y le propuse: «Véndeme la viña, o, si prefieres, te la cambio por otra.
Y me dice: «No te doy mi viña».
Entonces Jezabel dijo: ¿Y eres tú el que manda en Israel? ¡Arriba! A comer, que te sentará bien.
¡Yo te daré la viña de Nabot el de Yezrael! Escribió unas cartas en nombre de Ajab, las selló con el sello del rey y las envió a los ancianos y notables de la ciudad, paisanos de Nabot. Las cartas decían: «Proclamad un ayuno y sentad a Nabot en primera fi1a. Sentad en frente a dos canallas que depongan contra él: ¡Has maldecido a Dios y al rey ! Lo sacáis afuera y lo apedreáis hasta que muera».
Los paisanos de Nabot, los ancianos y notables que vivían en la ciudad, hicieron tal como les decía Jezabel, tal como estaba escrito en las cartas que habían recibido.
Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot en primera fila; llegaron dos canallas, se le sentaron en frente y testificaron contra Nabot públicamente: Nabot ha maldecido a Dios y al rey.
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió.
Entonces informaron a Jezabel: Nabot ha muerto apedreado.
En cuanto oyó Jezabel que Nabot había muerto apredreado, dijo a Ajab: Hala, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, que no quiso vendértela Nabot ya no vive, ha muerto.
En cuanto oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a tomar posesión de la viña de Nabot el de Yezrael.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 5, 2-3. 5-6. 7.
V/. Atiende a mis gemidos, Señor.
R/. Atiende a mis gemidos, Señor.

V/. Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de socorro, Rey mío y Dios mío. R/.

V/. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.

V/. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. R/.



EVANGELIO
Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente».
Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia.
Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehuyas.

Palabra del Señor.

sábado, 16 de junio de 2018

SÁBADO DE LA DÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y marchó tras Elías

Lectura del primer libro de los Reyes 19, 19-21

En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, y él llevaba la última.
Elías pasó a su lado y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías contestó: Ve y vuelve, ¿quién te lo impide? Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente.
Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10.
V/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
R/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.


V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. R/.


V/. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.


V/. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.



EVANGELIO
Yo os digo que no juréis en absoluto

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo, Jesús a sus discípulos: Sabéis que se mandó a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey.
Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo.
A vosotros os basta decir sí o no.
Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor.

viernes, 15 de junio de 2018

VIERNES DE LA DÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Aguarda al Señor en el monte
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-16
En aquellos días, al llegar Elías al monte de Dios, al Horeb, se refugió en una gruta.
El Señor le dijo: Sal y aguarda al Señor en el monte, que el Señor va a pasar.
Pasó antes del Señor un viento huracanado, que agrietaba los montes y rompía los peñascos: en el viento no estaba el Señor.
Vino después un terremoto, y en el terremoto no estaba el Señor.
Después vino un fuego, y en el fuego no estaba el Señor.
Después se escuchó un susurro.
Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la gruta.
Una voz le preguntó: ¿Qué te trae por aquí, Elías? Contestó: Mi pasión por el Señor Dios de los Ejércitos.
Porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas.
He quedado yo solo, y ahora me persiguen para matarme.
El Señor le dijo: Desanda el camino hasta el desierto de Damasco, y, cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú hijo de Nimsí, y como profeta sucesor tuyo a Eliseo hijo de Safat, natural de Abel-Mejolá.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 26, 7-8a. 8b-9abc. 13-14
V/. Tu rostro buscaré, Señor.
R/. Tu rostro buscaré, Señor.

V/. Escúchame, Señor, que te llamo, ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: Buscad mi rostro. R/.

V/. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches. R/.

V/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.


EVANGELIO
El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 27-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio».
Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo.
Más te vale perder un miembro, que ser echado entero en el Abismo.
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro, que ir a parar entero al Abismo.
Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio».
Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer excepto en caso de prostitución la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.

