martes, 30 de abril de 2013

SAN PÍO V, Papa y Confesor


30 de Abril
SAN PÍO V,
(*)
Papa y Confesor
  Haga cada cual la oferta conforme lo ha resuelto en
su corazón, no de mala gana, o como por fuerza;
porque Dios ama al que da con alegría.
(2 Corintios, 9, 7).

   Este santo Papa desplegó un celo constante por la propagación de la religión, una valentía infatigable por el restablecimiento de la disciplina eclesiástica, una vigilancia asidua para la extirpación de la herejía, una caridad inextinguible por el alivio de los pobres y una fuerza invencible en el sostenimiento de los derechos de la Santa Sede Apostólica. Por revelación conoció la victoria obtenida contra los turcos en Lepanto. En esta memorable ocasión fue cuando mandó añadir a las letanías de la Virgen, la invocación: Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

MEDITACIÓN SOBRE
 LA ALEGRÍA ESPIRITUAL
   I. Servid a Dios con alegría y no con tristeza. Esta alegría contribuye a la gloria de Dios, porque los hombres alaban su bondad cuando a sus servidores los ven alegres, aun en medio de sus austeridades. Los incita a la virtud, haciéndoles ver que no es tan difícil de practicar como se lo imaginan. Resúltanos ventajosa también a nosotros y mucho, porque con ella no se siente el peso de una carga, que se lleva con ganas. Alégrate, pues, en Nuestro Señor, a fin de que todos los que te vean conozcan que lo sirves de corazón y no por fuerza.
   II. Para desterrar la tristeza de tu corazón, destierra de él el pecado, purifica tu conciencia. Por el pecado entraron todos los males en el mundo y la tristeza en nuestra alma. Aun cuando la pureza de conciencia no produjese otro fruto que esta alegría de corazón que la acompaña, estaría ya suficientemente recompensada, tal como el solo pensar de una mala conciencia es ya un castigo del crimen. Nada, es más triste que la ventura de los malvados. (San Agustín).
   III. Para conversar y aumentar esta alegría, piensa en Dios y en el paraíso. Dios ve tus trabajos. Él te prepara una corona de gloria. Que esta alegría se refleje en tu rostro y en tus palabras. Sabe que la virtud no tiene enemigo mayor que la tristeza, y que no tenemos armas más poderosas para repeler a nuestros enemigos y para sus golpes, que la alegría que se tiene en Dios. (San Juan Crisóstomo).

La alegría espiritual
Orad por los que están tristes.

ORACIÓN
   Oh Dios, que para destruir a los enemigos de la Iglesia y restaurar el culto divino, elevasteis al bienaventurado Pío al sumo pontificado, haced que protegidos por su intercesión, de tal modo nos adhiramos a vuestro servicio que, triunfando de las emboscadas de todos nuestros enemigos, gocemos de inalterable paz. Por J. C. N. S. Amén.


  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

MARTES DE LA V SEMANA DE PASCUA


PRIMERA LECTURA

Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 19-28
En aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad.
Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe; después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfifia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 10-11. 12-13ab. 21 (R.: cf. 11)
R. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tú reinado.

O bien:
Aleluya.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres,
a gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás. R.

Aleluya  Lc 24, 26
Era necesario que el Mesías padeciera
y resucitara de entre los muertos,
para entrar en su gloria.

EVANGELIO
Mi paz os doy
Lectura del santo evangelio según san Juan  14, 27-31a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago.»

Palabra del Señor.

lunes, 29 de abril de 2013

SANTA CATALINA DE SIENA, virgen y doctora, patrona de Europa, Fiesta


PRIMERA LECTURA

La sangre de Cristo nos purifica de todo pecado

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1,5-10; 2, 1-2

Queridos hermanos: Este es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que ahora les anunciamos: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. Si decimos que estamos con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos conforme a la verdad. Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.
Palabra de Dios.

Salmo Responsorial Sal 102

R. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores. R.
Pues el Señor perdona tus pecados y tus dolencias cura; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R.
El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la indulgencia; no está siempre acusando ni su rencor por siglos alimenta. R.
Como un padre amoroso con su hijo, así es tierno el Señor con quien lo quiere; pues sabe bien de lo que estamos hechos y no olvida que somos barro débil. R.
El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su alianza y sus leyes recitan y obedecen. R.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
EVANGELIO
Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25 30
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
–«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor.

sábado, 27 de abril de 2013

DOMINGO V DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14, 20b-26
En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios.
En cada iglesia designaban presbíteros, oraban, ayudaban y los encomendaban al Señor en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la comunidad, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13ab
R.  Bendeciré tu nombre por siempre jamás,
      Dios mío, mi Rey.
O bien:
      Aleluya.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

