jueves, 31 de enero de 2019

JUEVES DE LA TERCERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Llenos de fe, mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos; fijémonos los unos en los otros para estimularnos a la caridad
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 19-25
Hermanos: Teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús; contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne; y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura.
Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa; fijémonos los unos en los otros para estimularnos a la caridad y a las buenas obras.
No desertéis de las asambleas, como algunos tienen por costumbre, sino animaos tanto más cuanto más cercano, véis el Día.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4. 5-6
V/. Estos son los que buscan al Señor.
R/. Estos son los que buscan al Señor.

V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.

V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor ? ¿Quién puede estar en el recinto sacro ? El hombre de manos inocentes,
y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.

V/. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.


EVANGELIO
El candil se trae para ponerlo en el candelero.
La medida que uséis la usarán con vosotros

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 21-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: ¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz.
El que tenga oídos para oír que oiga.
Les dijo también: Atención a lo que estáis oyendo: La medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces.
Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.

Palabra del Señor. 

miércoles, 30 de enero de 2019

MIÉRCOLES DE LA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 11-18

Hermanos: Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.
Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo.
En efecto, después de decir: «Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días», añade el Señor: «Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente, y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus culpas».
Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 109, 1. 2. 3. 4
V/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
R/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».


V/. Oráculo del Señor a mi Señor: «siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies». R/.


V/. Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. R/.


V/. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré como rocío, antes de la aurora». R/.


V/. EL Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». R/.



EVANGELIO
Salió el sembrador a sembrar.

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 1-20

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago.
Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca; se sentó y el gentío se quedó en la oril1a.
Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó.
Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron y no dio grano.
El resto cayó en tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.
Y añadió: El que tenga oídos para oír que oiga.
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
El les dijo: A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que «por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdone».
Y añadió: ¿No entendéis esta parábola ? ¿Pues cómo vais a entender las demás ? El sembrador siembra la palabra.
Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso, al escucharla la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución por la Palabra, enseguida sucumben.
Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la Palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la Palabra, y se queda estéril.
Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la Palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.

Palabra del Señor. 

sábado, 26 de enero de 2019

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Leían el libro de la Ley, explicando el sentido

Lectura del libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10

En aquellos días, el sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era mediados del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley.
Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo —pues se hallaba en un puesto elevado— y cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió:
—«Amén, amén.»
Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemias, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero:
—«Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis.»
Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron:
—«Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza.»
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 15 (R.: Jn 6, 63c)
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.


La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R.


Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R.


La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R.


Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R.



SEGUNDA LECTURA
Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 12-30

Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.
Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.
Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo.
El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito.» Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.
Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían.
Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.
Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.
Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?
Palabra de Dios.


O bien más breve:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 12-14. 27
Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.
Palabra de Dios.


Aleluya Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad.


EVANGELIO
Hoy se cumple esta Escritura

+Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Excelentísimo Teófilo:
Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido.
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Palabra del Señor.

jueves, 24 de enero de 2019

JUEVES DE LA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Ofreció sacrificios de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo
Lectura de la carta a los Hebreos 7, 25—8, 6
Hermanos: Jesús puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor.
Y tal convenía que fuese nuestro Pontífice: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.
El no necesita ofrecer sacrificios cada día—como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo—, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
En efecto, la ley hace a los hombres sacerdotes llenos de debilidades.
En cambio, las palabras del juramento, posterior a la ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.
Esto es lo principal de todo el discurso: Tenemos un Sumo Sacerdote tal que está sentado a la derecha del trono de la Majestad en los cielos, y es ministro del Santuario y de la Tienda verdadera, construida por el Señor y no por hombre.
En efecto, todo Sumo Sacerdote está puesto para ofrecer dones y sacrificios; de ahí la necesidad de que también éste tenga algo que ofrecer.
Ahora bien, si estuviera en la tierra, no sería siquiera sacerdote, habiendo otros que ofrecen los dones según la Ley.
Estos sacerdotes están al servicio de una copia y vislumbre de las cosas celestes, según el oráculo que recibió Moisés cuando iba a construir la Tienda: Mira, le dijo Dios, te ajustarás al modelo que te fue mostrado en la montaña.
Mas ahora a Cristo le ha correspondido un ministerio tanto más excelente, cuanto mejor es la alianza de la que es mediador, una alianza basada en promesas mejores.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17
V/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

V/. Como está escrito en mi libro: «para hacer tu voluntad».
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.

V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R/.

V/. Alégrense y gocen contigo, todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor» , los que desean tu salvación. R/.



EVANGELIO
Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero Jesús les prohibía que lo diesen a conocer

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 7-12

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea.
Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón.
Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío.
Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: Tú eres el Hijo de Dios.
Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Palabra del Señor. 

miércoles, 23 de enero de 2019

MIÉRCOLES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec
Lectura de la carta a los Hebreos 7, 1-3. 15-17
Hermanos: Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, cuando Abrahán regresaba de derrotar a los reyes, lo abordó y lo bendijo, recibiendo de él el diezmo del botín.
Su nombre significa rey de justicia, y lleva también el título de rey de Salem, es decir, rey de paz.
Sin padre, sin madre, sin genealogía; no se menciona el principio de sus días ni el fin de su vida.
En virtud de esta semejanza con el Hijo de Dios, su sacerdocio dura eternamente.
Y esto resulta mucho más evidente si surge otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, que lo sea, no en virtud de una legislación carnal, sino en fuerza de una vida imperecedera; pues está atestiguado: «Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 109, 1. 2. 3. 4
V/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
R/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».

