lunes, 29 de diciembre de 2014
29 DE DICIEMBRE Día V dentro de la Octava de Navidad
PRIMERA LECTURA
Quien ama a su hermano permanece en la luz
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11
Queridos hermanos:
En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
En esto conocemos que estamos en él.
Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él.
Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo -lo cual es verdadero en él y en vosotros—, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.
Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas.
Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 5b-6 (R/. 11a)
R/. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R/.
El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo. R/.
Aleluya Lc 2, 32
Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
EVANGELIO
Luz para alumbrar a las naciones
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 22-35
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
—«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis oídos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre:
—«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Palabra del Señor.
domingo, 28 de diciembre de 2014
28 diciembre FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro del Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a.
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor le escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras vivas;
aunque chochee, ten indulgencia,
no lo abochornes, mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus
pecados;
el día del peligro se acordará de ti y deshará tus pecados como el calor la escarcha.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
R/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21.
Hermanos :
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y celebrad la Acción de Gracias: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús,
ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medir, de él.
Palabra de Dios
Aleluya Col 3, 15a. 16
Aleluya, aleluya.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
que la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.
Aleluya.
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 22-40.
Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor» y para entregar la oblación como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu Santo, fue al templo.
Cuando entraban con el Niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz; porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones, y gloria de tu pueblo, Israel.
José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo diciendo a María, su madre:
—Mira: Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti una espada te traspasará el alma.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, y llevaba ochenta y cuatro de viuda; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Palabra del Señor
Lectura del Libro del Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a.
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor le escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras vivas;
aunque chochee, ten indulgencia,
no lo abochornes, mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus
pecados;
el día del peligro se acordará de ti y deshará tus pecados como el calor la escarcha.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
R/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21.
Hermanos :
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y celebrad la Acción de Gracias: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús,
ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medir, de él.
Palabra de Dios
Aleluya Col 3, 15a. 16
Aleluya, aleluya.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
que la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.
Aleluya.
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 22-40.
Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor» y para entregar la oblación como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu Santo, fue al templo.
Cuando entraban con el Niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz; porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones, y gloria de tu pueblo, Israel.
José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo diciendo a María, su madre:
—Mira: Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti una espada te traspasará el alma.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, y llevaba ochenta y cuatro de viuda; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Palabra del Señor
sábado, 27 de diciembre de 2014
27 de diciembre SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA Fiesta
PRIMERA LECTURA
Os anunciamos lo que hemos visto y oído
Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan 1, 1-4
Queridos hermanos:
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó.
Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12 (R.: 12a)
R. Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. R.
Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R.Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre. R.
Aleluya
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.
EVANGELIO
El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 2-8
El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
-«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Palabra del Señor.
Os anunciamos lo que hemos visto y oído
Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan 1, 1-4
Queridos hermanos:
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó.
Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12 (R.: 12a)
R. Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. R.
Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R.Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre. R.
Aleluya
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.
EVANGELIO
El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 2-8
El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
-«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Palabra del Señor.
jueves, 25 de diciembre de 2014
25 DICIEMBRE. SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. MISA DEL DÍA
MISA DEL DÍA
PRIMERA LECTURA
Verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Lectura del Profeta Isaías 52, 7-10.
¡Qué hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que anuncia la paz,
que trae la buena nueva,
que pregona la victoria,
que dice a Sión: «Tu Dios es Rey» !
Escucha: tus vigías gritan,
cantan a coro,
porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén,
que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén:
el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones,
y verán los confines de la tierra
la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios
Salmo responsorial Sal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6
V/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo;
el Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera, gritad, vitoread, tocad.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Tocad la citara para el Señor, suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas aclamad al Rey y Señor.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
SEGUNDA LECTURA
Dios nos ha hablado por el Hijo
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Hebreos 1, 1-6.
En distintas ocasiones y de muchas maneras
habló Dios antiguamente a nuestros padres por los Profetas.
Ahora, en esta etapa final,
nos ha hablado por el Hijo,
al que ha nombrado heredero de todo,
y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser.
Él sostiene el universo con su palabra poderosa.
Y, habiendo realizado la purificación de los pecados,
está sentado a la derecha de Su Majestad en las alturas;
tanto más encumbrado sobre los ángeles,
cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tu, hoy te he engendrado»?