Palabra del Señor.
 

miércoles, 13 de junio de 2018

MIÉRCOLES DE LA DÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Que sepa esta gente que tú eres el Dios verdadero y que tú les cambiarás el corazón

Lectura del primer libro de los Reyes 18, 20-39

En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo.
Elías se acercó a la gente y dijo: ¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.
La gente no respondió una palabra.
Entonces Elías les dijo: He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.
Que nos den dos novillos; vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego.
Vosotros invocaréis a vuestro dios y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.
Toda la gente asintió: ¡Buena idea! Elías dijo a los profetas de Baal: Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más.
Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.
Cogiendo el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: ¡Baal, respóndenos! Pero no se oía una voz, ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho.
Al mediodía Elías empezó a reírse de ellos: ¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; a lo mejor está durmiendo y se despierta.
Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo.
Pasado el mediodía entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda.
Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: ¡Acercaos ! Se acercaron todos, y reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido; cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob (a quien el Señor le había dicho: «Te llamarás Israel» ) ; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar
dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.
Luego dijo: ¡Otra vez! Y lo hicieron otra vez.
Y dijo: ¡Otra vez ! Y lo repitieron por tercera vez.
El agua corrió alrededor del altar e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: ¡Señor Dios de Abrahán, de Isaac, de Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa esta gente que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.
Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja.
Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: ¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 15, 1-2a. 4. 5 y 8. 11
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
R/. Protégeme, Dios mío que me refugio en ti.

V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
Multiplican las estatuas de dioses extraños; yo no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

V/. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.

V/. Me enseñarás el sendero de la vida.
me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.


EVANGELIO
No he venido a abolir, sino a dar plenitud

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los Cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.

Palabra del Señor.

13 junio. SAN ANTONIO DE PADUA, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
El Señor me ha ungido y me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren
Lectura del libro de Isaías 61, 1-3a

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados,
para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad,
para proclamar el año de gracia del Señor, el día del desquite de nuestro Dios,
para consolar a los afligidos, los afligidos de Sión;
para cambiar su ceniza en corona, su traje de luto en perfume de fiesta, su abatimiento en cánticos.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades. R.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder. Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» R.

EVANGELIO
La mies es abundante y los obreros pocos

 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
-«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.”»
Palabra del Señor.

martes, 12 de junio de 2018

MARTES DE LA DÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
La orza de harina no se vació, como lo había dicho el Señor por medio de Elías

Lectura del primer libro de los Reyes 17, 7-16

En aquellos días, se secó el torrente donde se había escondido Elías, porque no había llovido en la región.
Entonces el Señor dirigió la palabra a Elías: Anda, vete a Sarepta de Fenicia a vivir allí; yo mandaré a una viuda que te dé la comida.
Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña.
La llamó y le dijo: Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.
Mientras iba a buscarla, le gritó: Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.
Respondió ella: Te juro por el Señor tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza.
Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña.
Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.
Respondió Elías: No temas.
Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después.
Porque así dice el Señor Dios de Israel: «La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra».
Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías y comieron él, ella y su hijo.
Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó: como lo había dicho el Señor por medio de Elías.

Palabra de Dios.
 

Salmo responsorial Sal 4, 2-3. 4-5. 7-8.
V/. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
R/. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.


V/. Escúchame cuando te invoco, Dios defensor mío, tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? . R/.


V/. Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad y no pequéis, reflexionad en el silencio de vuestro lecho. R/.


V/. Hay muchos que dicen: ¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros? Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. R/.



EVANGELIO
Vosotros sois la luz del mundo
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra.
Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo.
No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.

jueves, 7 de junio de 2018

JUEVES DE LA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
La palabra de Dios no está encadenada. Si morimos con él, viviremos con él

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 2, 8-15

Querido hermano: Haz memoria de Jesucristo el Señor, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David.
Este ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor.
Pero la Palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna.
Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él.
Si perseveramos, reinaremos con él.
Si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
Sígueles recordando todo esto, avisándoles seriamente en nombre de Dios que no disputen sobre palabras; no sirve para nada y es catastrófico para los oyentes.
Esfuérzate por presentarte ante Dios y merecer su aprobación como un obrero irreprensible que predica la verdad sin desviaciones.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14.
V/. Señor, enséñame tus caminos.
R/. Señor, enséñame tus caminos.

V/. Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

V/. El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.

V/. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R/.


EVANGELIO
Este es el primer mandamiento.
El segundo es semejante a éste

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 28b-34

En aquel tiempo, un letrado se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Qué mandamiento es el primero de todos? Respondió Jesús: El primero es: «Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser».
El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
No hay mandamiento mayor que éstos.
El letrado replicó: Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie se abrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor. 

miércoles, 6 de junio de 2018

MIÉRCOLES DE LA NOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Aviva el fuego de la gracia de Dios que recibiste cuando te impuse las manos

Comienzo de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 1, 1-3. 6-12

Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido: te deseo la gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día.
Aviva el fuego de la gracia de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor y por mí, su prisionero.
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé.
El nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque antes de la creación, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado por medio del Evangelio, al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal.
De este Evangelio me han nombrado heraldo, apóstol y maestro, y ésta es la razón de mi penosa situación presente; pero no me siento derrotado, pues sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 122, 1-2a. 2bcd
V/. A ti, Señor, levanto mis ojos.
R/. A ti, Señor, levanto mis ojos.


