martes, 31 de julio de 2012

SAN IGNACIO DE LOYOLA, Confesor


31 de julio
SAN IGNACIO DE LOYOLA,*
Confesor


Haced todo a gloria de Dios.
(1 Cor., 10, 31).

   La lectura de la vida de los santos inspiró a San Ignacio el amor a la santidad. Renunció a la gloria de las armas para alistarse bajo el estandarte de Cristo, y para trabajar por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Se retiró a la gruta de Manresa, en la que llevó una vida muy austera. Fue allí donde compuso su admirable libro de los Ejercicios espirituales. Comenzó a estudiar la lengua latina a la edad de 33 años, y durante su permanencia en la Universidad de París, atrajo a varios compañeros con los que echó las bases de la Compañía de Jesús. Murió el año 1556.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
DE SAN IGNACIO

   I. San Ignacio, en la soledad de Manresa, había trazado el plano del edificio espiritual que debía edificar durante toda su vida. Su libro de los Ejercicios espirituales es un resumen de lo que debe hacerse y de lo que él mismo hizo para llegar a la perfección. Comenzó por llorar sus pecados y expiarlos mediante ruda penitencia. Es el primer paso: lavar nuestros pecados con lágrimas. Así procedieron todos los santos; ¿los imitamos nosotros? Aunque no hubiésemos cometido sino un solo pecado mortal, sería suficiente para llorar hasta la muerte.

   II. El segundo paso hacia la perfección, dice San Ignacio, es la imitación de Jesús que obra y sufre para la gloria de Dios y la salvación de los hombres. San Ignacio ha seguido paso a paso a este Modelo de los predestinados: después de su conversión llevó primero una vida escondida como Él; después se consagró por entero a la salvación del prójimo, sufriendo a causa de esto injurias, calumnias y prisión. ¿Cómo imitamos nosotros la vida oculta de Jesús, sus trabajos y sus sufrimientos? Sigamos la divisa de San Ignacio: Todo para la mayor gloria de Dios.

   III. El tercer paso hacia la perfección, que tan alto elevó la santidad de San Ignacio, es la unión perfecta con Dios. Para llegar a ella, hay que desasirse del temor de todo lo que no sea Dios, y darse enteramente a Él. Tenemos amor para las cosas de este mundo, y no lo tenemos para Dios. ¡Todo amamos, todo buscamos, sólo Dios nada vale ante nuestros ojos! (Salviano).

El celo por la gloria de Dios
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN
   Oh Dios, que, para la mayor gloria de vuestro Nombre, habéis dado por el bienaventurado Ignacio un nuevo socorro a vuestra Iglesia militante, haced, que después de haber combatido en la tierra, siguiendo su ejemplo y bajo su protección, merezcamos ser coronados con él en el cielo. Por J. C. N. S.  Amén.
   


  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo III, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
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San Ignacio de Loyola, presbítero. Memoria


31 de julio
San Ignacio de Loyola, presbítero
Memoria
PRIMERA LECTURA
Háganlo todo para gloria de Dios
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 31-33; 11,1
Hermanos: Todo lo que hagan ustedes, sea comer o beber o cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios. No den motivo de escándalo ni a los judíos ni a los paganos ni a la comunidad cristiana. Por mi parte, yo procuro dar gusto a todos en todo, sin buscar mi propio interés, sino el de los demás, para que se salven. Sean, pues, imitadores míos, como yo lo soy de Cristo.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 33
R. Bendigamos al Señor a todas horas.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor;
que se alegre su pueblo al escucharlo. R.
Proclamemos qué grande es el Señor
y alabemos su nombre.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todos mis temores. R.
Vuélvanse a él y quedarán radiantes,
jamás se sentirán decepcionados.
El Señor siempre escucha al afligido,
de su tribulación lo pone a salvo. R.
A quien teme al Señor,
el ángel del Señor lo salva y cuida.
¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor;
dichoso quien en él confía. R.
Que amen al Señor todos sus fieles,
pues nada faltará a quienes lo aman.
El rico empobrece y pasa hambre;
a quien busca al Señor nada le falta. R.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de Espíritu, por de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.

EVANGELIO
El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser mi discípulo
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:
«Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: “Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar”».
Palabra del Señor.

MARTES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA




PRIMERA LECTURA
Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros
Lectura del Profeta Jeremías 14, 17-22
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la Doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿Tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por qué nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
¿Existe entre los ídolos de los gentiles
quien dé la lluvia?
¿Soltarán los cielos aguas torrenciales?
¿No eres, Señor Dios nuestro, nuestra esperanza,
porque tú lo hiciste todo?
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 78, 8. 9. 11 y 13
R.  Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.
No recuerdes contra nosotros
las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R.
Socórrenos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu nombre. R.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte.
Mientras, nosotros, pueblo tuyo,
ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
contaremos tus alabanzas de generación en generación. R.