O: ¿«Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo»?
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
Palabra de Dios
Aleluya
Aleluya, aleluya.
Nos ha amanecido un día sagrado: venid, naciones, adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.
Aleluya.
EVANGELIO
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1-18.
En el principio ya existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la
tiniebla, la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mi pasa delante de mi, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
miércoles, 24 de diciembre de 2014
25 DICIEMBRE.SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. MISA DE MEDIANOCHE
MISA DE MEDIANOCHE
Un hijo se nos ha dado
Lectura del Profeta Isaías 9, 2-7.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;
habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo:
se gozan en tu presencia, como gozan al segar,
como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, el yugo de su carga,
el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.
Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada de sangre
serán combustible, pasto del fuego.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado:
lleva al hombro el principado, y es su nombre:
Maravilla de Consejero,
Dios guerrero,
Padre perpetuo, Príncipe de la paz.
Para dilatar el principado con una paz sin límites,
sobre el trono de David y sobre su reino.
Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho,
desde ahora y por siempre. El celo del Señor lo realizará.
Palabra de Dios
Salmo responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3, 11-12. 13
V/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
V/. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
V/. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque.
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
V/. Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra.
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
SEGUNDA LECTURA
Ha aparecido la gracia de Dios a todos los hombres
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a Tito 2, 11-14.
Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda impiedad, y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Aleluya Lc 2, 10-11
Aleluya, aleluya.
Os traigo la buena noticia: nos ha nacido un Salvador; el Mesías, el Señor.
Aleluya.
EVANGELIO
Hoy os ha nacido un Salvador
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 1-14
En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero.
Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de
Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor.
El ángel les dijo:
—No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.
Palabra del Señor
NOVENA AL NIÑO JESÚS - DÍA NOVENO
Novena al Niño Jesús - Niño Dios
Día noveno Diciembre 24
Consideración
Consideración
La noche ha
cerrado del todo en las campiñas de Belén. Desechados por los hombres y
viéndose sin abrigo, María y José han salido de la inhospitalaria población, y
se han refugiado en una gruta que se encontraba al pie de una colina. Seguía a
la Reina de los Ángeles el jumento que le había servido de cabalgadura durante
el viaje y en aquella cueva hallaron un manso buey, dejado ahí probablemente
por alguno de los caminantes que había ido a buscar hospedaje en la ciudad. El
Divino Niño, desconocido por sus criaturas racionales, va a tener que acudir a
los irracionales para que calienten con su tibio aliento la atmósfera helada de
esa noche de invierno y le manifiesten con su humilde actitud, el respeto y la
adoración que le había negado Belén.
La rojiza linterna que José tiene en la mano ilumina tenuemente ese pobrísimo recinto, ese pesebre lleno de paja, que es figura profética de las maravillas del altar y de la íntima y prodigiosa unión eucarística que Jesús ha de contraer con los hombres. María está en adoración en medio de la gruta, y así van pasando Pero ha llegado la media noche y de repente, vemos dentro de ese pesebre poco antes vacío, al Dios Niño esperado, vaticinado, deseado durante cuatro mil años con tan inefables anhelos.
A sus pies se postra su Santísima Madre, en los transportes de una adoración de la cual nada puede dar idea. José también se le acerca y le rinde el homenaje con que inaugura su misterioso e imponderable oficio de padre adoptivo del Redentor de los hombres.
La multitud de ángeles que desciende del cielo a contemplar esa maravilla sin par, deja estallar su júbilo y hace vibrar en los aires las alegrías de ese GLORIA IN EXCELSIS, que es el eco de la adoración que se produce en torno al trono del Altísimo y se hace perceptible por un instante a los oídos de la pobre tierra. Convocados por ellos vienen en tropel los pastores de la comarca a adorar al "recién nacido" y a presentarle sus humildes ofrendas.
Ya brilla en Oriente la misteriosa estrella de Jacob; y ya se pone en marcha hacia Belén la caravana espléndida de los Reyes Magos, que dentro de pocos días vendrán a depositar a los pies del Divino Niño el oro, el incienso y la mirra, que son símbolos de la caridad, de la oración y de la mortificación.