SEGUNDA LECTURA
Dios enjugará las lágrimas de sus ojos
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva,
porque el primer cielo y la primera tierra han pasado,
y el mar ya no existe.
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
que descendía del cielo, enviada por Dios,
arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
Y escuché una voz potente que decía desde el trono:
–Esta es la morada de Dios con los hombres:
acampará entre ellos.
Ellos serán su pueblo
y Dios estará con ellos.
Enjugará las lágrimas de sus ojos.
Ya no habrá muerte, ni luto,
ni llanto, ni dolor.
Porque el primer mundo ha pasado.
Y el que estaba sentado en el trono dijo:
«Ahora hago el universo nuevo.»

Palabra de Dios.

Aleluya Jn 13, 34
Aleluya, aleluya.
Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado, dice el Señor.

EVANGELIO
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 13, 31-33a. 34-35
Cuando salió judas del cenáculo, dijo Jesús:
–Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará).
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.

Palabra del Señor.

NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT, Patrona de Cataluña


27 de abril
NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT,(*)
Patrona de Cataluña


   La montaña de Montserrat, en Cataluña, famosa entre las montañas por su rara configuración, ha sido desde tiempos remotos uno de los lugares escogidos por la Santísima Virgen para manifestar su maternal presencia entre los hombres. Bajo la advocación plurisecular de Santa María de Montserrat, la Madre de Dios ha dispensado sus bendiciones sobre los devotos de todo el mundo que a Ella han acudido a través de los siglos. Pero su maternidad se ha dejado sentir más particularmente, desde los pequeños orígenes de la devoción y en todas las épocas de su desarrollo, sobre las tierras presididas por la montaña que levanta su extraordinaria mole en el mismo corazón geográfico de Cataluña. Con razón, pues, la Iglesia, por boca de León XIII, ratificando una realidad afirmada por la historia de numerosas generaciones, proclamó a Nuestra Señora de Montserrat como Patrona de las diócesis catalanas, señalando. asimismo una especial solemnidad litúrgica para honrar a la Santísima Virgen y darle gracias por todos sus beneficios bajo esta su peculiar advocación.  
   Aunque la devoción a la Virgen Santísima en Montserrat sea, con toda verosimilitud, bastante más antigua, consta, por lo menos, históricamente que en el siglo IX existía en la montaña una ermita dedicada a Santa María. El padre de la patria Wifredo el Velloso la cede, junto con otras tres ermitas de Montserrat, al monasterio de Santa María de Ripoll. Será un gran prelado de este monasterio, figura señera de la Iglesia de su tiempo, el abad Oliva, quien siglo y medio después, estableciendo una pequeña comunidad monástica junto a la ermita de Santa María, dará a la devoción el impulso que la habrá de llevar a la gran expansión futura.  

A NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT


A NUESTRA SEÑORA
DE MONTSERRAT

                                                    
   Rosa de abril, morena de la sierra
de Montserrat, estrellado.
Ilumina la catalana tierra
y guíanos hacia el cielo

   En las montañas,
los ángeles trabajan
esos picos
para hacerte un palacio

   Reina del cielo,
 
que los ángeles bajaron
danos abrigo,
 
dentro de tu manto azul

   Alba naciente de estrellas coronadas,
ciudad de Dios que soñaba David
a vuestros pies la luna se ponía
y el sol con sus rayos os vestía.

   De los catalanes siempre seréis princesa,
de los españoles estrella de oriente,
sois el pilar de fortaleza
y para los pescadores, puerto de salvamento,

   Dais consuelo a quien la patria añora,
sin haber visto nunca la cima de Montserrat,
en tierra y mar, os imploramos
devuélvele a Dios los corazones que le han dejado.

   Fuente del agua de la vida
desde el cielo regáis el corazón de nuestro país
dones y virtudes dejáis floreciendo
para hacer vuestro paraíso

   Dichosos ojos, Maria, los que os ven
dichosos los corazones que se abren a vuestra luz
Rosa del cielo, que los ángeles revolotean
y en la oración ponéis vuestro perfume.

   Árbol gentil, que el Líbano corona
árbol de incienso, palmera de sion
los frutos sagrados que vuestro amor nos da
es Jesucristo, el Redentor del mundo.

   Con vuestro nombre, empieza nuestra historia
y es Montserrat nuestro Sinaí
sean para todos la escalera de la gloria
esos escalones cubiertos de romaní.
 