EVANGELIO
Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
– Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.
El les contestó:
–El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.
Palabra del Señor.

lunes, 30 de julio de 2012

LUNES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA


LUNES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El pueblo será como ese cinturón que ya no sirve para nada
Lectura del Profeta Jeremías 13, 1-11
Así me dijo el Señor:
–Vete y cómprate un cinturón de lino, y rodéate con él la cintura; pero que no toque el agua.
Me compré el cinturón, según me lo mandó el Señor, y me lo ceñí.
Me volvió a hablar el Señor:
–Toma el cinturón que has comprado y llevas ceñido; levántate y ve al río Eúfrates, y escóndelo allí, entre las hendiduras de las piedras.
Fui y lo escondí en el Eufrates, según me había mandado el Señor.
Pasados muchos días me dijo el Señor:
–Levántate, vete al río Eufrates y recoge el cinturón que te mandé esconder allí.
Fui al Eufrates, cavé, y recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido: estaba estropeado, no servía para nada.
Entonces me vino la siguiente palabra del Señor:
–Así dice el Señor:
De este modo consumiré la soberbia de Judá,
la gran soberbia de Jerusalén.
Este pueblo malvado que se niega
a escuchar mis palabras,
que se comporta con corazón obstinado
y sigue a dioses extranjeros,
para rendirles culto y adoración,
será como ese cinturón
que ya no sirve para nada.
Como se adhiere el cinturón a la cintura del hombre, así me adherí la casa de Judá y la casa de Israel –oráculo del Señor–, para que ellas fueran mi pueblo, mi fama, mi alabanza, mi ornamento; pero no me escucharon.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Dt 32, 18-19. 20. 21
R.  Despreciaste a la Roca que te engendró.
¡Despreciaste a la Roca que te engendró,
y olvidaste al Dios que te dio a luz!
Lo vio el Señor, e irritado
rechazó a sus hijos e hijas. R.
Pensando: Les esconderé mi rostro
y veré en qué acaban,
porque son una generación depravada,
unos hijos desleales. R.
Ellos me han dado celos con un dios ilusorio,
me han irritado con ídolos vacíos:
pues yo les daré celos con un pueblo ilusorio,
los irritaré con una nación, fatua. R.

EVANGELIO
El grano de mostaza se hace un arbusto y vienen los pájaros a anidar en sus ramas
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 31-35
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente:
–El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.
Les dijo otra parábola:
–El Reino de los Cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada.
Así se cumplió el oráculo del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas;
anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».
Palabra del Señor.

domingo, 29 de julio de 2012

SANTA MARTA, Virgen


29 de julio
 SANTA MARTA,*
Virgen


Marta, Marta, te afanas y turbas por muchas cosas;
sin embargo una sola es necesaria.
(Lucas, 10, 4-42).

   Santa Marta, hermana de María Magdalena, tuvo la dicha de recibir a menudo en su casa a Jesucristo. Después de la Ascensión, los judíos la dejaron, con su hermano Lázaro y Santa Magdalena, en una barca sin remos ni timón en el mar; pero Dios les hizo de piloto y los hizo arribar a Provenza. Santa Marta construyó un convento en el que varias jóvenes, movidas por su ejemplo, consagraron a Dios su virginidad.

MEDITACIÓN SOBRE LA ÚNICA
COSA NECESARIA

  I. Trabajas sin descanso en hacerte rico y sabio; sin embargo, no es éste el negocio importante; puedes ganar el cielo sin ser rico, sabio o estimado de los hombres. Deja esas ocupaciones, si ellas te impiden trabajar en tu salvación; da de mano las cosas del mundo para dedicarte a la sola cosa verdaderamente necesaria. Ojalá pudieses decir como Tertuliano: Me separé de la muchedumbre, no me ocupo ya sino de una sola cosa, no tengo ya sino un solo cuidado, ¡desembarazarme de todo cuidado!

  II. La salvaci6n es absolutamente necesaria para el bien de tu alma como para el de tu cuerpo. Hay que asegurar esta alma que es inmortal; hay que mortificar el cuerpo durante esta vida, para hacerle feliz durante la eternidad. Estos bienes, estos honores, estos placeres, que tú buscas con tanta avidez pasarán velozmente; pero lo que hayas hecho para tu salvaci6n durará eternamente. Examina seriamente tu conciencia a este respecto, y encontrarás motivo para humillarte y confundirte.