V/. A ti levanto mis ojos, a ti, que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores. R/.


V/. Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor Dios nuestro, esperando su misericordia. R/.


 
EVANGELIO
No es Dios de muertos, sino de vivos

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 18-27

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano» Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer.
Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella.
Jesús les respondió: Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios.
Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo.
Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: «Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob»?. No es Dios de muertos, sino de vivos.
Estáis muy equivocados.
 

Palabra del Señor. 

lunes, 4 de junio de 2018

LUNES DE LA NOVENA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Nos ha dado los bienes prometidos, con los cuales podéis participar del mismo ser de Dios

Comienzo de la segunda carta del Apóstol San Pedro 1, 1-7

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como a nosotros.
Crezca vuestra gracia y paz por el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Su divino poder nos ha concedido todo lo que conduce a la vida y a la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado con su propia gloria y potencia.
Con eso nos ha dado los bienes prometidos, con los cuales podéis escapar de la corrupción que reina en el mundo por la ambición, y participar del mismo ser de Dios.
En vista de eso, poned todo empeño en añadir a vuestra fe la honradez, a la honradez el criterio, al criterio el dominio propio, al dominio propio la constancia, a la constancia la piedad, a la piedad el cariño fraterno, al cariño fraterno el amor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 90, 1-2. 14-15ab. 15c-16.
V/. Dios mío, confío en ti.
R/. Dios mío, confío en ti.


V/. Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti. R/.


V/. Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación. R/.


V/. Lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días, y le haré ver mi salvación. R/.




EVANGELIO
Agarraron al hijo querido, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 1-12

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los letrados y a los senadores: Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
A su tiempo envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña.
Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías.
Les envió otro criado: a éste lo insultaron y lo descalabraron.
Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos, los apalearon o los mataron.
Le quedaba uno, su hijo querido.
Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían.
Pero los labradores se dijeron: Este es el heredero.
Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.
Y agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros.
¿No habéis leído aquel texto: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente» ?
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y se marcharon.

Palabra del Señor.

viernes, 1 de junio de 2018

VIERNES DE LA OCTAVA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Sed buenos administradores de la múltiple gracia de Dios

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 4, 7-13

Queridos hermanos: El fin de todas las cosas está cercano.
Sed, pues, moderados y sobrios, para poder orar.
Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados.
Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin protestar.
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios.
El que toma la palabra, que hable Palabra de Dios.
El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios.
Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
Amén.
Queridos hermanos: No os extrañéis de ese fuego abrasador que os pone a prueba, como si os sucediera algo extraordinario.
Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 95, 10. 11-12. 13
V/. Llega el Señor a regir la tierra.
R/. Llega el Señor a regir la tierra.


V/. Decid a los pueblos: El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente. R/.


V/. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque. R/.


V/. Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R/.

EVANGELIO
Mi casa se llama Casa de Oración para todos los pueblos. Tened fe en Dios

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 11, 11-26

Después que la muchedumbre lo hubo aclamado, entró Jesús en Jerusalén, en el templo, lo estuvo observando todo, y, como era ya tarde, se marchó a Betania con los Doce.
Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre.
Vio de lejos una higuera con hojas, y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Entonces le dijo: Nunca jamás coma nadie de ti.
Los discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo, se puso a echar a los que traficaban allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas.
Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo.
Y los instruía diciendo: ¿No está escrito: Mi casa se llama Casa de Oración para todos los pueblos? Vosotros en cambio la habéis convertido en cueva de bandidos.
Se enteraron los sumos sacerdotes y los letrados, y como le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de su enseñanza, buscaban una manera de acabar con él.
Cuando atardeció, salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, al pasar, vieron la higuera seca de raíz.
Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Jesús contestó: Tened fe en Dios.
Os aseguro que si uno dice a este monte: «Quítate de ahí y tírate al mar» , no con dudas, sino con fe en que sucederá lo que dice, lo obtendrá.
Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis.
Y cuando os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas.

Palabra del Señor.