¡Oh adorable Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta novena para prepararnos al día de vuestra Navidad, queremos ofreceros nuestra pobre adoración; no la rechacéis; venid a nuestras almas, venid a nuestros corazones llenos de amor. Encended en ellos la devoción a vuestra Santa Infancia, no intermitente y sólo circunscrita al tiempo de vuestra Navidad, sino siempre y en todos los tiempos; devoción que fiel y celosamente propagada nos conduzca a la vida eterna, librándonos del pecado y sembrando en nosotros todas las virtudes cristianas.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
24 DE DICIEMBRE (hasta la hora nona). MIÉRCOLES DE LA CUARTA SEMANA DE ADVIENTO
MISA DE LA MAÑANA
PRIMERA LECTURA
El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
—«Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.»
Natán respondió al rey:
—«Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.»
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—«Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R/.: cf. 2a)
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: «Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.» R/.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R.
Aleluya
Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.
EVANGELIO
Nos visitará el sol que nace de lo alto
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 67-79
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz»
Palabra del Señor.
martes, 23 de diciembre de 2014
NOVENA AL NIÑO JESÚS - DÍA OCTAVO
Novena al Niño Jesús - Niño Dios
Día octavo Diciembre 23
Consideración
Llegan a Belén José y María buscando hospedaje en los mesones pero no lo encuentran, ya por hallarse todos ocupados, ya porque se les desecha a causa de su pobreza. Empero, nadie puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimentaba tristeza cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño, sonreía también con santa tranquilidad cuando fijaba la mirada en su casta esposa. El Niño, aún no nacido, regocijábase en aquellas negativas que eran el preludio de sus humillaciones venideras. Cada voz áspera, el ruido de cada puerta que se cerraba ante ellos era una dulce melodía para sus oídos. Eso era lo que había venido a buscar. El deseo de esas humillaciones era lo que había contribuido a hacerle tomar forma humana.
¡Oh Divino Niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas o diversiones o descansando muellemente en cómodas y ricas mansiones, han sido para vuestros padres unos días de fatiga y vejaciones de toda clase.
¡Ah! El espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios ¿Cuántas veces no lo ha sido también el nuestro? ¿No cerramos continuamente con ruda ignorancia la puerta a los llamamientos de Dios, que nos invita a convertirnos o a santificarnos o a conformarnos con su voluntad? ¿No hacemos mal uso de nuestras penas, desconociendo su carácter celestial, aunque cada una, a su modo, lo lleva grabado en sí? Dios viene a nosotros muchas veces en la vida, pero no conocemos su faz, no le conocemos sino cuando nos vuelve la espalda y se aleja, después de nuestra negativa.
Pónese el sol del 24 de Diciembre detrás de los tejados de Belén y sus últimos rayos doran la cima de las rocas escarpadas que le rodean. Hombres groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental, y cierran las puertas al ver a su Madre. La bóveda de los cielos aparece purpurina por encima de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo una tras otra. Algunas horas más y aparecerá el Verbo Eterno.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
23 DE DICIEMBRE. MARTES DE LA CUARTA SEMANA DE ADVIENTO
PRIMERA LECTURA
Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 1-4. 23-24
Así dice el Señor:
«Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mi.
De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis,
el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar —dice el Señor de los ejércitos—.
¿Quien podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca??
Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata,
como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.
Mirad: os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible.
Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 24, 4-5ab. 8-9. 10 y 14 (R/.: Lc 21, 28)
R/. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R/.
Aleluya
Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.
EVANGELIO
El nacimiento de Juan Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
—«¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron:
-«Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre como quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
—«¿Que va a ser este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con el.
Palabra del Señor.
Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 1-4. 23-24
Así dice el Señor:
«Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mi.
De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis,
el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar —dice el Señor de los ejércitos—.
¿Quien podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca??
Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata,
como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.
Mirad: os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible.
Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 24, 4-5ab. 8-9. 10 y 14 (R/.: Lc 21, 28)
R/. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R/.
Aleluya
Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.
EVANGELIO
El nacimiento de Juan Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
—«¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron:
-«Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre como quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
—«¿Que va a ser este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con el.
