sábado, 9 de enero de 2021

10 enero. FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR


PRIMERA LECTURA
Mirad a mi siervo, en quien me complazco
Lectura del Profeta Isaías 42, 1-4. 6-7.

Esto dice el Señor:
Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará
hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano,
te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión,
y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.


Salmo responsorial Sal 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10
V/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.


V/. Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.


V/. La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.


V/. El Dios de la gloria ha tronado.
El Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.



SEGUNDA LECTURA
Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34-38.

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
— Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.

Palabra de Dios

Aleluya Mc 9, 6
Aleluya, aleluya.
Los cielos se abrieron
y se oyó la voz del Padre:
Este es mi Hijo, el amado; escuchadle.
Aleluya.


EVANGELIO

Tú eres mi Hijo amado, mi preferido
 +Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 6b-11
.
En aquel tiempo proclamaba Juan:
— Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar bacía él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
—Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.

Palabra del Señor.

O bien, en el presente año B pueden utilizarse las siguientes lecturas:
 
PRIMERA LECTURA
Acudid por agua; escuchadme y viviréis

Lectura del libro de Isaías. Is 55,1-11

Así dice el Señor:
«Oid, sedientos todos, acudid por agua,
también los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo, comed sin pagar
vino y leche de balde.
¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta,
y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos, y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
Inclinad el oído, venid a mí:
escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros alianza perpetua,
la promesa que aseguré a David:
a él le hice mi testigo para los pueblos,
caudillo y soberano de naciones;
tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti;
por el Señor, tu Dios,
por el Santo de Israel, que te honra.
Buscad al Señor mientras se le encuentra,
invocadlo mientras esté cerca;
que el malvado abandone su camino,
y el criminal sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
-oráculo del Señor-
Como el cielo es más alto que la tierra,
mis caminos son más altos que los vuestros,
mis planes, que vuestros planes.
Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo.»
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Is 12,2-3.4bcd.5-6
R./ Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.


El Señor es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación
R./


Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
R./


Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel»
R./


SEGUNDA LECTURA
El Espíritu, el agua y la sangre

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan. 1 Jn 5,1-9

Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Este es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo.
Palabra de Dios.


Aleluya Jn 1,29
Juan, al ver a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.»


 EVANGELIO
Tú eres mi Hijo amado, mi preferido
 +Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 6b-11
.
En aquel tiempo proclamaba Juan:
— Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar bacía él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
—Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.

Palabra del Señor.

9 DE ENERO SABADO, FERIA DEL TIEMPO DE NAVIDAD

PRIMERA LECTURA
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 11-18
Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.
En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 71, 1-2. 10-11. 12-13 (R/.: cf. 11)
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.

Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que fas reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R/.

Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R/.


Aleluya cf. 1 Tm 3,16
Gloria a ti, Cristo, proclamado a las naciones; gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.

EVANGELIO
Lo vieron andar sobre el lago

 +Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 45-52

Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en
seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar.
Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra.
Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo.
Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado.
Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice:
—«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.»
Entró en la barca con ellos, y amainó el viento.
Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.
Palabra del Señor.

viernes, 1 de enero de 2021

CIRCUNCISIÓN DE NUESTRO SEÑOR

1 de enero
CIRCUNCISIÓN DE NUESTRO SEÑOR
(*)

 


Todo cuanto hacéis, de palabra o de obra, hacedlo
todo en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
((San Pablo a los Colosenses, III, 17)).


   ¡Cuán glorioso es el Nombre de Jesús; mas, cuán caro costó al Hijo de Dios! ¡Le fue menester derramar sangre para merecer este nombre de Salvador; y tú no quieres derramar, para salvarte, ni una lágrima! Es preciso imitar a Jesús en sus sufrimientos o perder la esperanza de acompañarlo en su gloria. Jesús, sed mi Salvador, y pues tanto amor habéis tenido por mí desde el comienzo de vuestra vida, inspiradme vuestro santo amor, a fin de que os ame, si no tanto cuanto merecéis, por lo menos tanto cuanto pueda.    
      
  MEDITACIÓN
SOBRE LA CIRCUNCISIÓN 

   I. Jesús comienza hoy lo que continuará hasta la muerte. Obedece a su Padre celestial, a María y a José. ¡Dios obedece a los hombres! Después de esto, ¿tendremos vanidad bastante como para no querer sometermos a los superiores que Dios nos ha dado? Es preciso obedecer a los que ocupan el lugar de Dios, o bien a nuestras pasiones y al demonio. Un Dios obedece a la ley, y nosotros, que no somos sino ceniza y polvo, ¿rehusaremos obedecer a Dios?


   II. En ninguna parte se manifiesta más la humildad del Salvador, que en esta obediencia. En el pesebre, se tomaría a Jesús por un hombre común; aquí, pasa. por pecador. Jesús, que es la santidad misma, quiere abatirse hasta parecer pecador, para honrar a su Padre. Después de esto, ¿tengo derecho a quejarme de las humillaciones que recibo? He nacido en el pecado, he crecido en el pecado; sin embargo, no quiero ser llamado pecador y me irrito si se me desprecia.

   III. La caridad de Jesús brilla en este misterio, toda vez que quiere, desde los primeros instantes de su vida, adoptar el nombre de Salvador(1) y darnos su sangre y sus lágrimas como prenda de su amor. Esa sangre y esas lágrimas que derrama, son el lenguaje de su corazón: nos dice con ellas que quiere vivir, sufrir y morir por nosotros. Comencemos pues, este año, imitando su obediencia y su humildad. Amémoslo durante todo este año, hagamos todo en Nombre de Jesús. Dios mío, soy todo vuestro, durante este año, y para el resto de mi vida. 


Humildad
Orad por la Iglesia.
 
ORACIÓN
   Oh Dios, que habéis constituido a vuestro Unigénito Salvador del género humano, y habéis ordenado que se le llamase Jesús, haced, por vuestra misericordia, que después de haber honrado su Santo Nombre en la tierra, tengamos la dicha de contemplarlo a Él mismo en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.

* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)
(1) La palabra Jesús quiere decir Salvador (Catena Aurea - Sto. Tomás). (N. del T.) 

1 de enero OCTAVA DE NAVIDAD SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

PRIMERA LECTURA
Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré

Lectura del libro de los Números 6, 22-27

El Señor habló a Moisés:
—«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:
"El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti y te conceda la paz.”
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 2a)
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.


SEGUNDA LECTURA
Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7

Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.

Aleluya Hb 1, 1-2
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

EVANGELIO
Encontraron a María y a José, y al niño.
A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús

 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a Maria y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.