SÁBADO DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Sabed que nos dedicamos a los gentiles
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:
–«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4  (R.: 3cd)
R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

O bien:
Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Aleluya  Jn 8, 31b-32
Si os mantenéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la verdad
– dice el Señor–

EVANGELIO
Quien me ha visto a mí ha visto al Padre
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 7-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice:
– «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica:
– «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»

Palabra del Señor.

miércoles, 24 de abril de 2013

MIÉRCOLES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Apartadme a Bernabé y a Saulo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 12, 24-13, 5
En aquellos días, la palabra del Señor cundía y se propagaba. Cuando cumplieron su misión, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose con ellos a Juan Marcos.
En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Moreno, Lucio el Cireneo, Manahén, hermano de leche del virrey Herodes, y Saulo.
Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el Espíritu Santo:
– «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado.»
Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.
Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para Chipre. Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, llevando como asistente a Juan.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial  Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8  (R.: 4)
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

O bien:
Aleluya.
El Señor tenga piedad nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R.

Aleluya  Jn 8, 12b
Yo soy la luz del mundo
–dice el Señor–;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.

EVANGELIO
Yo he venido al mundo como luz
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 44-50
En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando:
– «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.»

Palabra del Señor.

martes, 23 de abril de 2013

MARTES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquia; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor.
Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.

Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 86, 1-3. 4-5. 6-7  (R.: Sal 116, la)
R. Alabad al Señor, todas las naciones.

O bien:
Aleluya.
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R.
Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles,
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.» R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Este ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.» R.

Aleluya  Jn 10, 27
Mis ovejas escuchan mi voz
–dice el Señor–,
y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO
Yo y el Padre somos uno
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 22-30
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
– «¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.»
Jesús les respondió:
– «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor.

lunes, 22 de abril de 2013

LUNES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
También a los gentiles les ha otorgado Dios
la conversión que lleva a la vida
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 1-18
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprocharon:
– «Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos.»
Pedro entonces se puso a exponerles los hechos por su orden:
– «Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: Algo que bajaba, una especie de toldo grande, cogido de los cuatro picos, que se descolgaba del cielo hasta donde yo estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros. Luego oí una voz que me decía: "Anda, Pedro, mata y come." Yo respondí: "Ni pensarlo, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro." La voz del cielo habló de nuevo: "Lo que Dios ha declarado puro, no lo llames tú profano. " Esto se repitió tres veces, y de un tirón lo subieron todo al cielo.
En aquel preciso momento se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres que venían de Cesarea con un recado para mí. El Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin más. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: "Manda recado a Jafa e invita a Simón Pedro a que venga; lo que te diga te traerá la salvación a ti y a tu familia."
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: "Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?»
Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
– «También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 41, 2-3; 42, 3. 4 (R.: cf. 41, 3a)
R. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo.

O bien:
Aleluya
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? R.
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R.
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R.

Aleluya  Jn 10, 14
Yo soy el buen Pastor –dice el Señor– , que conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.

EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10
En aquel tiempo, dijo Jesús:
– «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
– «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Palabra del Señor.

domingo, 21 de abril de 2013

DOMINGO IV DE PASCUA


DOMINGO IV DE PASCUA

 

PRIMERA LECTURA

Nos dedicamos a los gentiles

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 13, 14. 43–52

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles al favor de Dios.
El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió a oir la Palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:
–Teníamos que anunciaros primero a vosotros la Palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: «Yo te haré luz de los gentiles, para que seas la salvación hasta el extremo de la tierra.»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron mucho y alababan la Palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna, creyeron.
La Palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 99, 2. 3. 5

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
O bien:
      Aleluya.
Servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.

SEGUNDA LECTURA

El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas

Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y uno de los ancianos me dijo:
–Estos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado y blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero.
Por eso están ante el trono de Dios dándole culto día y noche en su templo.
El que se sienta en el trono acampará entre ellos.
Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.
Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.

Palabra de Dios.

Aleluya, Jn 10, 14
Aleluya, aleluya.
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor,
conozco mis ovejas y ellas me conocen.

EVANGELIO

Yo doy la vida eterna a mis ovejas

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 27-30

En aquel tiempo, dijo Jesús:
–Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno.