Palabra del Señor.
lunes, 22 de diciembre de 2014
NOVENA AL NIÑO JESÚS - DÍA SÉPTIMO
Novena al
Niño Jesús - Niño Dios

Consideración
Representémonos
el viaje de María y José hacia Belén. Llevan consigo, a un no nacido, al
Creador del Universo hecho hombre. Contemplemos la humildad y la obediencia de
ese Divino Niño, que, aunque de raza judía y habiendo amado durante siglos a su
pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero
que forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para El en esa
circunstancia algo que le halagase y como si quisiese aprovechar la ocasión de
hacerse empadronar oficial y auténticamente súbdito, en el momento en que venía
al mundo. No es extraño que la humillación, que causa tan invencible
repugnancia a la criatura, parezca ser la única cosa creada que tenga atractivo
para el Creador ¿No nos enseñará la humildad de Jesús a amar esa hermosa
virtud?
Ah!
Que llegue el momento en que aparezca el deseado de las naciones, porque todo
clama por ese feliz acontecimiento. El mundo sumido en la oscuridad y en el
malestar busca y no encuentra alivio de su males, suspira por su libertad. El
anhelo de José y la expectativa de María son cosas que no puede explicar el
lenguaje humano. El Padre Eterno se halla, sino es lícito emplear esta
expresión, impaciente por dar a su Hijo único al mundo y verle ocupar su puesto
entre las criaturas visibles. El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a
la luz del día esa Santa Humanidad tan bella, que El mismo ha formado con tan
especial y divino esmero.
En
cuanto al Divino Niño, objeto de tantos anhelos, recordemos que hacia nosotros
avanza lo mismo que hacia Belén. Apresuremos con nuestros deseos el momento de
su llegada, purifiquemos nuestros corazones para que sean su mansión terrenal.
Que nuestros actos de mortificación y desprendimiento preparen los caminos del
Señor y hagan rectos sus senderos.
domingo, 21 de diciembre de 2014
NOVENA AL NIÑO JESÚS - DÍA SEXTO
Novena al Niño Jesús - Niño Dios
Día sexto Diciembre 21
Consideración
Consideración
Jesús había
sido concebido en Nazaret, domicilio de José y de María y allí era de creerse
que había de nacer, según todas las probabilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera, y
los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de
David. Para que se cumpliese esta predicción, Dios se sirvió de un medio que no
parecía tener ninguna relación con este objeto, a saber, la orden dada por el
Emperador Augusto de que todos los súbditos del Imperio Romano se empadronasen
en el lugar de donde eran originarios. María y José, como descendientes que
eran de David, no estaban dispensados de ir a Belén; y ni la situación de la
Virgen Santísima, ni la necesidad en que estaba José del trabajo diario que les
aseguraba su subsistencia, pudo eximirlos de este largo y penoso viaje, en la
estación más rigurosa del año.
No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer y así inspira a sus padres que se entreguen a la Providencia y que de esta manera concurran inconscientemente a la ejecución de sus designios. Almas interiores: observad este manejo del Divino Niño porque es el más importante de la vida espiritual; aprended que quien se ha entregado a Dios, ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer a cada instante sino lo que Dios quiera para él, siguiéndole ciegamente, aún en las cosas exteriores, tales como el cambio de lugar, donde quiera que le plazca conducirle. Ocasión tendréis de observar esta dependencia y esta fidelidad inviolable en toda la vida de Jesucristo, y este es el punto sobre el cual se han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer y así inspira a sus padres que se entreguen a la Providencia y que de esta manera concurran inconscientemente a la ejecución de sus designios. Almas interiores: observad este manejo del Divino Niño porque es el más importante de la vida espiritual; aprended que quien se ha entregado a Dios, ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer a cada instante sino lo que Dios quiera para él, siguiéndole ciegamente, aún en las cosas exteriores, tales como el cambio de lugar, donde quiera que le plazca conducirle. Ocasión tendréis de observar esta dependencia y esta fidelidad inviolable en toda la vida de Jesucristo, y este es el punto sobre el cual se han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
sábado, 20 de diciembre de 2014
CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
PRIMERA LECTURA
El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor.
Lectura del segundo libro de Samuel 2 Sam 7, 1-5. 8b-11. 16.
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al Profeta Natán:
—Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.
Natán respondió al rey:
—Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que animales lo aflijan como antes, desde el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre.»
Palabra de Dios
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad».
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Él me invocará : «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
SEGUNDA LECTURA
El misterio, mantenido en secreto durante siglos, ahora se ha manifestado
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 16, 25-27.