   III. Habrás perdido todo si no trabajas seriamente en el negocio de tu salvaci6n durante tu vida; después de la muerte ya no hay manera. No tendrás sino una vida, un cuerpo y un alma; el hombre muere solamente una vez, y para el lado en que cae el árbol, allí queda eternamente. ¿Cómo has trabajado hasta ahora en tu salvación? ¡Ah! ¡te has ocupado de bagatelas, y has descuidado el único negocio de importancia! No hacemos caso de las cosas necesarias, no pensamos sino en cosas vanas y superfluas. (San Juan Crisóstomo).

La caridad
Orad por el clero.

ORACIÓN
   Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, a fin de que la fiesta de Santa Marta, vuestra virgen, al mismo tiempo que regocija nuestra alma la enriquezca con una tierna devoción. Por J. C. N. S.  Amén.



  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo III, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
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DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO



PRIMERA LECTURA
Comerán y sobrará
Lectura del segundo libro de los Reyes 4, 42-44
En aquellos días, uno de Baal–Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo:
– «Dáselos a la gente, que coman.»
El criado replicó:
– «¿Qué hago yo con esto para cien personas?»
Eliseo insistió:
– «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Se­ñor: Comerán y sobrará.»
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 10-11. 15-16. 17-18  (R.: Cf. 16)
R. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente. R.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.


SEGUNDA LECTURA
Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,1-6
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobre­llevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
Palabra de Dios.

Aleluya Lc 7, 16
Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.

EVANGELIO
Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron
+Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús enton­ces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
– «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?»
Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
– «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.»
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pe­dro, le dice:
– «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?»
Jesús dijo:
– «Decid a la gente que se siente en el suelo.»
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repar­tió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisie­ron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
– «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se des­perdicie.»
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comi­do.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
– «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.»
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para procla­marlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Palabra del Señor.

sábado, 28 de julio de 2012

SANTOS NAZARIO y CELSO, Mártires. SAN VÍCTOR, Papa y Mártir


28 de julio
 SANTOS NAZARIO y CELSO,
Mártires

Yo tengo contra ti, que decaíste de tu primera caridad.
(Apocalipsis, 2, 4).

   La única información histórica que poseemos en relación a estos dos mártires es el descubrimiento de sus cuerpos por San Ambrosio. Paulinus (Vita Ambrosii, XXXII-XXXIII) relata que Ambrosio, en algún momento durante los tres últimos años de su vida, después de la muerte del Emperador Teodocio (m. 395), descubrió en un jardín fuera de los muros de Milán, el cuerpo de San Nazario, con su cabeza rígida y aún manchada con sangre y por él, fue enviada a la Basílica de los Apóstoles. En el mismo jardín, Ambrosio del mismo modo descubrió el cuerpo de San Celso por quien fue trasladado a la misma basílica. Obviamente, una tradición respecto a estos mártires existe en la comunidad Cristiana de Milán lo que llevó al descubrimiento de los dos cuerpos. Se ubica el martirio de estos testigos de la fe, durante la persecución de Nerón y describe con muchos detalles los supuestos viajes de San Nazario a través de la Galia e Italia. Es también relacionado con los dos mártires Gervacio y Protasio. Paulino dice claramente (1.c.) que la fecha en la cual Nazario sufrió su martirio es desconocida. El discurso elogiando a los dos santos, atribuido a San Ambrosio (Sermo lv, in P.L., XVII, 715 sqq.), no es genuino. San Paulino de Nola habla en alabanzas de San Nazario en su Poema XXVII (P.L., LXI, 658). Un magnífico relicario de plata con interesantes figuras que data del  siglo cuarto, fue encontrado en la iglesia de San Nazario en Milán (Venturi, "Storia dell' arte italiana", I, Milan, 1901, fig. 445-49). 



28 de julio
 SAN VÍCTOR,
Papa y Mártir


   San Victor I (189-199) Era africano. Su pontificado coincidió con un período tranquilo y favorable para el Cristianismo, gracias a la influencia y a la protección de dos mujeres: Marcia y Julia Domna, respectivas esposas de Cómodo y de Septimio Severo. De esta forma pudo dirigir su labor a la solución de algunos problemas importantes.

   Para oponerse al gnosticismo y a otras formas herejes que iban asentándose, convocó un concilio en el año 198. El concilio fue una buena ocasión para dirimir y resolver cuestiones de carácter religioso y disciplinario.