V/. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies». R/.

V/. Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. R/.

V/. Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré como rocío, antes de la aurora». R/.

V/. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». R/.


EVANGELIO
¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre con parálisis en un brazo.
Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.
Jesús le dijo al que tenía la parálisis: Levántate y ponte ahí en medio.
Y a ellos les preguntó: ¿Qué está permitido en sábado? , ¿hacer lo bueno o lo malo? , ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir? Se quedaron callados.
Echando en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: Extiende el brazo.
Lo extendió y quedó restablecido.
En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.

Palabra del Señor. 

martes, 22 de enero de 2019

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
La esperanza que se nos ha ofrecido es para nosotros como ancla segura y firme
Lectura de la carta a los Hebreos 6, 10-20
Hermanos: Dios no es tan injusto como para olvidarse de vuestro trabajo y del amor que le habéis demostrado sirviendo a los santos ahora igual que antes.
Deseamos que cada uno de vosotros demuestre el mismo empeño hasta el final, para que se cumpla vuestra esperanza; y no seáis indolentes, sino imitad a los que, con fe y perseverancia, consiguen lo prometido.
Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a nadie mayor por quien jurar, juró por sí mismo, diciendo: «Te llenaré de bendiciones y te multiplicaré abundantemente».
Abrahán, perseverando, alcanzó lo prometido.
Los hombres juran por alguien que sea mayor y, con la garantía del juramento, queda zanjada toda discusión.
De la misma manera, queriendo Dios demostrar a los beneficiarios de la promesa la inmutabilidad de su designio, se comprometió con juramento, para que por dos cosas inmutables, en las que es imposible que Dios mienta, cobremos ánimos y fuerza los que buscamos refugio en él, agarrándonos a la esperanza que se nos ha ofrecido.
La cual es para nosotros como ancla del alma, segura y firme, que penetra más allá de la cortina, donde entró por nosotros como precursor Jesús, Sumo Sacerdote para siempre, según el rito de Melquisedec.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 110, 1-2. 4-5. 9 y 10c
V/. El Señor recuerda siempre su alianza.
R/. El Señor recuerda siempre su alianza.
V/. Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R/.
V/. El Señor ha hecho maravillas memorables, es piadoso y clemente: él da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza. R/.
V/. Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza: su nombre es sagrado y temible; la alabanza del Señor dura por siempre. R/.


EVANGELIO
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 23-28

Un sábado atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido? El les respondió: ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.
Y añadió: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del Hombre es señor también del sábado.

Palabra del Señor. 

lunes, 21 de enero de 2019

LUNES DE LA SEGUNDA SEMANA

PRIMERA LECTURA
A pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer
Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1-10
Hermanos: El Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
El puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.
A causa de ellas tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón.
Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de Sumo Sacerdote, sino Aquél que le dijo: «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy» , o como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas,
presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado.
El, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer.
Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna, proclamado por Dios Sumo Sacerdote, según el rito de Melquisedec.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 109, 1. 2. 3. 4
V/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
R/. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».

V/. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies». R/.

V/. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro: somete en la batalla a tus enemigos. R/.

V/. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré como rocío, antes de la aurora». R/.

V/. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». R/.


EVANGELIO
El novio está con ellos

+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 18-22

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno.
Vinieron unos y le preguntaron a Jesús.
Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan.
¿Por qué los tuyos no? Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos?  Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.
Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán.
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto─lo nuevo de lo viejo─ y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.

Palabra del Señor. 

sábado, 12 de enero de 2019

12 DE ENERO o bien SÁBADO DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA

PRIMERA LECTURA
Nos escucha en lo que le pedimos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 14-21

Queridos hermanos:
En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.
Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.
Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida
a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida—.
Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarle.
Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno.
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.
Hijos míos, guardaos de los ídolos.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R/.: 4a)
R/. El Señor ama a su pueblo.
O bien:
Aleluya.

Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y citaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas, con vítores a Dios en la boca; es un honor para todos sus fieles. R/.

Aleluya Mt 4, 16
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.

EVANGELIO
El amigo del esposo se alegra con la voz del esposo

+Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 22-30

En aquel tiempo, fue Jesús con sus discípulos a Judea, se quedó allí con ellos y bautizaba.
También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí agua abundante; la gente acudía y se bautizaba. A Juan todavía no le habían metido en la cárcel.
Se originó entonces una discusión entre un judío y los discípulos de Juan acerca de la purificación; ellos fueron a Juan y le dijeron:
—«Oye, rabí, el que estaba contigo en la otra orilla del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ése está bautizando, y todo el mundo acude a él.»
Contestó Juan:
—«Nadie puede tomarse algo para sí, si no se lo dan desde el cielo. Vosotros mismos sois testigos de que yo dije: "Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado delante de él." El que lleva a la esposa es el esposo; en cambio, el amigo del esposo, que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo; pues esta alegría mía está colmada. Él tiene que crecer, y yo tengo que menguar.»
Palabra del Señor.