Hermanos:
Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo proclamo,
predicando a Cristo Jesús
—revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos
eternos y manifestado ahora en la Sagrada Escritura,
dado a conocer por decreto del Dios eterno,
para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe—,
al Dios, único Sabio,
por Jesucristo,
la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Aleluya Lc 1, 38
Aleluya, aleluya.
Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Aleluya.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38.
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
—Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
—¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
—Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Palabra del Señor
El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor.
Lectura del segundo libro de Samuel 2 Sam 7, 1-5. 8b-11. 16.
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al Profeta Natán:
—Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.
Natán respondió al rey:
—Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que animales lo aflijan como antes, desde el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre.»
Palabra de Dios
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad».
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Él me invocará : «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
SEGUNDA LECTURA
El misterio, mantenido en secreto durante siglos, ahora se ha manifestado
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 16, 25-27.
Hermanos:
Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo proclamo,
predicando a Cristo Jesús
—revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos
eternos y manifestado ahora en la Sagrada Escritura,
dado a conocer por decreto del Dios eterno,
para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe—,
al Dios, único Sabio,
por Jesucristo,
la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Aleluya Lc 1, 38
Aleluya, aleluya.
Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Aleluya.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38.
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
—Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
—¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
—Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Palabra del Señor
NOVENA AL NIÑO JESÚS - DÍA QUINTO
Novena al Niño Jesús - Niño Dios
Día quinto - Diciembre 20
Consideración
Ya hemos visto la vida que llevaba el Niño Dios en el seno de su purísima Madre. Veamos hoy también la vida que llevaba María durante el mismo espacio de tiempo. Necesidad hay de que nos detengamos en ella si queremos comprender, en cuanto es posible, los sublimes misterios de la Encarnación y el modo como hemos de corresponder a ellos.
María no cesaba de desear el momento en que gozaría de esa visión beatífica terrestre: la faz de Dios encarnado. Estaba a punto de ver aquella faz humana que debía iluminar el cielo durante toda la eternidad.
Iba a leer el amor filial en aquellos mismos ojos cuyos rayos debían esparcir para siempre la felicidad en millones de elegidos. Iba a ver aquel rostro todos los días, a todas horas, a cada instante durante muchos años. Iba a verle en la ignorancia aparente de la infancia, en los encantos particulares de la juventud en la serenidad reflexiva de la edad madura. Haría todo lo que quisiese de aquella faz divina; podría estrecharla contra la suya con toda la libertad del amor materno; cubrir de besos los labios que debían pronunciar la sentencia a todos los hombres; contemplarla a su gusto durante su sueño o despierta, hasta que la hubiese aprendido de memoria. Cuán ardientemente deseaba ese día!
Tal era la vida de expectativa de María; era inaudita en sí misma, mas no por eso dejaba de ser el tipo magnífico de toda vida cristiana. No nos contentemos con mirar a Jesús en María; pensemos que en nosotros también reside, por esencia, potencia y presencia. Jesús nace continuamente en nosotros por las buenas obras que hacemos en estado de gracia; de manera que el alma que se halla en gracia es un seno perpetuo de María, un Belén interior sin fin. Después de la Comunión, Jesús habita en nosotros durante algunos minutos, real y sustancialmente como Dios y como hombre, porque el mismo Niño que estaba en María está también en el Santísimo Sacramento. Qué es todo eso sino una participación de la vida de María durante esos maravillosos meses, y una expectativa tan llena de delicias como la suya?.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
20 DE DICIEMBRE. SÁBADO DE LA TERCERA SEMANA DE ADVIENTO
PRIMERA LECTURA
Mirad: la virgen está encinta
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14
En aquellos días, el Señor habló a Acaz:
—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz:
—«No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios:
—«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 (R/.: cf. 7c y 10b)
R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Aleluya
Llave de David, que abres las puertas del reino eterno,
ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
—«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel:
—«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
-«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó:
—«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.
Mirad: la virgen está encinta
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14
En aquellos días, el Señor habló a Acaz:
—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz:
—«No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios:
—«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 (R/.: cf. 7c y 10b)
R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Aleluya
Llave de David, que abres las puertas del reino eterno,
ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
—«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel:
—«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
-«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó:
—«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.
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