   Víctor era proclive a no aconsejar, sino a imponer a las otras Iglesias el juicio de Roma, produciendo a veces el resentimiento de algunos obispos que no tenían tendencia a aceptar tales imposiciones. Fue el caso de Policrates, obispo de Éfeso, que se ofendió por esta ingerencia. El tema era de nuevo la Pascua. Víctor reiteró las decisiones de Sotero y Eleuterio, tanto por lo que concernía a la fecha, que tenía que ser un domingo, como la presencia de algunas costumbres procedentes del judaísmo, y aún perpetuadas en algunas comunidades cristianas. Por ejemplo comer el cordero pascua.

   Para suprimir estas costumbres, y para unificar los ritos en todas las Iglesias, Víctor encomendó a Policrates que convocara la reunión de un concilio. La conclusión conciliar fue que se declaró lícito para todos respetar sus propios ritos y costumbres. Policrates se justificó ante el Papa con una carta, en la que entre otras cosas afirmaba: "...hay que obedecer más a Dios que a los hombres". Con el tiempo todas las Iglesias se uniformaron.
  
MEDITACIÓN SOBRE LA INOCENCIA

   I. Hay que ser inocente para entrar en el cielo; nada sucio penetra en él. Si perdiste la inocencia bautismal, será menester no sólo recurrir al sacramento de la penitencia, sino también expiar con lágrimas, oraciones y buenas obras, la pena debida por tus pecados mortales, aunque estén perdonados; si aquí abajo no pagas esa deuda, forzoso será que la pagues en las llamas del Purgatorio. Elige. Solamente hay dos caminos para llegar al cielo: la inocencia y la penitencia. El primer grado de la felicidad es no pecar; el segundo, reconocer las faltas. (San Cipriano).

   II. Vela por la pureza de tus manos, de tu corazón, de tu lengua, es decir, de tus acciones, de tus pensamientos y de tus palabras. Tus palabras son el intérprete de tus pensamientos; serán puras si tus pensamientos son puros, porque de la abundancia del corazón habla la boca. La bondad como la malicia de nuestras acciones viene de nuestra voluntad: de ella proceden la vida y la muerte. Cuida, pues, con todo esmero, la pureza de tu corazón.

   III. Si injustamente se te acusa de alguna maldad, regocíjate al verte tratado como lo fue Jesucristo. Consuélate con el testimonio de tu conciencia y con el pensamiento de que Dios conoce tu inocencia. Quéjate a Jesús crucificado, como un amigo a su amigo, de la injuria que se te hace. Dile: Señor, soy inocente de la maldad que se me imputa, pero he cometido muchas otras que merecen mayor castigo. Menos sufrimos de la que en realidad merecemos. (Salviano).

La santidad
Orad por la Jerarquía

ORACIÓN
   Señor, que la generosa confesión de vuestros santos Nazario, Celso, y Víctor  reanime nuestro valor y nos obtenga el socorro que reclama nuestra flaqueza. Por J. C. N. S. Amén. 
   
1

SÁBADO DE LA DECIMOSEXTA SEMANA




PRIMERA LECTURA

¿Creéis que es una cueva de bandidos el templo que lleva mi nombre?

Lectura del Profeta Jeremías 7, 1 -11

Palabra del Señor que recibió Jeremías:
–Ponte a la puerta del Templo
y grita allí esta palabra:
¡Escucha, Judá, la palabra del Señor,
los que entráis por estas puertas
para adorar al Señor!
Así dice el Señor de los Ejércitos, Dios de Israel:
–Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones,
y habitaré con vosotros en este lugar.
No os creáis seguros con palabras engañosas,
repitiendo: «Es el templo del Señor,
el Templo del Señor, el Templo del Señor».
Si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones,
si juzgáis rectamente entre un hombre y su prójimo;
si no explotáis al forastero, al huérfano y a la viuda,
si no derramáis sangre inocente en este lugar,
si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal,
entonces habitaré con vosotros en este lugar,
en la tierra que di a vuestros padres,
desde hace tanto tiempo y para siempre.
Mirad: Vosotros os fiáis
de palabras engañosas que no sirven de nada.
¿De modo que robáis, matáis, adulteráis,
juráis en falso,
quemáis incienso a Baal,
seguís a dioses extranjeros y desconocidos,
y después entráis
a presentaros ante mí en este templo,
que lleva mi nombre,
y os decís: Estamos salvos,
para seguir cometiendo esas abominaciones?
¿Creéis que es una cueva de bandidos
este templo que lleva mi nombre?
Atención, que yo lo he visto,
–oráculo del Señor–.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 83, 3. 4. 5-6a y 8a. 11
R.  ¡Qué deseables son tus moradas,
      Señor de los Ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa,
y la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los Ejércitos,
rey mío y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza;
caminan de baluarte en baluarte. R.
Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R.