Palabra del Señor.

sábado, 20 de abril de 2013

SANTA INÉS DE MONTE PULCIANO, Virgen



20 de abril
SANTA INÉS
 
DE MONTE PULCIANO,* 
Virgen

   La bienaventurada virgen y esposa de Jesucristo, santa Inés de Monte-Pulciano, nació en la ciudad de este nombre, que está en la Toscana, de padres muy señalados por su nobleza y riqueza. Desde la cuna comenzó a mostrar su devoción a Jesucristo y a la santísima Virgen; por que cuando le ponían a los ojos alguna imagen del Señor o de su benditísima Madre, la miraba y remiraba con visibles demostraciones de gran alegría. Educáronla en el monasterio de las saquinas, llamadas así porque traían un escapulario de sayal grosero; y como una abadesa de rara prudencia y virtud visitase aquel monasterio, en viendo a la niña Inés, dijo: "No ilustrará menos esta Inés a la religión con sus virtudes, que la otra Inés romana con su martirio". A los catorce años mostraba tanto seso y prudencia, que no dudaron en encomendarle la administración de las cosas temporales del convento, y a la edad de diez y ocho años, con la bendición del sumo pontífice Nicolás IV, fue nombrada superiora del convento que se acababa de fundar en Proceno, en el condado de Orvieto. Ayunaba todos los días a pan y agua, dormía sobre la desnuda tierra, reclinando la cabeza sobre una piedra: pero, ¿quién podrá explicar los favores extraordinarios que recibía del cielo, las apariciones de los ángeles, de santo Domingo, de san Francisco, y de su dulcísimo Esposo Jesús, con quien familiarmente conversaba con celestial suavidad y regalo? ¿Quién podrá decir los milagros que obró el Señor por esta santa virgen y el fruto que causó en muchos pecadores con su santa vida y conversación? Sintieron mucho los vecinos de Monte-Pulciano la ausencia de sor Inés, que estaba en Proceno, y acordándose del deseo que tenía la santa siendo niña, de ver convertido en convento de penitencia una casa de mujeres públicas que había en la entrada de la ciudad, determinaron ponerlo por obra a todo trance a trueque de que viniese la santa. Entonces cedió el amor del retiro, al celo de las almas, fundó aquel nuevo monasterio, y entabló en él la primitiva regla de san Agustín, según el instituto y espíritu de santo Domingo, y en breve tiempo floreció la pureza de muchas santísimas vírgenes, donde tenían su asiento los vicios más abominables. Allí hizo la santa brotar un manantial de agua viva, de virtud muy prodigiosa para curar todo género de enfermedades, que hasta hoy se llama el agua de santa Inés. Finalmente, a los cuarenta y tres años de su vida pasó a gozar de la eterna gloria de su Divino Esposo, haciendo el Señor glorioso su sepulcro con muchos milagros.

REFLEXIÓN 
   En el ardiente celo que manifestó esta santa virgen, convirtiendo aquel lodazal de vicios en jardín de flores celestiales, echarás de ver la inmaculada pureza que inspira nuestra santísima Religión a todos los que de veras la profesan. Por el contrario, la impiedad infernal de los modernos sectarios y apóstatas, multiplica cada día las tentaciones sensuales y lazos de Lucifer para acabar con la honestidad y fe de los católicos. «Está resuelto en nuestras logias, dice un documento muy conocido de la suprema Venta de los masones, que es menester popularizar al vicio para matar la fe: que lo respiren los hombres por todos sus cinco sentidos, que se saturen de él, y ya no habrá más católicos». No es nueva en el mundo esta astucia de Satanás. La impiedad hace de los hombres bestias: la Religión hace de las bestias hombres, y de los hombres ángeles. 
  
ORACIÓN
   Oh Dios, que eres nuestra salud, oye nuestras súplicas, para que así como celebramos con gozo la festividad de la bienaventurada virgen Inés, así alcancemos el fervor de una piadosa devoción.   Por J. C. N. S.
   


  • * Sacado de: "FLOS SANCTORUM DE LA FAMILIA CRISTIANA",  (Las vidas de los Santos y principales festividades del año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las Oraciones litúrgicas de la Iglesia) del P. Francisco de Paula Morell, S. J. Ed. Difusión, Bs. As., 1943.

SÁBADO DE LA III SEMANA DE PASCUA



PRIMERA LECTURA
La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba,
animada por el Espíritu Santo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 31-42
En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla.
Pedro le dijo:
–«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama.»
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo:
– «Tabita, levántate.»
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 115, 12-13. 14-15. 16-17   (R.: 12)
R. ¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?

O bien:
Aleluya.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R.

Aleluya  cf. Jn 6, 63b. 68b
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna.

EVANGELIO
¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 60-69
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
–«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
– «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo:
– «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mi, si el Padre no se lo concede.»
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
– «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó:
– «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

Palabra del Señor.