EVANGELIO

Dejadlos crecer juntos hasta la siega

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente:
– El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga, apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
– Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?
El les dijo:
– Un enemigo lo ha hecho.
Los criados le preguntaron:
– ¿Quieres que vayamos a arrancarla?
Pero él les respondió:
– No, que podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega, y cuando llegue la siega diré a los segadores:
– Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.
Palabra del Señor.

viernes, 27 de julio de 2012

SAN PANTALEÓN, Mártir


27 de julio
 SAN PANTALEÓN,*
 
Mártir


Yo conozco tus obras, tienes 
nombre de vivo, pero estás muerto.  
(Apocalipsis, 3, I).


   Hecho cristiano, San Pantaleón, médico rico de Nicomedia, no abandonó su profesión; no hizo sino ejercerla con más éxito: sanaba a los enfermos invocando el nombre de Jesús. Los médicos paganos, envidiosos de sus curaciones maravillosas que de este modo efectuaba, lo denunciaron al emperador Maximiano. Éste le hizo sufrir los más crueles tormentos; pero el santo, alentado por la aparición del Salvador mismo, los soportó con invencible valor. Fue por fin decapitado, hacia el año 305.

MEDITACIÓN SOBRE LAS ENFERMEDADES
DE NUESTRA ALMA

   I. El pecador está ciego: no ve ni las recompensas del paraíso ni las penas del infierno, ni la belleza de la virtud ni la fealdad del vicio; no considera sino el falso brillo de las riquezas, los encantos falaces de los placeres, y el vano aparato de la gloria mundana. Pecador, abre por fin tus ojos; considera que esos tesoros te abandonarán a tu muerte, que esos placeres y esos honores se desvanecerán como un sueño. Di a la vanagloria: adiós, eres sólo falsía, y, en partiendo, eres nada. (San Clemente de Alejandría).

   II. El pecador está enfermo. El desorden de los humores es la causa de las enfermedades del cuerpo; el desorden de las pasiones es la fuente de las enfermedades del alma; ellas turban nuestra razón y le impiden dirigirse a Dios. ¿De dónde provienen tus pecados? Del desorden de tus pasiones: amas lo que deberías odiar, te horroriza lo que deberías amar. Pasa revista a tus pasiones, examina tus deseos, tus inclinaciones y tus aversiones; y, después que hayas conocido su desorden, di a Dios: Señor, el que no os ama está enfermo.

   III. El pecador no sólo está enfermo, sino que está muerto, puesto que ha perdido la gracia; es más difícil convertir a un pecador que resucitar a un muerto. ¡Oh supremo Médico de nuestras almas, Vos que habéis dado vuestra vida para librarnos de la muerte del pecado, resucitadnos! Hagamos todo lo que podamos para salir del pecado, y pidamos a Dios que tenga piedad de nosotros. Estoy enfermo, llamo al médico; estoy ciego, corro a la luz; estoy muerto, suspiro por la vida. Vos sois el Médico, la Luz y la Vida, ¡oh Dios de Nazaret! (San Agustín).

El conocimiento de sí mismo
Orad por los enfermos.

ORACIÓN
   Haced, os lo rogamos, Dios omnipotente, que la intercesión de San Pantaleón, vuestro mártir, libre nuestro cuerpo de toda adversidad y purifique nuestras almas de todo mal pensamiento. Por J. C. N. S. Amén.
   



  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo III, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
1

VIERNES DE LA DECIMOSEXTA SEMANA



PRIMERA LECTURA

Os daré pastores conforme a mi corazón; esperarán en Jerusalén todas las naciones

Lectura del Profeta Jeremías 3, 14-17

Volved, hijos apóstatas,
–oráculo del Señor–
que yo soy vuestro dueño.
Os escogeré a uno de una ciudad,
a dos de una tribu,
y os traeré a Sión.
Os daré pastores conforme a mi corazón,
que os apacienten con ciencia y experiencia.
Cuando os multipliquéis y crezcáis en el país, e
n aquellos días –oráculo del Señor–,
ya no se nombrará el arca de la alianza del Señor:
no se recordará ni se mencionará,
no se echará de menos, ni se hará otra.
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén «Trono del Señor»,
esperarán en ella todas las naciones,
por el nombre del Señor que está en Jerusalén,
y ya no seguirán la maldad de su corazón obstinado.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Jr 31, 10. 11-12ab. 13
R.  El Señor nos guardará como pastor a su rebaño.
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como pastor a su rebaño. R.
Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte.
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R.

EVANGELIO

El que escucha la Palabra y la entiende, ése dará fruto

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 18-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador:
Si uno escucha la palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la Palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la Palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.
Palabra del Señor.